Una construcción, un universo. La captura fugaz de una mirada sobre las definidas líneas que delimitan un espacio, ese mismo espacio, su color y la forma: la poesía que somete a nuestro juicio Brunelleschi, Gaudí o Foster. Las misteriosas lecturas simbólicas que referencia Fulcanelli; las perfectas, hieráticas y perdidas formas que forjara Hiram Abif; el punto exacto donde pugnan las fuerzas... Un mandato de equilibrio, y del que se asombra Schopenhauer en El mundo como voluntad y representación. Ese mundo que siempre he amado y del que me sigo asombrando cuando observo las grandes catedrales y la esencia congelada en la piedra y en los frisos. Todo eso siento frente a la maravilla de las formas.