La vida de nuestros héroes


A lo largo de los años, hemos sido testigos de innumerables eventos en los que los miembros de nuestra policía nacional han sido blanco de grupos criminales, quienes como táctica de intimidación establecen recompensas por sus vidas en lo que se conoce como “plan pistola”, resultando en la trágica pérdida de valiosos servidores públicos.

Este cruel objetivo se cumple, y las vidas de nuestros policías son arrebatadas por las balas de los sicarios al servicio de organizaciones criminales. En Colombia, el simple hecho de vestir el uniforme, sin distinción de género ni edad, convierte a los policías en potenciales víctimas del conflicto.

Hoy, nuevamente, los hogares se visten de luto ante la inesperada pérdida de sus seres queridos, quienes tomaron la valiente decisión de dedicar su existencia al servicio de la patria y de la comunidad de la policia nacional.

Como colombianos, debemos unirnos en oración y en esperanza, pidiendo al creador del universo que la violencia contra nuestra querida y sacrificada policía no se repita. Que este derramamiento de sangre cese por completo.

Los policías no son nuestros adversarios; por el contrario, su labor es esencial para garantizar el orden, la seguridad, la convivencia y el cumplimiento de los fines primordiales del Estado.

Apoyemos a esta institución, demostrando afecto y empatía hacia todos nuestros policías. Son los héroes que, día tras día, arriesgan sus vidas para proteger las nuestras y mantener la paz. Que Dios los cuide por su servicio y dedicación; no queremos más vidas inocentes perdidas.

La manera de enfrentar el siniestro “plan pistola” es brindando apoyo moral a nuestros héroes y elevando una oración al creador para que proteja sus vidas.


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