¡Nada que curar!


La implementación de cualquier método para "curar" la diversidad o la orientación sexual de las personas, ya sea a través de mitos o prácticas no comprobadas científicamente, como las "terapias de conversión" ofrecidas como solución para que las personas reafirmen su identidad de género o su orientación sexual de acuerdo a su sexo biológico, carece de un fundamento científico aceptado.

Tampoco tiene una respuesta el motivo por el cual una persona asume una orientación sexual o identidad de género que no corresponda o se compagine con la naturaleza de su sexo biológico.

Ante tal polémica, solo puedo decir que no existe una respuesta que ponga fin a tal situación. ¿Realizar tratamientos para "curar" sin conocer el origen de lo que se pretende "curar", en este caso "convertir" a alguien a una identidad que le corresponde?

Esto debe ser tenido como un atentado contra los derechos humanos fundamentales, como el libre desarrollo de la personalidad y la dignidad humana. Tener una identidad de género o una orientación sexual diferente a la que debería asumir según su sexo biológico no puede ser considerado una enfermedad.

 


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