Transcaribe es una modalidad de transporte masivo cuyo supuesto objetivo es crear bienestar ciudadano a partir de la prestación del servicio de transporte público masivo. Y como empresa de transporte masivo público debiera cumplir con una serie de requisitos. Entre ellos: cobertura del servicio en la totalidad de la ciudad, que incluiría un mapa de rutas que satisfagan la necesidad del servicio en los distintos sectores de toda la ciudad, el cumplimiento de frecuencias de tiempos razonables (que la empresa irrespeta en todo momento, pues los buses llegan a veces, incluso, media hora después del que ha pasado antes). Estos serían los requisitos mínimos que debe cumplir Transcaribe. No los cumple.
¿Por qué Transcaribe no cumple con esos mínimos?, ¿por qué la Administración local es un convidado de piedra?
Esas dos preguntas debieran responderlas la empresa prestadora del servicio de transporte público masivo y la Administración Distrital.
Todos hablan del mal servicio de Transcaribe. Es una mala experiencia que se vive día a día. Transcaribe es una gran decepción.
¿Hasta cuándo los ciudadanos se deben aguantar esas anomalías?, ¿de no cumplirse con el mejoramiento del servicio qué debe hacer la ciudadanía?
Solamente, y por ahora, quiero dejar estas inquietudes para que nos la respondan la empresa Transcaribe y la Administración Distrital.
