El fútbol es el deporte con mayor número de seguidores, tal vez en el mundo entero, la pasión por el deporte ha llevado a institucionalizar el campeonato mundial como uno de los eventos más esperados, más seguidos y de mayor despliegue económico y publicitario.
La Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA), está a cargo de la organización de la copa mundial que se celebra cada cuatro años, en la que se reúne el mundo entero, sin distinción de raza, sexo, religión, educación y estratos socioeconómico, unificando a los pueblos en torno al torneo que se celebra.
La alegría del fútbol se ha transmitido de generación en generación, haciendo que la pasión por determinado equipo o selección sea para los seguidores un compromiso tan grande como profesar una religión, los jugadores más destacados de cada selección son ovacionados y en algunos casos convertidos en ídolos.
Colombia no está al margen de la pasión por el fútbol, cuando la selección Colombia hace su debut en la cancha, el país se paraliza, todos unidos en un solo grito y en la pasión por nuestra selección.
Cincuenta millones de colombianos, todos conocedores de fútbol, todos directores técnicos, que sufrimos durante los noventa minutos que dura el partido, cada vez que la selección toca el balón es acompañada con el ánimo que debe hacer el gol que los llevara a la victoria y a los colombianos al orgullo patrio y a la alegría colectiva.
Como las cosas no son perfectas, es lamentable el odio y la violencia que se está generando alrededor del fútbol. Los partidos entre los equipos de la liga se están viendo afectados por comportamientos de algunos de sus hinchas, quienes ante la derrota de su equipo o las decisiones arbitrarles que no consideren conformes a su equipo, la emprenden contra los rivales, contra los hinchas de las barras; como ocurrió la semana pasada en los encuentros entre el junior de Barranquilla y el deportivo Cali y el clásico entre el deportivo Medellín y el nacional, partidos que tuvieron que ser suspendidos y que contaron con las intervención de la policía antidisturbios para recuperar la calma dentro del estadio y fuera de él.
Como si fuera poco, en la sexta fecha de las eliminatorias al mundial de 2026, se presentaron actos de violencias entre la hinchada Argentina y miembros de la policía brasileña, en el partido Brasil vs Argentina, situación que llamo la atención de la FIFA y la Conmebol.
Es lamentable que hechos de violencia sean generados por hinchas o seguidores de equipos de fútbol, cuya esencia es la práctica de un deporte, la competencia y lograr el triunfo en la cancha de quien haga el mayor número de goles.
Violencia, muerte, heridos, no se pueden presentar en este tipo de encuentros, el fútbol ha estado presente en la vida de los colombianos, de padres que lo han transmitido a sus hijos.