Alci y Checo Acosta: Del Sentimiento Romántico al goce del Carnaval.


Alci  y Checo Acosta: Del sentimiento Romántico al Goce del Carnaval.

(Primera Parte).

1.        Evocando mis encuentros  del año  1965.

 Hoy, al finalizar este octubre 2015, de intensos calores y escasa lluvia, recuerdo como introducción a mis encuentros con los Acosta, que fue en mis  primeros  15  años,  en 1965, cuando tuve mis iniciales   e inolvidables encuentros con la música de Alci Acosta  cuando  el ritmo del bolero era uno de los “reyes” del cancionero  popular de América Latina y nuestra  Cartagena de Indias.

Ello,  a la par con “la salsa  brava” que hacía su furor en las barriadas, a través de los “picot”, las emisoras radiales y los equipos de sonido caseros que se asomaban con su nueva tecnología en las clases medias, reemplazando a las “radiolas”, equipos mixtos de radio y  tocadiscos de acetato, con un mueble de lujo, el cual adornaba  la estancia donde se ubicaba.

 También, en medio de estos recuerdos, evoco que  el vallenato,  siempre estuvo presente a lo largo de la historia del siglo XX en el Caribe, de manera especial, en las poblaciones rurales y uno que  otro centro urbano con los juglares quienes recorrían las poblaciones, llevando su arte y con él alegrías y tristezas, amores y desamores.

Sin embargo, desde la primera mitad de los años 50 este género,   salía a lucir con timidez en la radio, a través de canciones significativas del cancionero popular, hasta cuando desde la primera mitad de la centuria aparece Guillermo Buitrago y luego Bovea y sus Vallenatos con la voz líder de Alberto Fernández, interpretando ambos, entre otras, las canciones clásicas de Rafael Escalona.

 Fueron los años del vallenato con guitarra, estilo que dejó joyas del folclor  y que abrió surcos profundos a este género en la radio, hasta cuando el vallenato con acordeón se toma de manera definitiva las emisoras radiales de la ciudad, de manera especial después del  primer festival de la leyenda vallenata en 1968,  siendo  triunfador el maestro Alejandro Durán.

El año 1965, el marco de mi encuentro con Alci Acosta, uno de los mejores boleristas de América, tuvo otras connotaciones especiales con una serie de sucesos que impactaron el mundo, Colombia y Cartagena:

-Comenzó la intervención directa de Estados  Unidos  de  América en Vietnam, fumigando  con el mortal napalm  campos y aldeas, provocando muertes y miseria en millones de campesinos  inocentes.

-Culminó el Concilio Vaticano II, clausurado por el papa Paulo VI, e iniciado por Juan XXIII, evento renovador de la iglesia católica, gracias a las ideas de avanzada del papa Juan, parecidas, guardando, las diferencias  con las del  pontífice Francisco.

-Así mismo, el cura Camilo Torres Restrepo, se lanza a la política, forma el “Frente Unido” y realiza manifestaciones gigantescas en diversas ciudades de Colombia, entre ellas nuestras Cartagena de Indias.

Ahora , recuerdo ese día como si fuera ayer cuando cursaba el segundo de bachillerato, hoy séptimo: La concentración se dio en La Universidad  de Cartagena y los estudiantes de la Normal de Varones, ubicada en ese entonces en el Pié de La Popa ,  colindando con la Avenida Mompox, fuimos invitados  a recibir al padre Camilo.

Los estudiante  más avezados interrumpieron las   clases de las horas de la mañana, fueron a acompañar al cura; a otros nos tocó leer las noticias al día siguiente en El Universal, y ver las espectaculares fotografías de la movilización; Camilo, al igual que Gaitán comenzó a mover las masas populares de Colombia, mediante su estrategia política del “Frente Unido” con gran preocupación para las clases dominantes; luego, convencido que “el que escruta elige”   tomó el camino político equivocado, muriendo así otra gran ilusión de redención del pueblo colombiano.

Sin embargo, la siembra de Camilo quedó grabada para siempre en mi alma: Su  pensamiento democrático  y sus teorías pioneras sobre la teología de la liberación en América Latina, me impulsaron muchos años después a preparar y dictar  una conferencia, recuerdo hoy, en el auditorio de  la Cámara de Comercio a  intelectuales,  trabajadores de la cultura y sindicalistas, con lleno a reventar.

-Fue finalmente, precisamente en  ese año 1965, cuando la selección Colombiana de beisbol aficionado se coronó campeona del mundo frente a Méjico, con gloriosos deportistas, entre otros, Isidro Herrera pitcher, Gerardo Guzmán  cátcher, Guillermo Rodríguez, primera base, José Miguel Corpas short  stop, mi tocayo: Ubaldo Salinas, segunda base, Martín Austin, tercera base, Oscar Luis Gómez, jardinero izquierdo, Luis de Arco, jardinero central, Tomás Moreno, Jardinero derecho.

Durante los años 60, el beisbol estaba tan metido en los tuétanos de nosotros los muchachos hasta el punto que lo jugábamos en sus tres modalidades: el béisbol con bola  de “spalding”, el bate de tapita o de checa como dicen mis nietas barranquilleras Alejandra Herrera Y Valentina Elles, y el juego de  la bolita de caucho, a mano limpia.

Los beisbolistas eran nuestros ídolos deportivos, hasta el punto que las firmas comerciales promocionaron fotos  de la selección; ahora recuerdo que una de estas la colgué en la sala de mi casa en el Barrio Las Delicias y allí durante muchos años  se mantuvo, hasta cuando  un fanático “malamañoso” decidió llevársela hasta el  nublado día de hoy.

