No puede existir tristeza más grande que ser parte de una sociedad donde la indiferencia reina y el tirano gobierna.
Donde se paga para llegar a gobernar y se gobierna para robar.
¡Dónde hacer lo correcto es una oportunidad para figurar y no un deber que cumplir!
En una sociedad nefasta donde el gobernante es un bandido, el pueblo siempre estará jodido.
Las voces de la gente, gritos apagados; el pueblo, con conciertos y fútbol, ha sido embelesado.
Miradas vacías en la miseria extrema,
quien gobierna no sufre, pues vive en opulencia plena.
Con migajas y mentiras se engaña a la gente,
no hay solución futura ni presente.
La solidaridad no existe, tampoco la justicia;
La pobreza y sumisión de una sociedad nefasta,
que con su ignorancia rinde honores
y alaba a quien en la desgracia los mantiene.
¡Sociedad nefasta que elige al gobernante que los aplasta!