FUNDACIÓN DE CARTAGENA DE INDIAS: OTRA HISTORIA SECRETA. (2).
- LAS HISTORIAS DE LOS CRONISTAS.
La fundación (¿?) de Cartagena es otra historia secreta y enmarañada: la historia tradicional basada en los relatos de algunos cronistas de Indias se la atribuyen a Pedro de Heredia Fernández, cuyas huestes desembarcaron en Karmairí el 14 de enero de 1533, y después de varios meses de atacar a la población amerindia de nuestras islas y sus cercanías, en “Tierra firme”, un primero de junio del mismo año decidió fundar la ciudad, en lugar cercano al desembarco inicial , de acuerdo con la versión oficial de la Academia de Historia de Cartagena.
Por su parte, Fray Pedro Simón en sus “Noticias Historiales…” afirma que Heredia fundó a Cartagena el 20 de enero de 1533; de manera semejante, Juan de Castellanos, autor de Elegías de “Varones Ilustres de Indias” en su obra escrita en versos declama:
Cumplidos eran ya los días veinte
del mes nombrado del bifronte Jano, (enero)
del año que dijimos ser presente (1533),
y día del beato sebastiano,
cuando para trazar pueblo potente
cristiano, morador tomó la mano,
repartiendo por orden los solares,
en el istmo que goza de dos mares.
…Señalaron iglesia, diose plaza,
y a San Sebastián dos de los mejores
solares donde hay hospital nombrado,
y es hoy como patrón reverenciado.
Es esta la versión más creíble de la supuesta fundación de Cartagena, a la cual se mantuvieron fieles los historiadores tradicionales desde el siglo XIX.
Sin embargo, la situación varió y en 1980, en Cartagena se dio por aceptado que la fundación de la ciudad no había sido el 20 de enero, sino el 1 de junio de 1533.
Eduardo Lemaitre (1983) en su Historia General de Cartagena explica el cambio:
“La cuestión de la fecha fundacional (de Cartagena) fue motivo de agitada polémica en 1933, con ocasión del cuarto centenario de dichas efemérides. Para entonces la Academia de la Historia de Cartagena se enfrentó a la Academia Colombiana de Historia que sostenía la tesis del 1 de junio e insistió (la academia cartagenera) que aquella fecha debía ser celebrada el 20 de enero.
Pero con posterioridad, esta doctrina fue rectificada por medio de la resolución No. 1 de 1980, que aparece publicada en el Boletín Historial # 154 y se adoptó como fecha oficial de la fundación de Cartagena, el 1 de junio de 1533, y la del 20 de enero como la del asiento provisional”. ( Tomo I .P.68).
El enfrentamiento de las tesis fundacionales en primera instancia se dio entre los historiadores cartageneros Gabriel Porras Troconis y José María Benito Revollo, por una parte, y por otra con el historiador enrique Otero D’Costa.Los cartageneros impusieron sus tesis del 20 de enero, pero en 1980, la Academia de Historia de Cartagena revaluó lo aceptado por tanto tiempo, y terminó declarando la “fundación” oficial de la ciudad el 1 de junio de 1533, tal como se acepta en nuestros días
2. PERO… CARTAGENA DE INDIAS NO FUE FUNDADA …SINO KARMAIRÍ OCUPADA.
Para la Nueva Historia Social y la Historia Total, es otra verdad de a puño, que Cartagena de Indias no fue fundada, sino que la aldea Karmairí fue conquistada y ocupada de manera violenta, de tal forma que sus habitantes fueron condenados a su pronta extinción y la población sometida a un lento proceso de transformación urbana.
Diversos testimonios de prestigiosos historiadores lo demuestran a continuación:
Las primeras pistas de la no fundación y si de la ocupación, la escribe el historiador Luis Navarro García, prologuista de la obra de María del Carmen Gómez, una de las historiadoras españolas más destacadas de la Escuela de Sevilla, en su libro: “Pedro de Heredia y Cartagena de Indias”:
“En la primera administración de Pedro de Heredia (1533-1536) …Cartagena de Indias, ciudad clave en las rutas indianas, estaba llamada a albergar siempre una fuerte proporción de población europea flotante, de destino muchas veces incierto, pero la primera Cartagena, la pequeña ciudad, asentada sobre un poblado indio, realmente, una más entre las aldeas de madera y barro, de cañas y bahareque de su distrito, tendría también, en lo social, un espíritu marcadamente indio”. (P.XVII).
