AMERINDIAS DE CARTAGENA COLONIAL.FINAL.VIOLADAS,MARTIRIZADAS Y EXTINGUIDAS.


 AMERINDIAS DE  CARTAGENA COLONIAL FIN.  VIOLADAS, MARTIRIZADAS Y EXTINGUIDAS.

  1. UNA VISIÓN CRÍTICA DESDE LA HISTORIA TOTAL: DOS CRONISTAS DOMINÍCOS ANTICRONISTAS.

Las mujeres amerindias de nuestra América, fueron vistas y perfiladas de acuerdo con la mentalidad e ideología judeocristiana, misógina y lasciva, a su vez de la mayoría de los conquistadores y de los llamados Cronistas de Indias, quienes desdibujaron las vivencias reales  de aquellas, y “las vieron como ellos querían verlas”, de acuerdo con la tesis de la historiadora Francisca Noguerol,pero jamás se ocuparon de denunciar la serie de abusos que  los invasores cometieron  contra nuestras mujeres originarias.

Honrosa excepción la constituye fray Antonio de Montesinos (1511…en La Española, hoy Rep. Dominicana) y el también dominico Fray Bartolomé de Las Casas o Casaus, quien denunció, ante el rey Carlos V, las ultras penosas condiciones de vida de amerindias y amerindios, tal como quedaron consignadas en sus libros.

Fray Bartolomé de Las Casas quien predicó en Cuba y México, en su libro “Brevísima Historia de la Destrucción de las Indias” (1552) refiriéndose a las atrocidades cometidas por conquistadores y colonizadores españoles en el Nuevo Reino de Granada (hoy departamentos de Cundinamarca y Boyacá), las provincias de Santa Marta y Cartagena escribe los siguientes testimonios:

1.1. En el Nuevo Reino de Granada.

“El año de 1539 concurrieron muchos tiranos yendo a buscar desde Santa Marta, y Cartagena el Perú y hallaron en tierra adentro unas admirables provincias de gentes buenas … y riquísimas de oro y de piedras preciosas que llamaban esmeraldas. A las cuales provincias dieron el nombre de Nueva Granada, porque el tirano (Gonzalo Jiménez de Quesada) que llegó primero a esas tierras era natural del reino que acá está de Granada. Y porque muchos e inicuos y crueles hombres que allí concurrieron de todas partes, eran insignes carniceros y derramadores de sangre humana”. (P.129) …

“Por miedo de las crueldades…los indios  se fueron huyendo hacia los montes… Y porque no basta esconderse en las entrañas de la Tierra hallaron gran cantidad de gente, y mataron y despedazaron más de quinientas ánimas, hombres, mujeres y niños, porque a ningún género perdonaban…y otra vez envió el capitán al mismo hombre con ciertos españoles a la provincia de Bogotá a hacer pesquisa… y así estando los indios descuidados y con confianza en la fe que les habían dado, prendió mucha cantidad de gente, mujeres y hombres y les mandaba poner la mano tendida en el suelo y el mismo con un alfanje (arma blanca parecida al sable) les cortaba la mano y decíales que aquel castigo les hacía porque no querían decir donde estaba el señor nuevo que en aquel reino había sucedido” (P.P.131,132).

  1. En la provincia de Santa Marta.

La Provincia de Sancta Marta era tierra donde los indios tenían mucho oro, porque la tierra es rica  y las comarcas tenían donde cogerlo, y por esta razón desde el año  de 1498, hasta hoy 1542, otra cosa no han hecho infinitos tiranos españoles, sino ir a ella con navíos  y saltear, y matar y robar aquellas gentes por robarles el oro, y tornábanse en navíos muchas veces, en las cuales hicieron  grandes  estragos y matanzas y señaladas crueldades, y  esto comúnmente  a la costa de la mar  y  algunas leguas de la tierra adentro hasta el año de 1523.(P.95).

Verdaderamente afirmo, que si en particular hubiese de referir las maldades, matanzas, despoblaciones, injusticias, violencias, estragos, y grandes pecados que los españoles en estos reinos de Sancta Marta han cometido contra Dios y el rey a aquellas inocentes naciones yo haría una muy larga historia” …(P.96).

1 .3. En la Provincia de Cartagena de Indias.

