Dios advierte sobre la invocación de muchos jóvenes a seres de las tinieblas y pactos demoniacos


Dios advierte sobre la invocación de muchos jóvenes a seres de las tinieblas y pactos demoniacos

Por René Arrieta Pérez

En estos tiempos, desde hace un lustro hasta el presente, un gran porcentaje de las nuevas generaciones de jóvenes colombianos y de Latinoamérica, en general, se han volcado en prácticas abominables de invocación a brujos y pactos con seres demoniacos. Por lo que, en su infinita misericordia y total amor por la humanidad, Dios envía este mensaje de advertencia para que conozcan las consecuencias, se mantengan alejados de entidades demoniacas, busquen refugio en su luz y en su ley para que preserven su alma.

Ya nos detendremos sobre el asunto, pero antes, no obstante, explicaremos el tema de lo demoniaco y su guerra espiritual que tiene como objetivo disputarle a Dios millones de almas y conducirlas a la perdición horrenda de la morada infernal. Un contexto necesario para la adquisición del conocimiento sobre los elementos fundamentales, la toma de conciencia y guardarse del engaño, la seducción y la mentira, y evitar ser víctima de las trampas del demonio, perder el alma, y sufrir inmenso dolor.

Por consiguiente, en este texto, tratamos la caída de los seres de luz y las razones por lo que esto sucedió; la venganza de los ángeles caídos; la seducción y el engaño a la humanidad en el Paraíso como en el exilio o vida apocalíptica; el fin de los tiempos; la salvación o la condena; la vida en el reino de Dios y la eternidad.

Y, por supuesto, abordamos el asunto que inquieta al Creador, las invocaciones de la juventud y de muchos sectores de la sociedad a seres demoniacos, y los pactos con el demonio.

Lucifer y la caída de un ejército de ángeles

Es bien conocida la historia de Lucifer, descrita por Isaías 14:12-14:

“¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo”.

Pecados como el orgullo, la ambición y la deslealtad incubaron en ese ser de luz del reino de Dios y le valieron la caída. Un serafín, al que sus sentimientos, pensamientos y actos le llenaron de maldad el corazón. Los pecados son el germen del mal. Él sedujo a un gran número de ángeles, y ellos, por seguirlo y por ser infieles a Dios cayeron con él. El complot y la traición campeaban en el cielo. El Creador es intocable, y a quien se debe obediencia y lealtad. Esa condición es inherente al mismísimo y misterioso orden del universo. Eso ya lo explicaré ampliamente en el Tercer sello del apocalipsis: cosmos. No solo hubo rebelión de ángeles, también la hubo entre dioses menores, entre ellos, Lilith. Fueron tiempos de tormenta y colusiones en el cielo.

Lilith, la serpiente en el Edén

A Lilith también la inflamó el pecado de la soberbia y fue castigada y puesta prisionera en una dimensión límbica, liberada, luego, por un ritual que ofició una mujer en el Paraíso en medio de un eclipse de sol, práctica prohibida y desobediencia rotunda al mandato de Dios. De eso también se habla en el Primer sello del apocalipsis, esta mujer descendiente de la creación original de Dios (de los 144.000, 72.000 parejas que representan a Adán y Eva, y su descendencia: Caín y Abel, es decir, la humanidad que alberga el mal en su corazón y la que es pura y buena). Lilith, liberada se dirige al Paraíso, y es quien induce a hombres y mujeres a realizar prácticas prohibidas, seduciéndolos, engañándolos, arrastrándolos a la desobediencia y al pecado, y a incurrir en magia negra y brujería, grave ofensa a Dios, porque esa práctica subvierte el orden y va contra el primigenio bien. Y todo ser (en el cielo o en la tierra) que la opere o se alinea a ella se cae y lo paga caro.

Lilith es la serpiente en el Paraíso. Dios profiere sus duras palabras de castigo, y, en efecto, aún sigue castigada en una Luna de Saturno, Encédalo, en donde inmovilizada, solo se arrastra. Esto se narra, asimismo, en el Primer sello del apocalipsis.