Pero en aparente contradicción a su prologuista, la autora referenciada reconoce el acto de la fundación, en el sentido que hubo una fundación provisional el 20 de enero de 1533 y otra definitiva el 1 de junio del mismo año; sin embargo, no existen documentos, tal como lo reconoce la historiadora referenciada, citada por bbc.com/noticias: “La polémica se debe a la ausencia de un documento en el que se encuentre especificado el día exacto del suceso”. (enero 27. 2018.Quien fue Pedro de Heredia…)
Francisco Muñoz, otro importante historiador de Cartagena citado por la fuente documental anterior afirma, de manera taxativa: el 20 de enero es una fecha más arraigada para los cartageneros: Sin embargo-dice el entrevistador-El historiador rechaza la idea que la urbe haya sido fundada alguna vez:
“Pedro de Heredia nunca fundó a Cartagena, porque Cartagena es una ciudad que no fue fundada. La supuesta fundación no tiene acta fundacional, no existe; la fecha del 20 de enero, lo que sucede es el trazado de unas calles y la destinación del espacio para la catedral y un hospital”.
Analizada así la situación queda a la vista la no fundación de una ciudad, sino la conquista y la ocupación violenta de la aldea Karmairí y la pronta extinción de los amerindios, (como ya se afirmó) quienes prefirieron esta, al sometimiento ante el criminal invasor.
Otros hechos que fortalecen la presente tesis son los relacionados a continuación:
Ubaldo Elles (2017) en su libro: “El Castillo San Felipe de Barajas, a través de la Historia Universal”, explica que:
“Pedro de Heredia y sus huestes se asentaron y acomodaron en los lineamientos poblacionales de la aldea Caribe, y sólo cuatro años después, (1537) cuando Heredia fue residenciado (investigado) y condenado por el visitador Juan de Badillo (o de Vadillo) empezó a darse los patrones de poblamiento urbano, de acuerdo con las normas establecidas por España para las nuevas poblaciones en el mundo conquistado”.
Carmen Borrego Pla, confirma al respecto:
“El juez de residencia, Juan de Vadillo, entre 1533 y 1537, acometió el primer intento de alineación del viario de Cartagena, en el que se organizaron las calles para que quedasen dispuestos los mismos bohíos de “bajareques” que habían formado el pueblo indígena de Calamarí, núcleo primitivo de la ciudad” (Trayectoria urbana de Cartagena. Banrep cultural. Consultado.mayo15. 2020).
De esta manera, salta a simple vista que cuatro años después de la llegada de los invasores a Karmairí, continuaba casi intacta en su estructura original, pero se iniciaban cambios importantes.
La historiadora continúa: “Hasta mediados de siglo, Cartagena era una ciudad agobiada por el avance del manglar, y donde las vacas pastaban en medio de sus calles. El terrible incendio de 1552 destruyó por completo a la ciudad y aunque se produjo la rápida reconstrucción, los edificios volvieron a levantarse con los mismos materiales pobres hasta entonces usados.
En las ordenanzas de 1555 se recogía el reparto de los solares después de la fundación, por lo que, por entonces, debía estar realizado el trazado de la ciudad, aunque fuese a grosso modo. Las ordenanzas del Cabildo de 1567 disponían que los dueños de los solares debían construir en un plazo de seis meses, de lo contrario los perderían.
Sin embargo, con el paso del tiempo y el desarrollo económico. La construcción se fue ennobleciendo y en 1571… las calles aparecen alineadas.
La llegada a Cartagena en 1574, ya en calidad de gobernador, fue decisiva para el desarrollo urbano de la ciudad, por el impulso que le dio a las obras publicas y la mejora de los materiales constructivos de las viviendas. que en 1573 alojaba a 2.000 personas, aproximadamente”.
Un análisis de los anteriores testimonios documentales, permite afirmar que es sólo a partir del año 1552, después del incendio que arrasó a Karmairí, cuando esta aldea amerindia empieza a desaparecer y que la administración del gobernador Fernández del Busto fue fundamental para el desarrollo urbano, al punto que es sólo en 1574, cuando el rey Felipe II le concede el título de ciudad y al año siguiente, el de “Muy Noble y Muy Leal Ciudad”, por lo servicios prestados a la corona.