“Esta Provincia de Cartagena está más abajo cincuenta leguas, de la de Santa Marta hacia el poniente y junto con ella la del Cenú hasta el golfo de Urabá. Estas provincias han sido tratadas angustiadas, muertas, desoladas, despobladas desde el año 1498 0 1499 hasta hoy, como la de Santa Marta, y hechas en ellas muy señaladas crueldades, muertes y robos por los españoles” … (P.99).

2.LAS MUJERES AMERINDIAS CARTAGENERAS SOMETIDAS Y EXPLOTADAS EN SU MANO DE OBRA.

La mita, la encomienda, los servicios personales y los resguardos fueron algunas de las instituciones económicas mediante las cuales los conquistadores y colonizadores españoles sometieron y explotaron la persona y la mano de obra de los amerindios originarios de Nuestra América.

La mita, de manera especial la minera, fue una de las formas de explotación más crueles implantadas, por la dureza del trabajo, las precarias condiciones de este, el hambre y el maltrato recibido.

Si bien es cierto que esta institución es de origen amerindio, establecida para realizar las obras comunitarias, los españoles la elevaron al máximo de su más cruel expresión produciendo la muerte y la extinción de numerosos poblados indígenas con la consiguiente destrucción del núcleo familiar, al separar al varón de este.

Salvo, el Cenú y una porción del norte de Antioquia, perteneciente, también, a la antigua Provincia colonial de Cartagena de Indias, en esta no se conoció riqueza aurífera, por lo cual la mita no tuvo mayor incidencia en la zona, como si la tuvo la boga en Mompox, la cual resultó  mortal para los indígenas de la zona, por lo brutal del incesante trabajo.

En nuestra provincia, una vez finalizada la pacificación “a sangre y fuego” de los pueblos amerindios, se estableció la encomienda “por la cual el encomendero se comprometía a vestirlos, cuidarlos en las enfermedades, encargarse de las medicinas y cristianizarlos, esto último a cargo de un doctrinero, que viviría, igualmente a expensas del encomendero. Como contraprestación el indígena le entregaría la tributación, que como vasallo debería haber recibido el rey”. (María del Carmen Borrego (2009). Encomienda y población indígena en la Provincia de Cartagena a fines del siglo XVI y comienzos del XVII.P.247.En “Cartagena en el siglo XVI”. Banco de la República).

Sin embargo, la realidad se tornó muy diferente a los compromisos formales firmados por los conquistadores y colonizadores:  la encomienda, junto con los servicios personales, se convirtió en esclavitud para los amerindios, y contribuyó a través de la explotación económica, el maltrato en diversas formas, las enfermedades traídas de Europa, y el asesinato, a la extinción de hombres y mujeres, en la Provincia de Cartagena. “Estos conquistadores creyeron que tenían el derecho a forzar, robar, maltratar, e incluso a asesinar llegado el caso a estos indios para que les diesen sus propios alimentos. Y dichas actuaciones, desgraciadamente, se hicieron “algo normal”. (Borrego 2009.P.248).

Aunque las encomiendas fueron prohibidas por las Leyes de Indias de 1542, estas y los servicios personales que prestaba el amerindio y la amerindia a conquistadores y colonizadores siguieron avantes; en la visita que Melchor Pérez Arteaga, en nombre de la corona en 1560, hizo a la provincia “se cuantificó 215 mujeres, 139 hombres, 56 matrimonios y 26 muchachos. Todos ellos trabajarían como servidores domésticos(mujeres), bien en las haciendas y hatos de ganado, estipulando el visitador un salario entre cuatro y seis pesos de plata anuales”. (Borrego. (2009).P.253.

Borrego en su obra referenciada logró  determinar que en el año 1579 en Cartagena y sus cercanías, cuando la población amerindia estaba en pleno descenso, existían  22 encomenderos   con sus respectivas encomiendas, algunos de los cuales acompañaron a Pedro de Heredia en su primera hueste y recibieron de este, sendas propiedades que se hicieron vitalicias, con el paso de los años, (ubicadas en miles de hectáreas de tierra), y sus indios tributarios, aportantes de fanegas de maíz, incluida la siembra, cosecha y transporte al centro de comercio estipulado por el encomendero.