Los demonios

Los demonios nacen de la energía que genera el ser humano (sus pensamientos, sentimientos y acciones). Cada acción de maldad que realiza una persona libera energía que incuba demonios, y estos acusan al hombre ante Dios, o sea, son pruebas delictivas de la humanidad que determinan el juicio. Todos los periodos de horrores en la historia del hombre han creado poderosos demonios: las dos guerras mundiales y los genocidios en distintas regiones del planeta. Y como el demonio nace de la desobediencia y deslealtad del hombre y la mujer con su Creador, entonces se vuelve contra el ser humano mismo que los crea. Cuando la humanidad incurre en los pecados cometidos por Lucifer y Lilith, estos se vengan de Dios, porque la creación divina, la sociedad, se cae y se autodestruye.

El Padre Celestial otorgó libre albedrío al hombre y la mujer, quienes en autodeterminación deciden por sí, pese a estas reglas, Dios advierte a la sociedad de los peligros de acercarse a prácticas prohibidas. Él confía en que el ser humano se refleje en su Creador, por eso los hizo a su imagen y semejanza, no que se refleje en otras imágenes.

***

Yo, Ramiac, enviado de Dios para difundir el mensaje del fin de los tiempo y ungido de mi Padre aquí en la tierra, develo a ustedes esta revelación y advertencia de la Divinidad para preservar a la humanidad, y divulgo este mensaje muy particular para las nuevas generaciones de jóvenes de Colombia, de Latinoamérica y el mundo, quienes en su ignorancia y desorientación optan por prácticas abominables a los ojos del Creador.

Tengo, por asignación de mi Padre, entre otras tareas, de formar e iniciar en los misterios de Dios a profetas, sabios y guerreros del Santo Creador para que sean subsidiarios de la misión que Él, Dios Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra me encomendó, la cual es difundir información del fin de los tiempos para que todos sin excepción se abriguen en su Creador y sean parte de la familia celestial después de los acontecimientos del fin.

Revelación sobre la formación e iniciación de jóvenes para que sean faros de luz en estos momentos finales y aciagos para el ser humano

Revelación (2 de diciembre de 2024).

Dios me muestra que lidero un grupo de jóvenes, los guío en su camino, les establezco disciplina de estudio e imparto formación permanente.

Revelación (15 de enero de 2025).

Dios me muestra en el mundo espiritual que estoy en medio de un número indeterminado de personas. Realizo un trabajo formativo, determinante y necesario para la sociedad. Estructuro grupos, les enseño, les guío, establezco un plan integral de formación en principios, leyes, perfeccionamiento y ascenso espiritual. Allí la enseñanza era por estadios, incluía a gente mayor, pero indicaba que toda esa formación debía ser desde la niñez para una preparación sólida intelectual, en valores, principios, y luego procedía a una formación iniciática solar, de purificación y alquimia, para lograr acendrar y aglutinar la semilla de la nueva raza

La primera revelación es concerniente a la iniciación de profetas bíblicos encarnados, quienes tienen la encomienda de Dios de ser subsidiarios de mi misión, de su plan del fin. La segunda, es la preparación de la sociedad que se preserve y se haga digna de ser semilla de la próxima raza, en donde, en un nuevo Paraíso vivirá como nueva y perfecta humanidad.

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Ahora, conforman mi discipulado dos jóvenes, quienes encarnan a Enoc y al profeta Oseas, y fue a este último, quien ya despertó desde hace un par de años y tiene contacto directo con Dios a quien mostró esta situación. Oseas, el joven que encarna al profeta bíblico está en formación y aún no tiene la autorización del Padre para divulgar ningún mensaje, ya tendrá su momento, cuando complete su iniciación y se convierta en maestro. 