Leídos estos testimonios es válido preguntar, también: ¿Cual Fundación es la que hizo Heredia? ¿Dónde está el acta fundacional? ¿Porque razón las autoridades del Distrito y otras entidades se empecinan en mantener esta absurda tesis? ¿Por qué continuar reconociendo méritos a un despiadado a un esclavista, asesino de amerindios y afroamericanos, verdugo de sus propios compatriotas, cuando hicieron parte de sus huestes?
Estos interrogantes nos conducen a plantear la situación de la estatuaria de los opresores en Cartagena de Indias, a continuación.
3. EL DEBATE EN TORNO A LAS ESTATUAS DE LOS OPRESORES DE LOS CARTAGENEROS ORIGINARIOS.
En nuestros días de pandemia y de paro nacional, cuando las diversas fuerzas populares se levantan contra la violencia, el hambre, la opresión y la injusticia social, en todas sus manifestaciones, cuando sectores de estas fuerzas han optado por destruir las estatuas de algunos de los opresores, el debate ideológico en torno a su conservación pública en los escenarios privilegiados en que las erigieron, el debate se torna candente y necesario, y es preciso tener presente las siguientes cuestiones:
Por lo anterior, al erigir la estatua de un personaje, es necesario tener muy pendiente:
1. Su accionar histórico en nuestra tierra: si realmente este fue acorde con los derechos humanos, si actuó con los parámetros de la justicia social y si fue, entre otras cosas promotor y gestor del bienestar de la comunidad que le construyó el monumento.
Entonces, no es como expresa el alcalde Dau, que “independientemente que Pedro de Heredia haya sido un malandrín, un corrupto y todas las cosas que quieran decir de él, es al fin y al cabo el fundador de Cartagena; no es por rendirle homenaje, pero es una estatua de quien fundó Cartagena en 1533 y eso no se puede negar”. (el universal .com.04de mayo.2021.02:54 p.m.” No podía permitir que tumbaran la estatua de Pedro de Heredia: Dau”.
Pero… con mucho respeto si importa quien fue Heredia: Un criminal de amerindios y afroamericanos, un salteador y saqueador de nuestros pueblos; de igual forma no puede considerarse fundador de Cartagena, tal como lo demuestran los documentos contundentes de los propios historiadores españoles y de los nuestros, como el excelentísimo y eximio historiador Juan Friede
- ¿Por qué mantener un monumento de un falso héroe cuya simple vista, a propios y extraños recuerda las ignominias y atrocidades cometidas contra nuestros antepasados?
- Los monumentos no sólo simbolizan al personaje, sino también el hecho histórico sucedido, como lo reconocen respetables miembros de la Academia de Historia de Cartagena; más: ¿que representan el accionar de las huestes de Heredia, de Cristóbal Colón, sus socios y familiares, de la “India lengua” llamada Catalina, ¿de los responsables de las guerras civiles que asolaron a Cartagena y Colombia? Múltiples veces lo he escrito en este espacio: significan ignominia, violencia injusticia, opresión y exterminio y pare de contar.
- Para finalizar estas extensas líneas, soy taxativo y para evitar equívocos de cualquier naturaleza dejo expresa constancia que:
A. RESPETO Y VALORO todas las opiniones contrarias a mis tesis de amante estudioso de la historia de nuestra Cartagena de Indias.
B. SIGO considerando que las estatuas de los opresores no son patrimonio cultural de la ciudad, y por lo tanto deben ser retiradas del espacio público y llevadas al Museo Histórico, con una reseña verídica del hacer histórico del homenajeado, sin ninguna razón valedera.
C. NUNCA, jamás estas estatuas deben ser objeto de vandalismo o atentado de cualquier naturaleza, y RECHAZO cualquiera de estas acciones, porque esas fueron erigidas con recursos públicos y los recursos públicos son sagrados, como lo expresó Antanas Mockus.
D. FINALMENTE, escribo con mucho respeto a las autoridades del Distrito que el próximo 1 de junio no hay ningún acontecimiento histórico objeto de celebración. La coyuntura política del paro nacional y la pandemia que nos azota, no son propicias para celebrar, y mucho menos actos que no sucedieron, como en el caso narrado.
Con los afectos de siempre:
UBALDO JOSÉ ELLES QUINTANA.