Patrimonio ambiental y libertario de Barranquilla Metropolitana.


Unido a Barranquilla con indestructibles lazos de familia y de gratitud eterna, por darme mi primer titulo profesional en mi condición de hijo adoptivo durante cinco años, cada periódico retorno se convierte en agradables sorpresas que enamoran a un ambientalista, amante consumado ,también del patrimonio cultural del Caribe colombiano.
Nada más agradable, después de salir del delicioso casco urbano de la zona norte que ingresar a la zona metropolitana de Sabanilla ,Salgar, Salgarito, Solinilla en las propias entrañas de Puerto Colombia, para disfrutar de paisajes de ensueños señal inequívoca de gentes que intentan mantener relaciones relativamente armónicas con los demás seres de la naturaleza, porque el impacto de la urbanización es evidente sobre el otrora bosque secundario de matorrales y manglares.
Lagunas, arroyos, simples corrientes de agua dulce irrigan el territorio acompañados de palmeras, mangos y otras especies de árboles y plantas propios del Caribe nuestro, conformando socio ecosistemas valiosos y bellos, donde los habitantes de la zona de referencia son amantes de la vida buena ,de los sanos placeres que ayudan a conservar la existencia y mantener la fe que todo puede ser mejor.
Después, al borde del continente, el imponente Mar Caribe, no tan bello como en Santa Marta y Cartagena debido a que los desechos del Rio Magdalena, que llegan a las playas disminuyen la estética de un paisaje, que aunque conserva el encanto caribeño, no deja de sufrir el impacto , en una extensa zona, del “turismo de olla y caldero” que lo frecuenta , los fines de semana.
Finalmente, en el extremo occidental en el imaginario de un visitante cartagenero que llega al sitio, está el cerro tutelar, a orillas del mar que lo devora a marcha acelerada, en cuya cima se construyó la aduana de Salgar durante l a época de la liberación, cuya institucionalización por parte del gobierno revolucionario de Cartagena presidido por Manuel Rodríguez Torices, se convirtió en causa estructural de la guerra que desde 1813, el gobierno chapetón, partidario del imperio, de la Provincia de Santa Marta le declaró a la Ciudad Heroica.
Fue en estos parajes donde se fraguó el final de las luchas de la primera independencia definitiva del Caribe Colombiano continental, cuya posición estratégica fortaleció el control del territorio marítimo de los criollos, donde el ejército popular libertador de indios, negros , zambos , mulatos y blancos se acantonó para apoyar la liberación de Barranquilla, Soledad Y Malambo los más comprometidos con las luchas libertarias de lo que fue antaño Barlovento y Tierra Adentro, hoy Departamento del Atlántico.
Fue el aporte patriótico de os
anquilleros , la lucha incansable por la libertad, el que les dio el mérito para que el presidente del Estado ( República ) de Cartagena) Rodríguez Torices le diese el titulo de villa a la “barranquilla “ de entonces, elevándola a una notable condición en el marco legal del ordenamiento urbanístico de inicios del siglo XIX.
Son estos paisajes de grata evocación donde quedaron también las huellas imborrables de los líderes de nuestra liberación, el venezolano Mariano Montilla y el guajiro José Prudencio Padilla, y de los últimos pasos cansados de Simón Bolívar Palacios vencido, no tanto por la enfermedad física que le robaba la vida, sino por el hundimiento definitivo de su utopía mayor: la República de la Gran Colombia; las placas conmemorativas apostadas a la vera de las vías testimonian el paso inexorable del líder hacia la muerte en Santa Marta en diciembre de 1830.
En nuestros días, cuando Barranquilla y la zona metropolitana está a escasos siete meses del bicentenario de la declaratoria como villa por sus aportes invaluables a la liberación , es recomendable que los gobiernos locales de la primera y del Municipio de Puerto Colombia, aúnen esfuerzos por recuperar la memoria histórica de la ruta libertadora a través de la enseñanza de la historia global del viejo partido de Barlovento y Tierra Adentro , en calidad de muestra del compromiso adquirido de construir el bienestar material y espiritual de sus electores del año 2011.