Recuerdo, a propósito, lo que el Todopoderoso dice en Oseas 4: 6. “Mi pueblo perece por falta de conocimiento; y como tú rechazaste el conocimiento, yo te rechazaré a ti de mi sacerdocio; por haber olvidado la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos”.

Rescatamos dos sentidos. El más general apela al pueblo, quien debe conocer la ley de Dios. Cuando la desconoce yerra, cuando, peor aún, la desobedece, yerra. Y esto le será cobrado caro. Ya está escrito, y todo se cumple. Acérquense a Las Sagradas Escrituras y observarán cuantas veces el pueblo de Israel es castigado por desobediencia y comisión de pecados. Y el sentido más particular del versículo es que todo elegido de Dios debe formarse e iniciarse en los misterios sagrados del Altísimo. Por eso la revelación en donde mi Padre me adelanta de esta labor de iniciación de sus elegidos, santos y profetas relacionada antes.

Otro de mis iniciados: José –el de los sueños del faraón–, que también tiene misión de ser faro en este periodo del fin, en un encuentro, cuando le digo que no he visto sus avances, justamente Dios puso en su boca, en ese preciso momento, el versículo de Oseas 4:6, y le dije: “ya ves, mientras no tengas la formación en los misterios que Dios exige a sus soldados de luz, no tendrás ningún encargo de su parte, puesto que sus sacerdotes necesitan ser iniciados en sus misterios, los que otorga conocer cuando rigurosamente han cumplido la guía que les entrego, junto con mucha información, de compromiso y, un juramento de su parte: recibir ese conocimiento y custodiarlo como la más valiosa joya, lo que, desde luego, les conferirá dignidad para que cumplan con los encargos, y adquieran el privilegio de tener contacto directo con Dios, mi Padre.

José actualmente no es un joven, ya es un adulto, pero Dios lo puso en mi camino para que lo inicie.

Esos son los dos sentidos del versículo 4: 6 del profeta Oseas. Asimismo, pueden percatarse ustedes del celo que Dios tiene con sus leyes, requerimientos y mandatos. Y, de igual forma, el respeto y cumplimiento que espera de tales preceptos por parte de su pueblo y sus iniciados. 

Ahora les narro cómo llega a mí la petición de difusión de este mensaje de la advertencia de Dios a la juventud.

El joven que encarna al profeta Oseas, haciendo sus oraciones y peticiones a Dios para que le muestre situaciones de nuestra sociedad y las razones por la que esta se encuentra en el despeñadero, le manifestó lo siguiente:

“En estos momentos muchos jóvenes, sobre todo chicas, están invocando a brujos. Las mujeres se decantan por invocar a María Lionza y sellan pactos demoniacos con ella. También invocan y pactan con el Negro Felipe, el Indio Guaicaipuro, entre otros”. 

Dios anota, asimismo: “Esa bruja está encarnada ahora en Cartagena de Indias y ejerce una labor poderosa de seducción para lograr la perdición de la juventud”.

En medio de esa interacción con Dios, Oseas le solicita al Creador que le muestre en una vivencia en el transporte público a esa mujer, y Dios le concedió el deseo de verla.

Dios, inmediatamente satisface los deseos del profeta encarnado, y ahora, mi discípulo, le dice:  

– “Ve donde el bibliotecario y cuéntale, dile que escriba un artículo”. 

Recuerdo a ustedes que Yo, Ramiac, soy el quinto hijo de Dios, el escritor de los libros sagrados del universo que están en la biblioteca akhásica o archivos akhásicos, soy el bibliotecario y guardián del conocimiento de Dios, y ahora encarnado en el tiempo del fin para cumplir con la encomienda de mi Padre.

Oseas, en medio de un trayecto de transporte público vivió la escena que solicitó a Dios presenciar, y vio a la mujer que encarna a María Lionza, él me dice:

“Es una mujer negra, con trenzas muy largas. Yo iba sentado en las sillas de atrás del bus, ella iba sentada también en una de las sillas que miran atrás situadas delante. Ella me miraba y yo la miraba, y me dije: – ¡ah, conque tú eres!” –.

