100 mejores discos de salsa:EDDIE SANTIAGO.(35): Tú Me Quemas, Mía y Otras...


100 mejores Discos de Salsa (35): EDDIE SANTIAGO, TU ME QUEMAS.

Eddie Santiago nació en Puerto Rico el año de 1961, vive alegrando al mundo con sus cantos y es otro de los grandes exponentes de la salsa romántica, matizada también, con canciones de contenidos eróticos.

Lo conocí cuando en sus inicios de cantante hacía los coros de algunas canciones de Frankie Ruiz, ya reseñadas en el escrito que precede al presente.

Hoy después de largos años, debo confesar, sin vergüenza alguna, que muchas veces, sin darme cuenta, él y yo, hacíamos juntos los coros de las canciones de Frankie, pues es esa mi especialidad de melómano, cantante de salsa, bolero y vallenato clásico, al lado de mi hermano Rafael, “con quien he batallado para poder vivir”, al mejor estilo de Emilianito Zuleta.

Eddie, al igual que muchos soneros del Caribe, se fogueó con importantes grupos musicales, antes de tomar la opción de solista, la cual, lo condujo a grabar su primer álbum:” Atrevido y Diferente” (1986).

Es este álbum, el que se cuelga al pentagrama de mi vida con dos “petardos”:

TÚ Me Quemas (35) y Que Locura Enamorarme de Ti. (36).

En una cama de hotel, nos sorprendió la mañana,

ropa en desorden y tú ya mujer habilitada.

Dos desayunos señor

Para la suite 911.

No tema usted,

 sí al llamar solo el silencio responde,

es que estamos amándonos,

en la piel sepultando penas,

 y es que tú encierras tanto amor, en tus venas.

Tú me quemas,

cuando me rozan tus rodillas.

Tú me quemas

 cuando me abrazas y me mimas

tú me quemas,

ni el agua de los mares calmará esta hoguera,

tú me quemas, tú me quemas…

Son los tiempos pasados de la juventud en la búsqueda incesante del amor de una buena mujer; los recuerdos de bellas mujeres afloran con la canción de Eddie, con una fiebre que pasa de la piel de la pareja de amantes a las sábanas blancas…un calor apasionado, que ni el aire acondicionado de la habitación logra apaciguar. Son momentos, que tal vez no volverán a repetirse, en el incesante acontecer de locuras de la adolescencia y de la juventud.

Más la madurez, a los seres humanos, no nos hace invulnerables a las locuras de amor, porque todavía no existe vacuna alguna para evitar cometerlas.

Eddie, nos lo cuenta de manera poética, en su canción:

Amiga déjame decirte todo lo que siento,

Que yo no puedo más vivir,

con este amor secreto…

…Que locura, enamorarme yo de ti,

que locura fijarme justo en ti

y en silencio yo te quiero y

 tú amor tiene otro dueño.

Locuras de adolescentes o de adultos, muchos de mis amigos las han vivido de diversas maneras:

Una cuando te enamoras de una amiga, que social y económicamente te supera con creces y tienes que callar por regla de tres compuesta y directa.

Otra: enamorarte de una amiga, cuyo amor tiene su dueño; terrible dilema, que impacta tu vida sentimental, en la dura batalla del bien o mal actuar; dilema que sólo resolverá la vida como en la canción homónima de Johnny Ventura.

Pero al fin triunfará el amor prohibido, cuando los lazos afectivos de ella se tornan débiles, y apasionada encuentra el refugio en los brazos de aquel amigo que la saca de la monotonía, la cotidianidad y el maltrato, cuando encuentra aquel hombre que la valora como mujer  e hija de Eros, o de igual forma, cuando sucede a la inversa con nosotros los varones, mucho más débiles afectiva y biológicamente que nuestras amigas .