De igual forma, es necesario escribir que  a este Pedro de Heredia Fernández, el juez de residencia Juan de Maldonado, después del ataque del francés Roberto Baal en 1543, entre otros cargos, le imputó los siguientes:

“Maltratos a indios y caciques por haberlos aperreado y quemarlos vivos. Sobre este último cargo se le acusó además de ásperos tratamientos de indios y encomiendas” …

De esta forma la mujer cartagenera en su calidad de encomendada y prestadora de servicios personales al “amo blanco” fue sometida a los trabajos de aseadora, cocinera, lavandera, molendera, hilandera, fabricante de hamacas, panadera, curandera, entre otros oficios, a la par del cuidado de los menores de la familia del encomendero o encomendera, a quienes amamantaba en los años correspondientes, factor este considerado como denigrante para algunas familias colonizadoras, por provenir, de acuerdo con su  juicio, la leche de una mujer de raza inferior a la blanca.

3.LAS MUJERES AMERINDIAS CARTAGENERAS: VIOLADAS Y TORTURADAS POR CONQUISTADORES Y COLONIZADORES ESPAÑOLES.

Son diversos los testimonios históricos que muestran los procesos iniciales de mestizaje en las Indias, como hechos matizados  por la lujuria  y la violencia carnal de los españoles contra las amerindias, sucesos en los cuales nuestras mujeres  jóvenes originarias  de la aldea Karmairí fueron protagonistas de primera línea; aunque después con el avance de  la españolización(castellanización) la unión de los grupos raciales fue perdiendo el tinte violento y lujurioso, no faltó nunca el amancebamiento del amo blanco con su “esclava”(encomendada) indígena en razón de su poder político, y muy escasos fueron los hechos de los amerindios varones accediendo a matrimonios voluntarios con las blancas.

A estos denigrantes hechos se adiciona también que el mismo Heredia fue acusado por algunos compañeros de su hueste inicial, no sólo conceder preferencias alimentarias a los esclavizados africanos que le acompañaron en la conquista del Cenú, sino también permitir el amancebamiento de estos con las amerindias.

Más, nuestras amerindias no sólo fueron violentadas carnal y espiritualmente; aquellas quienes no accedían a la cristianización eran acusadas de brujería y de vasallas desafectas a su majestad el rey de España; otras, al no acceder sus maridos a las pretensiones de la avaricia española por el oro, bien hubiese sido en su condición de mujer del cacique o de un señor principal originario, fueron sometidas a torturas despiadadas.

El ejemplo clásico de la tortura   sufrida por la amerindia de Karmairí y sus cercanías está en el documento del juicio de residencia que el ya mencionado juez le hizo a Heredia:

…”se le acusó, además de ásperos tratamientos de indios y encomiendas de pueblos de vuestra Alteza, grandes excesos de muertes y cortamientos de labios, orejas y tetas”. (Banrepcultural.org.Pedro de Heredia. Biografía. Cons.marzo 27 .2023).

4.LAS AMERINDIAS CARTAGENERAS: ¿OBJETO SEXUAL DE CACIQUES Y ESPAÑOLES?

Las sociedades del modo de producción amerindio, desde la perspectiva de la Historia Total fueron sociedades que respondieron a un determinado desarrollo humano, acorde con sus fuerzas productivas, sus creaciones culturales y ordenamiento moral, en las cuales, en pueblos como Karmairí y en otros, de la antigua provincia colonial Cartagena de Indias la mujer fue valorada de manera positiva por ser guerrera, hacendosa y líder política (cacica) de su comunidad.

Por ello, no es de extrañar que en poblados de las cercanías, algunos pueblos originarios después de escuchar  la traducción  de la india lengua, las propuestas de “paz” o la destrucción de la aldea, para complacer  a la hueste invasora, le ofrecieran  las mujeres mayores de edad, las más apreciadas por su experiencia y sabiduría y en su defecto, ante el requerimiento de los lujuriosos conquistadores, las más bellas doncellas.

 Juan de Castellanos, el reputado Cronista de Indias, refiriéndose a la conquista de Cipacúa o Zipacoa ofrece el siguiente testimonio:

“Luego los indios desde sus posadas enviaron algunos ricos dones, / y cuatrocientas viejas que cargadas iban de diferentes provisiones/que mandó repartir por camaradas, Heredia dando largas las raciones/ y las joyas con las demás se juntasen para que se repartiesen y quintasen.