Entonces me buscó, tal como le ordenó mi Padre, vino a mí y me narró lo sucedido. Me dijo: 

“Tengo un mensaje de Dios para usted. Él quiere que escriba un artículo de advertencia sobre este asunto”.

Y así fue. Oseas me narró lo sucedido, y, por lo tanto, escribo este artículo por orden de Dios y lo entrego a ustedes. Es una dinámica en la que mi Padre le va entregando responsabilidades a sus elegidos, los vuelve partícipes de su plan del fin, y les permite ir consolidando su papel de subsidiarios en esta misión.

Quién es María Lionza 

De acuerdo con la información que se encuentra en la web, es: “una deidad femenina venezolana, considerada protectora de la naturaleza, la armonía y el amor”. En esa descripción está la trampa, el engaño y las aguas movedizas “del sincretismo de ideas indígenas, africanas y católicas”.

La magia negra, la brujería, se traslapó en materia sincrética en medio de la doctrina cristiana. La Biblia advertía de los cultos de pueblos vecinos de Israel, de gentiles que adoraban dioses, entre ellos, Moloch, que no eran más que demonios.

Por eso, recientemente, Dios me reveló acontecimientos pertinentes con el tema:

Tengo una fotografía de una catedral –en una primera escena– y con esa fotografía en mi mano izquierda aparezco en distintas ciudades o lugares donde hay catedrales y realizo el ejercicio de comparación, en ese afán quiero ubicar exactamente la correspondencia, pero son varias y distintas, no coinciden, y me afano en buscar la correspondencia.

Luego, –en una segunda escena– aparezco en el interior de una arquidiócesis, y en el piso de baldosas veo rastros de serpientes, indicios de sus serpenteos en un barro que van dejando, incluso, algunos en los que se distinguían anillos. De igual forma, vi, en una especie de caja de madera al pie de una mesa de noche, huevos de serpientes. Percibo que es una actividad constante de esos reptiles entrar y salir de ese sitio. Posteriormente aparezco en el mismo lugar, y ahí está un obispo, al que me dirijo, le señalo las marcas en el suelo, y le pregunto si sabe qué son. Y me dice que sí, que son rastros de serpientes.

La serpiente es símbolo de engaño, de seducción, de maldición, de peligro. Las escenas muestran asiduidad en el tiempo. Los huevos son multiplicación y presencia constante. Nunca habrá certeza de en qué santuario ocurre, simplemente sucede. Habrá, eso sí, algún que otro lugar en el que exista un párroco, un pastor, muy correcto, y a quien Dios escuche. Sin embargo, en los sitios en los que ofician están contaminados, cargados por el signo y su poder, el que se representa en esos reptiles, y muchos lo saben.

El templo de Dios debe estar en tu corazón –ese es el mandato–, allí habitará Él o no conforme a tu estado de pureza. La humanidad alejó a Dios de sí. No obstante, una persona llena de amor y propósito puede nuevamente solicitar al Padre su presencia en ella. Cuando Dios reside en el ser la persona está llena de amor, de bien, de luz, de fortaleza, de virtudes. Cuando Dios no habita en el ser, la persona está vacía, y ese espacio lo llenarán los sentimientos, pensamientos y actos pecaminosos, gérmenes de la destrucción del ser y espacio de demonios. Igualmente, si buscas fuera de ti, posiblemente, y es lo más seguro, encontrarás engaño.

Dios edifica, el demonio destruye. Dios habla verdad, el demonio mentira. A Dios se le puede encontrar en santuarios de pureza, no en sitios mancillados.