2. Mis encuentros con “Odio Gitano” y otros éxitos de Alci Acosta.

De esta manera, entre sucesos significativos, positivos y negativos en las brumas de los recuerdos de 50 años atrás evoco los momentos  cuando  escuché en una emisora de la época, tal vez Radio Vigía o Emisora Fuentes, esta canción:

Que tratas de insinuarme,

con tus actos,

a mí que te saqué de la amargura,

engáñame si quieres, que tu engaño,

es fango que no mancha mi blancura…

Es la primera estrofa de “Odio Gitano”, sin duda alguna, la mejor canción del soledeño, de la autoría del compositor Cristóbal San juan, la cual impulsó a Alci, el pianista original que decidió convertirse en cantante, gracias a las recomendaciones del compositor, de acuerdo con sus propias declaraciones en una de sus tantas entrevistas.

Odio Gitano se convirtió en éxito desde el primer momento en que sonó en la radio; hoy, recuerdo como si fuera ayer, que de un momento a otro la canción se escuchaba a cualquier hora y en cualquier sitio de la ciudad y sus cercanías; fue  con las palabras de hoy, “un fenómeno viral” y los muchachos y adultos de la época nos aprendimos de inmediato su letra y melodía, al punto que en los buses de la ruta Esperanza-Centro los  estudiantes hacíamos coros cada vez que sonaba en los vetustos radios de las chatarras  rodantes.

El “boom” de “Odio Gitano” fue tanto que no se sabe quien le hizo una parodia a la letra la cual se divulgó tan rápido como la canción original; la parodia  tiene todavía, a pesar del paso de los años, un contenido rojo que la hace   apta sólo para adultos; a los muchachos, por supuesto, nos tocaba cantarla a escondidas de los mayores para evitar complicaciones y castigos.

A Odio Gitano le siguió todo un rosario de éxitos entre ellos, los  otros dos preferidos del cantante:

“La Copa Rota” de Benito de Jesús  y “El último Beso”  de Wayne Cochran, cuyo ritmo original es una balada de los años 70.

Así, entre superéxitos, presentaciones personales e intervalos en la carrera, hoy recuerdo que Alci Acosta grabó centenares de  canciones románticas, que lo convierten en uno de los grandes boleristas del mundo al lado del “Jefe” Daniel Santos, Roberto Ledesma, los boleristas de la Sonora Matancera, Julio Jaramillo, con quien grabó tres LP, verdaderas joyas mundiales del bolero, y pare de contar…

Hoy, gracias a Dios,   afinando la memoria, recuerdo la letra y las melodías de estas canciones que nos llevan a revivir  gran parte de un pasado grato matizado siempre por la música, los estudios y los sueños de vencer la trampa de la pobreza y brindar un futuro de bienestar a los progenitores y las abuelas.

Ahora, como si estuviera  frente a la rockola o “traga níquel “de la tienda El Roma de los años 60 y 70  en la calle principal del Barrio  la Esperanza, como si viajara en un destartalado bus de esa ruta, cantando con mi “bonche” de amigos y familiares o como si estuviera  escuchando en mi radiecito transistorizado, evoco esta serie de canciones, que durante muchos años grabó y aún sigue cantando uno de los grandes artistas de nuestra Tierra:

Odio Gitano/Si hoy fuera Ayer/ La Copa Rota/, El último Beso/Traicionera/El Contragolpe/ Amor Gitano/Niégalo Todo/ Pecado /Tango Negro /Rondando Tu Esquina / Papel de la Calle / Bravo /

Brindo, Brindo /Alma Negra / / Periódico de Ayer / Amor Perdido / No Renunciaré/

Los Guaduales/ Renunciación / Lágrimas Negras / Cascarrabias / EL Jornalero/  La Cárcel de SingSing /  Camas Separadas / Yo la Maté / Yo también Soy Sentimental,  El Preso Número 9,entre otros cantos…

Y en una faceta inédita y sorprendente del caribeño aparece como por arte de magia el álbum:

“Alma de Vallenato” con composiciones románticas en son de paseo, con un acordeón que parece ser el  del maestro Rafael Ricardo (dato para investigar), otro excelente  músico de nuestra región; se trata de canciones sencillas entre las cuales se destacan:

Ramera/ La Profesora / Recuerdos Lejanos /

 Te  He vuelto a Recordar /Barajas / Mujercita  y  Hoy le Mentí a Dios.

La profesora es una creación  hermosa  y especial, para todos aquellos quienes siendo o no colegas, alguna vez  disfrutamos  del amor  de una ellas, embelesados con su ternura  el mayor de los momentos, otros disgustados con la dureza de su carácter, o sentado a  la vera   del  peor de los caminos: un cruel adiós sin despedida, un estar relativamente cerca, pero a kilómetros de distancia espiritual y afectiva.  

Así , entre un mar  de recuerdos, olvidando la larga historia que escribí sobre el bolero en este mismo espacio, respetando los gustos y disgustos y la opinión de los expertos en boleros , con su permiso les presento mi top 15 , quiero decir  mis  quince  favoritos de Alci Acosta :

1.       Odio Gitano.

2.       Amor Gitano.

3.       Si Hoy Fuera Ayer.

4.       Traicionera.

5.        La Copa Rota.

6.       Pecado.

7.       Cascarrabias.

8.       El Jornalero.

9.       Renunciación.

10.   No Renunciaré.

11.   Amor perdido.

12.   Tango Negro.

13.   El Contra golpe.

14.   La Cárcel de Sing,  Sing.

15.   El Último Beso.

Luego de  las gratas recordaciones,  de algunas de las mejores canciones  del maestro Alci Acosta Cervantes pasaré  a la narración de las experiencias vividas con ellas, lo cual será en la próxima entrega. CONTINUARÁ…


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