Vinieron a los ranchos después desto, sobre cien mozas bien encaconadas/ cada cual de ellas de gracioso gesto/en todos miembros bien proporcionadas/. Pero todas en traje deshonesto, porque sus cueros eran las delgadas/ y las partes impuras al oreo con un bestial y rústico rodeo””. (Elegías de Varones Ilustres de Indias.P.51).

Sin embargo, entre los caribes no faltaron caciques y señores principales quienes a las mujeres conquistadas en la guerra convirtieron en sus esposas “secundarias”. Siendo discriminadas y confinadas en sectores específicos de la aldea, sometidas a condiciones sociales diferentes y desventajosas frente a las de las esposas principales.

Por su parte, los españoles a lo largo de la conquista y algunos siglos  de la  colonización sólo vieron  a la amerindia como un objeto sexual, digno de tomarse  para saciar sus apetitos carnales y lujuriosos, ante la bella anatomía de numerosas originarias, quienes andaban con su cuerpo desnudo, unas, otras como las de Karmairí  con una mantellina que cubría la vulva, salvo en el tiempo cuando soplaban los vientos Alisios y nada  dejaban al cubierto, y otras como las del Cenú(Fincenú, Pancenú, gobernadas por cacicas) quienes utilizaban   faldas , de acuerdo con testimonios  arqueológicos

5. LAS MUJERES AMERINDIAS: LABORIOSAS Y EXTINGUIDAS DE LA FAZ DE LA TIERRA CARTAGENERA.

5.1. La laboriosidad extrema.

La mujer amerindia, fue vista como quisieron verla conquistadores, colonizadores y cronistas de Indias, de acuerdo con la tesis que comparto con la historiadora española francisca Noguerol.

Sin embargo, la Historia Total y la Historia Social y Económica relata   sus vivencias con base en documentos consultados en  los archivos españoles y colombianos, reflejando de manera objetiva “las realidades sufridas”  a  partir del colonialismo, muchas de las cuales se proyectan hasta nuestros días.

Sobre la laboriosidad y la importancia económica de la mujer Caribe, la editorial akelarreblogspot.com explica lo siguiente:

“La mujer se convirtió en el recurso no guerrero en todas sus fases. Toda la producción de utensilios, la agricultura, la crianza, el cuidado de los niños y hasta el cuido de los enfermos son propulsados por la mujer. Tanto es así que Robiou la llama “la fuerza de producción y reproducción”.

Los artículos de cerámica eran confeccionados exclusivamente por las mujeres, al igual que todo material que no fuese utilizado para la guerra. Piezas de algodón, utensilios líticos, cortadores y raspadores de coral, eran confeccionados por las mujeres. Según el padre Bouton en 1635, en su visión eurocéntrica las mujeres insulares no cautivas eran “esclavas y desgraciadas” de tanto trabajo. La mujer cautiva y no cautiva se encargaba prácticamente de toda la labor doméstica, excepto la cacería.

Aquelarre continúa: Un cronista anónimo en 1647 escribe: las mujeres … ”les proveen de comer y de beber(a los hombres); tienen cuidado de los niños y les  siguen a todas partes para cocinarles. Tan pronto ellas se levantan van abañarse; después se ponen a raspar y rallar la mandioca(yuca) . Y a hacer el pan para sus maridos. Hecho el desayuno se van a trabajar en sus huertos de mandioca o de patatas. Las que permanecen en casa hacen camas de algodón (hamacas). Las otras hilan algodón, también de noche al fuego…

Tienen también como tarea el cuidado de los enfermos y para ello…ellas tienen excelentes remedios y muy eficaces y de ellos tendremos algún día mejores conocimientos si Dios así lo quiere. (la mujer caribe tribal y no cautiva. Luis Rodríguez. Consultado marzo 27. 2023.)

5.2. La extinción de la amerindia cartagenera.

No fue el excesivo trabajo y la esclavitud hogareña la que contribuyó a la extinción de las mujeres amerindias; diversos factores, ocasionados por la destrucción del modo de producción amerindio originario (economía, sociedad, política y cultura), a través de la conquista y colonización española, fue lo que ocasionó su extinción.Fue la conquista “a sangre y fuego”, acompañada de la esclavitud real a la que se sometió al indígena, acompañada de hambre, enfermedades, asesinatos y demás horrores de estos procesos implantados por los invasores europeos, mayoritariamente españoles.