Brujería, publicidad y trampa

Es muy común ver a jóvenes en sitios populosos de Cartagena entregando a los transeúntes hojas volantes en donde invitan a visitar a brujos y ofrecen conocer su suerte, soluciones de problemas, amarres amorosos, entre muchas otras fascinadoras soluciones. Jóvenes trabajando para brujos. La brujería acude al arte de la publicidad para vender su ignominioso negocio. Un negocio en el que esa ralea gana adeptos para la perdición, y en el que Dios pierde y ve mermada su creación (una juventud veleidosa, encandilada por el facilismo). En la sabiduría de Alicia en el país de las maravillas, de Carrol, están plasmados el proceso y la imagen de la trampa, en la que el conejo es el agente que induce al error; Alicia, la víctima fascinada, y el hueco, el portal y entrada a los inframundos, a la madriguera del conejo.  Ojalá y los jóvenes que no conocen la obra se acerquen a ella y constaten y puedan apreciar las ‘maravillas’ y ‘encantos’ de ese país fabulado.

Vayan hilando el sentido del lenguaje y las palabras, porque tienen un inmenso poder de asociación y significación.

Cuando estás informado y adquieres conciencia de los peligros del mundo en el que se vive –el mundo apocalíptico que se ganó la humanidad– es más fácil eludir el engaño. ¿por qué has de seguir a un conejo que te induce a sumergirte en territorio desconocido? Y aquí debo hacer una explicación de la palabra conejo (que proviene del latín cuniculus: madriguera de conejos, que deriva en castellano en conejo por un cambio gutural del grupo cl, que se convierte en j). Conejo está asociado con el concepto de abundancia y suerte. El vocablo suerte, del latín sortis, de la que derivan también sortija (recuerdan el poder asociado a los anillos y las relaciones que guardan con la invisibilidad), y sortilegio (esta de sortis y legere: leer la suerte). Sortis, se refería originalmente a la asignación de lotes de tierra cultivables, y se sorteaban por la calidad desigual de estos (de la entrega de lotes por ese juego de azar viene la palabra lotería). Este concepto evoluciona hasta la significación de fortuna (la rueda en la que todo sube y baja), casualidad, destino, en fin. 

Aunque es preciso decir que el fluir de las cosas deseables, la salud, el amor, la vida apacible, el trabajo, los logros, no deviene de suerte alguna, sino del trabajo, la dedicación, el esfuerzo, el estudio, el mérito, y, por supuesto, del abrigo tutelar en Dios. Por otra parte, la sociedad en su afán de conseguir lo que desea acude a las apuestas y juegos de azar, al facilismo que procura las cosas con ilicitud y el crimen, y claro, con la brujería.

¿Qué hace el adivino, el brujo? Leer la suerte a través de espíritus de los inframundos que le dan información de la persona (de su pasado, su presente y su futuro). La brujería promete cambiar situaciones operando magia. Y esta, justamente, es la situación que compromete a la persona, porque se vincula a procedimientos prohibidos por la ley de Dios. La magia manipula y daña, contraviene las leyes de la naturaleza, vulnera el orden establecido de la creación. Un amarre amoroso atenta contra el libre albedrío. Si una dama pacta con brujos o adivinos para amarrar a su pareja, atenta contra la libertad de ella, y la entrega como víctima a agentes demoniacos. En consecuencia, la pareja se convierte en esclavos del brujo. Ella, que contrata al brujo, termina siendo víctima de él. Eso jamás se lo dice trabajador de las tinieblas a sus clientes. La seducción es un vil engaño. No lo olvides. La serpiente sedujo a Eva y la arrastró a un mundo de miseria y dolor. Así, el brujo o bruja que te seduce te arroja a las puertas del infierno. ¡Cuidado!

Los padres de familia alertan a sus hijos de los peligros del mundo, confían en que hagan lo correcto, que no se junten con gente que pueda ser dañina y no visiten lugares peligrosos, esperan, de igual manera, que regresen a casa sanos y salvos. Eso mismo espera Dios, que su creación se preserve del mal y vuelva a la casa celestial íntegra, sin daño.

En el cielo está escrito el problema del ser humano de no querer estar en el prado de su Señor Dios Todo Poderoso Creador del cielo y de la tierra, y elige ser esquivo y huir del reino del bien para ir a caer en el terreno del mal. Sí, está escrito en las constelaciones, y ya escribí sobre el tema: El cazador, la liebre y el río, publicado en un artículo de blog. He aquí la narración. 