Así, en otro episodio del pentagrama del Caribe, el romanticismo de las canciones del boricua, continúa saltando a la vista:

Todo empezó un mes de mayo de 1987, cuando los vientos Alisios son vencidos por la tenaz época lluviosa del Gran Caribe y del Caribe colombiano:

“Todo empezó” (37)

 en el invierno pasado,

Me enamoré sin querer y sin pensarlo,

Creí tener la oportunidad de amar y ser feliz,

Cuando descubrí tanto amor junto a ti…

Y todo fue así como lo canta Eddie: Nos enamoramos y nos amamos en una noche de mayo, cuando en la ciudad amurallada la lluvia mojaba su blanca blusa y dejaba adivinar la redondez   y la fortaleza anti gravitacional de sus bellos senos, que desde aquella noche fueron sólo para mis caricias, durante los 10 años siguientes y que más complacientes se tornaban al escuchar la canción del puertorriqueño.

Hoy al evocar aquella lluviosa noche pienso si son cosas de la vida real que pasan o sí es el embrujo de la música que nos lleva a interpretarlas … o tal vez a soñarlas y desearlas.

Más si en este álbum (Sigo Atrevido. (38)) Eddie le canta al amor, también convierte en poema el desamor; y a propósito de “Lluvia”, nada mejor que esta canción para significar el desastroso estado de los sentimientos, que, con toda seguridad, tal vez, vivió el autor de la letra:

…No me digas nada y márchate,

no llames amor a tu hipocresía.

No me digas nada,

 el tonto aquí he sido yo.

Me dañaron rosa tus espinas.

Tus besos fríos como la lluvia,

que gota a gota fueron enfriando

mi cuerpo, mi alma y mi ser…

…Ahora tengo que olvidar,

Ahora tengo que escapar de tus recuerdos

 y tratar de ser feliz con otra,

que no me trate como tú.

y que me ame como tú nunca amarás…

Luego de las experiencias vividas, y sin poses de machismo, en esta canción, inspirada en la vida real el cantante nos da la solución, acorde con este sabio refrán:

“A grandes males: Grandes remedios”.

Ya a manera de epílogo de este texto, nada mejor que volver al romanticismo y a los buenos amores, tal como lo hace Eddie con su álbum “Invasión a la Privacidad” (39), resaltando -a mi gusto otros dos petardos: Tú Me Haces Falta y Mía.

Tú me haces falta, sin ti las noches,

son un fantasma, son un castigo,

tú me haces falta, falta , amor.

Tristes, muy tristes, estamos durante la noche, cuando ella no está o cuando después de un disgusto nos da la espalda en el lecho nupcial; pero la reconciliación borra los malos momentos vividos y el amor se torna más apasionado y se cubre de un intenso rojo, al igual que aquella roja rosa que brota de la rama podada, ahora con más color y mejor aroma.

“Mía”, es la última canción de esta arbitraria selección hecha a mi gusto, sin olvidar que existen otras decenas de canciones que bien vale la pena reseñar…pero hasta los espacios electrónicos tienen sus límites.

“Mía” es la reafirmación de la canción erótica romántica del cantor de Puerto Rico, quien reclama y reafirma su “posesión” espiritual, de aquella a quien tanto ama, y de quien asegura que todavía lo ama, a pesar de las circunstancias adversas de la vida, a pesar de la existencia de una tercera persona, como una vez, en forma parecida o a la inversa cantaron  el Gran Rodolfo Aicardi y Odilio González.

Mía, aunque quieras negarlo eres mía,

aunque tenga mis manos vacías,

procurando sentir tu calor.

Mía, aunque estés con él durmiendo,

sabes que eres mía.

Mía, porque le mostré a tu piel

lo bella que es la vida,

y tú sabes bien que es así.

Mía, porque yo te enseñé la poesía,

que le enseña la noche al día,

entre sábanas llenas de amor.

Mía, aunque vueles muy alto,

eres mía,

aunque él tenga tu compañía, yo tengo tu corazón…

En nuestros días de marzo 2020, Eddie Santiago continúa cantando sus propios poemas y los de otros compositores enamorados del amor y la vida, llenado las nuestras de gratos recuerdos, sueños   añoranzas y esperanzas…

Con los afectos de siempre, reforzados este año con los poemas cantados de nuestros románticos de la salsa.

UBALDO JOSÉ ELLES QUINTANA.

 

 

 

 

 

 


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