De una población amerindia, calculada en más de 40 millones en la cuarta década del siglo XVI,esta fue disminuyendo de manera drástica a través de los años, hasta el punto de llegar a la extinción en múltiples poblaciones de Nuestra América. Marta Lux Martelo, en su obra: “Las mujeres en Cartagena de Indias en el siglo XVII”, citando a María del Borrego explica con detalles esta situación en la Provincia de Cartagena:    

En 1627, el señor obispo de Cartagena don Diego Ramírez de Cepeda escribió lo siguiente acerca del trato que los españoles daban a los indígenas:

“Los que más padecen son los miserables indios que están ya casi consumidos, y se consumirán los que quedan por el excesivo trabajo en que los ponen sus encomenderos…No hay la cuarta parte de los que había cuando se hicieron las tasas, y a esta cuarta parte, que ha quedado, y aún menos, les hacen cumplir lo que cumplía el número entero y para esto hacen reventar a los indios en el trabajo” … (P.8)

“Para calcular la población indígena aproximada de la Provincia de Cartagena, María de Carmen Borrego tomó como primera referencia una carta del obispo al rey, con fecha 1544 donde se decía había en la provincia 40.000 indios. Para la visita efectuada por Melchor Pérez de Arteaga en 1560, se consideraría un total de 23.000 indígenas; para la de Juan López de Velasco en 1574 un total de 22.500; 36 años después un total de 4.512 indígena y en el año de 1675, un total de 3.363.

En los 100 años que van de 1574 a 1675, la población indígena había disminuido en un 85%, es decir, solo quedaba menos del 15%. En cada caída demográfica, tuvo que ver también, como es  ya sabido el mestizaje cultural y biológico”.

Los datos aproximados de la población indígena para la ciudad de Cartagena, serían los siguientes:

1560: 2.569 indígenas.

1574: 2.000.

1610 :729

1675: 466. (P.9).

Tal como puede apreciarse, el genocidio cometido por los españoles fue casi total tanto en la  provincia como en la ciudad capital; de acuerdo con los datos del censo de 1777, realizado en la Nueva Granada y por consiguiente en la Provincia de Cartagena, el número de amerindios  era de  9,384 hombres y 10.032 mujeres para un total de 19.416 personas quienes representaban el 16.4% del total de la provincia, lo cual permite  apreciar una tasa de genocidio aproximada al 83% de la población originaria.

En Cartagena de indias el mismo censo de 1777, arrojó las siguientes cifras para la población amerindia:

Hombres :28.

Mujeres:60,

para un total de 88 originarios que representaron el 0.6% del total de los pobladores de la ciudad calculados en13.690 personas con mayoría de libres, en número de 6.745 , 4.034 blancos y 2.584 esclavizados afrodescendientes y 239 religiosos(hombres y mujeres).Tomado de “Cartagena de Indias:1777.Un análisis demográfico”.Repositorio.banrep.gov.co.

En los sucesivos censos los originarios  (mujeres y hombres)desaparecieron de la historia de Cartagena, produciéndose  lo que puede llamarse el golpe de gracia  a la población amerindia, abriéndose paso la sociedad mestiza que hoy conocemos con diferentes cruces raciales, con el predominio  genético de los afrodescendientes, quienes cada día enriquecen el mestizaje  con la población venida de las sabanas de la antigua Provincia de Cartagena, a raíz del conflicto armado, que aunque menos intenso que en años anteriores todavía azota al país y la región.

Sin embargo, aunque el desarrollo de  la historia  es en espiral y no cíclico, como consideran algunos despistados, los descendientes de los amerindios están presentes de nuevo en Cartagena con sus resguardos indígenas provenientes de las sabanas de Bolívar, Córdoba y Sucre, con sus asentamientos en Bayunca, Pasacaballos, Membrillal  y Daniel Lemaitre, sitios desde los cuales, mujeres y hombres luchan por recuperar la dignidad y la importancia cultural que a sangre y fuego les arrebató el colonialismo y la democracia de los capitalistas “la mejor de las porquerías” como la calificó en reciente entrevista (hace tres semanas)   en un canal nacional de tv., el reputado expresidente de Uruguay: José “Pepe” Mujica Cordano.

PD. Fotografía tomada de Museo del oro Zenú. Banco de la República.

Con los afectos de siempre:

UBALDO JOSÉ ELLES QUINTANA.

AMBIENTALISTA. PATRIMONIALISTA.

 


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