Dios, mi Padre, me reveló unas escenas en donde me indica que en el cielo hay una relación entre constelaciones que describe fielmente a la humanidad y el fin de los tiempos (especialmente entre Orión, Lepus o La liebre y Eridanus). La primera representa a Dios, el cazador. La segunda representa a la humanidad, la liebre. La tercera representa al río, Eridanus. Unas pinceladas que ilustran exactamente lo que ahora ocurre.

 Revelación. Estoy rodeado de mucha gente, muy agitada, que mira al cielo. Se me acerca un ángel y señala una constelación, me dice: “esa es la liebre”.

Mi Padre, a través de uno de sus mensajeros me recuerda que focalice el tema y lo trate.

En un sueño anterior, mi Padre se me aparece, con su aspecto tal como es ahora –majestuoso, vestido de blanco, con cíngulo rojo y sandalias de oro– se sitúa a mi izquierda, y profiere estas palabras: “De mí se dicen cuentos, historias y leyendas, mira quién soy yo”. En el acto se transfigura en partitura, el pentagrama se eleva, suena una sinfonía que representa su creación –Carmina Burana, O fortuna–. Se plasma en el cielo. Veo la constelación de Orión. Exclamo: ¡Padre! Me levanto y me digo: ‘mi Padre quiere que cuente la historia y precise detalles’.

Relacionamos la revelación para que así los lectores entiendan los propósitos de Dios y los mensajes que existen en su escritura celestial.

La temática se trata en el Segundo sello del apocalipsis: crónica del Infierno y otras noticias de los inframundos. Asimismo, en el Tercer sello del apocalipsis: cosmos, y en el Séptimo sello: fin de los tiempos, sellos en los que el asunto se explica ampliamente. Bien, entregamos un fragmento sobre Orión, la Liebre y el río.

En distintos artículos relatamos aspectos, mensajes, consideraciones de Orión en el proceso de los hombres. Ahora nos centraremos en la relación de Orión y la constelación de la Liebre, en latín Lepus. Orión es Dios, representado como el cazador. Lo que busca es la concreción de su plan: el multiverso. Orión está acompañado por sus perros de caza: Canis Maior y Canis Minor. Canis Maior persigue a la liebre, quiere atraparla (y el sentido que entraña es preservación, los avisos que anunciamos sobre el fin de los tiempos que, entre otras cosas, tienen el propósito de avisar, despertar, y en últimas, de preservar, rescatar a la humanidad).  Dios requiere que el ser humano le preste atención al tema para concederle su salvación, lo que es parte de su plan. La estrella más brillante de Canis Maior es Sirio, la estrella de Belén. El perro del cazador es igualmente la mascota del hijo del Cazador (Jesús de Nazaret). El modelo de vida de Jesús y su mensaje son preservación.

La liebre corre hacia el río (la constelación de Eridanus), el río representa el fluir del tiempo en el que se circunscribe el hombre, en este caso y en este contexto, hacia los inframundos. Recuérdese que Caronte transporta por el río a las almas.  El hecho de que la humanidad esté simbolizada en la liebre quiere decir que esta es escurridiza. La liebre huye, se escapa, se mete en su guarida, vuelve y sale, se esconde y vuelve a salir.

Eridanus o Erídano, el río, serpentea entre Lepus (La liebre) y la constelación Fornax (el horno). Esto es muy representativo y posee una alta connotación visual. Si la liebre cae en el río, el río la lleva al horno. El río también es tiempo, transcurrir rápido, espacio inmenso, y, en efecto, Eridanus es una de las constelaciones más grandes del universo. ¿Qué representa ese horno en particular, lo adivinas? Sí, al fuego del Infierno. En efecto, en la mitología griega este es el río de los inframundos.

Dios es el cazador y es el dueño del coto en el que caza, el terreno en el que se mueve la liebre. Su objetivo es tomarla y ponerla a salvo, pero ella es muy esquiva.

Eso exactamente es lo que pasa en la relación entre Dios y la humanidad. Es lo que está representado en el libro de las constelaciones. Son el dibujo de lo que es y pasará. Después del fin de los tiempos será memoria de lo que pasó. En el cielo se cuenta la historia (he ahí el pasado, el presente y el futuro).  

Lean y reproduzca este artículo, y que la juventud, y todos, en general, tengan conocimiento de lo que siempre aguarda Dios. Conozcan su plan. Cada vez que Dios Padre me encarga la publicación de un mensaje determinado está mostrando su amor por la humanidad, su infinita misericordia. No ignoren eso. Luego, en medio de las consecuencias por haber tenido una vida reprobable y haber eludido sus preceptos, que nadie ose decir que Dios no advirtió.

De otro lado, debo decir que, aunque las legiones de devotos y personas espirituales no logren ver a Dios, la fe en el Creador abre las puertas para que Él esté en sus vidas. Lo sentirán por las bendiciones que permite. Cuando sientan eso tengan la seguridad de su presencia. Y no lo verán como lo ven un puñado de privilegiados, porque para ello se requiere de una vida de entrega, iniciación, sacrificio, pruebas, entre muchos requerimientos. No todos están en esa disposición. Y si eres quien se atreve a hacerlo, con seguridad tendrás también ese privilegio. Si no, siempre te queda la fe, la pureza de corazón y la andadura de una vida digna y de contar con la presencia divina. 

No esperes de la brujería bienestar y milagros, solo recibirás condena. Solo confía en Dios

No consultes brujos ni adivinos. Esa situación solo traerá desgracia a tu vida. Te ofrecen maravillas y milagros y eso no es cierto, es un despreciable engaño. Lo único que puede obrar un milagro en tu vida es tu relación cercana a Dios, si confías en Él tendrás una vida digna de su presencia. Así llegará a ti la paz, el amor, la salud, el bienestar y la sana convivencia al núcleo de tu hogar. Quien cae en las redes de esa lacra no podrá salir luego de ellas. Por lo tanto, lo mejor es evitarlo. Sé temeroso de Dios. Si contravienes sus leyes y mandatos tendrás que responder en juicio por tus actos. Ama a Dios, Él te ama y no quiere que te condenes. Él no condena, te condenan tus actos. Y si ve que te condenas, sufre y llora por ti. Quiere que sepas que es así. Las leyes y mandatos suyos son sagrados e intocables, porque tienen el absoluto propósito de preservar el orden de su Creación.

Crédito imagen: generada por Meta 

Nota de advertencia

Todos los artículos en el que Dios Padre envíe mensajes a la humanidad a través de su ungido tendrán esta advertencia, y el costo personal y familiar puede ser muy alto:

Quien no esté en capacidad de ver en el mundo espiritual y de comprobar o no lo que decimos, mejor que permanezca en silencio, reflexione y le deje todo juicio al tiempo, que no haga ningún comentario en contra, no sea que por hacerle pulso al mensaje de Dios sea blanco de su ira. Toda persona que ataque la palabra de Dios en boca de su ungido, uno de los dos testigos del apocalipsis, se vincula a que la severidad de la ley divina lo castigue con tragedia y muerte, y con juicio sumario lo hagan descender a las mazmorras del Infierno. De forma idéntica a como cuando la autoridad policial captura a un delincuente, a un infractor de la ley, que los lectores consideren la debida advertencia, que reza: “Todo lo que usted diga podrá ser usado en su contra”. La ley se cumplirá de forma implacable. Ya llegó el momento, en consideración de la jerarquía celestial, que no se puede dejar pasar ningún tipo de faltas, y mucho menos afrentas e insultos al ejercicio de la autoridad de Dios y de su plenipotenciario aquí en la Tierra, en este periodo del fin de los tiempos