CUATRO INDESEABLES BARRRIOS DE CARTAGENA.
- Los tres primeros barrios indeseables.
Al finalizar el siglo XIX la clase popular excluida, empobrecida y marginada de Cartagena, fundó y construyó a Pekín, Pueblo Nuevo, El Boquetillo y después a Boca grande (1925)con los mínimos recursos económicos sobrantes de la manutención diaria y la satisfacción mínima de las necesidades básicas; por ello el tipo de vivienda levantada fue de carácter rústico, con paredes de maderas y techos de teja, la mayoría, aunque otras fueron construidas con materiales de mayor duración, como fue el caso más sobresaliente el de Pekín.
Pero así como el rústico rancho fue una bendición para los desposeídos al contar con un recurso para protegerse del agua, del sol y para dormir, para las clases dominantes, para la élite cartagenera, residenciada mayoritariamente en el centro histórico, representó una ofensa , una afrenta a su condición social, al tener de vecinos a quienes llamaron de manera despectiva “la gentuza “de pescadores, zapateros, lavanderas cocineras, empleadas domésticas, artesanos , vendedores callejeros, lustra zapatos, carpinteros, albañiles y de otros oficios considerados de “gente pobre”.
Fueron ellos los fundadores y habitantes de Pekín, Pueblo Nuevo y Boquetillo desde 1885 hasta 1939 y Bocagrande después de 1925; adosados los tres primeros a los baluartes y murallas en el tramo comprendido entre el baluarte Santa Catalina (La Tenaza) y el baluarte San Ignacio, allí estuvieron hasta cuando fueron desalojados y trasladados a la entonces malsana zona de Canapote (cuna de la antigua cultura amerindia de su nombre) entre manglares, pequeños cuerpos de agua y miles de vectores(mosquitos, transmisores de mortales enfermedades).
En nuestros días, son escasos los vecinos originales sobrevivientes de esos lares, al igual que son muy pocos los cartageneros que conservan en su memoria la historia de unos de los primeros barrios populares de la entonces aristocrática, pero arruinada urbe cartagenera.
Sin embargo, a pesar de la desmemoria, la amnesia colectiva, y la invisibilidad a la cual fueron sometidos por la historia oficial y tradicional, dos historiadoras egresadas de la U. de C.: Nelly Bohórquez G. y Carmen Hernández B. se dieron a la loable tarea de rescatar las vivencias de nuestras gentes, elaborando el trabajo de tesis de grado denominado: “Barrios populares: Una forma de construir ciudad en Cartagena de Indias. Casos Pekín, Pueblo Nuevo y Boquetillo 1890-1939.
Hoy por hoy, la investigación referenciada es el trabajo histórico más completo conocido y a mi alcance, en el cual sustento algunas de mis afirmaciones y daré de él los respectivos créditos de derechos de autor, como siempre acostumbro en mis escritos.
2.LA HISTORIA SOCIAL VERDADERA SOBRE LA GÉNESIS DE PEKIN, PUEBLO NUEVO Y EL BOQUETILLO.
Citando a las autoras mencionadas, los barrios se establecieron así:
***Pekín. De acuerdo con el escritor Daniel Lemaitre, el nombre de Pekín deriva de una de sus principales fundadoras María de la Cruz de Ávila, apodada la china de quien relata:
“La China hacendosa mujercita propietaria de varias chivas, junto a su casita se levantaron otras y otras, pero como se sentían bajo el imperio de la China, el barrio tomó el nombre de Pekín. Siendo un barrio pequeño de aproximadamente ochenta y cuatro casas, estuvo ubicado fuera del recinto amurallado” …
En la cruz de Canapote, un homenaje a las personas que perdieron la vida a raíz del traslado de los habitantes de Pekín hacia este sector, reza la siguiente inscripción:
“Homenaje de gratitud a la Sra. María de la Cruz de Ávila fundadora del barrio de Pekín en las bodas de oro de esta fundación. Año de 1885.Su nieta agradecida mercedes Terán. Mayo 3.1935”.
y estuvo… “formado por las edificaciones situadas desde la puerta Santo Domingo, hasta la muralla del diablo. Las residencias construidas en él no estaban amontonadas ni sumidas en un completo desorden, como se ha catalogado de ahí que: Había dos hileras de casa que quedaban frente con frente, separadas por una calle central”.
“Las de la primera hilera, sus patios colindaban con las murallas y los de la segunda con el mar; los materiales con que se fabricaron eran de madera, material (bloques de cemento y estructuras en concreto) techos de teja y zinc; algunas, cuyos dueños eran más pobres se hacían de madera apoyada con cartón”.
***Pueblo Nuevo estuvo formado por las edificaciones emplazadas desde la puerta Santo Domingo hasta Boca grande. De los tres fue el primero en formarse fuera de las murallas y llegó a tener hasta 75 viviendas de madera, concreto, y tejas.
Como en Pekín, sus habitantes trabajaron en diversas actividades; las autoras mencionadas, citan al periódico La Prensa (sábado noviembre 25 de 1912), el cual describe de esta forma al poblado: “Pueblo Nuevo es una calle fundada desde el pie de la muralla de Santo Domingo hasta San Javier; en este caserío existen casas cómodas y también vive gente pobre de las que han tenido que salirse de la ciudad por la carestía del arriendo de piezas apropiadas para habitarlas con relativa comodidad. Hay en este caserío un regidor y una escuela alternada, es un lugar de paseo muy concurrido y de aspecto agradable”. (P.39. Tesis mencionada. U de C.).
***El Boquetillo… citan las autoras mencionadas: “estaba conformado por las edificaciones situadas desde la muralla de La Merced hasta la de Santa Catalina. Aproximadamente se estructuró por setenta y una viviendas de madera y zinc; sus propietarios eran de condición humilde dedicados a labores como la albañilería, zapatería, pesca, entre otras labores, mientras que las mujeres lavaban y planchaban en las casas grandes”.
3. LA HISTORIA TRADICIONAL SOBRE LA GÉNESIS DEL BOQUETILLO, PEKÍN Y PUEBLO NUEVO.
En este ámbito, y en el transcurso de los años, fue Alberto Lemaitre (Mr. Tollo), quien con su libro: “Estampas de la Cartagena de Ayer”, editado en 1990,dejó grabado para la posteridad, fragmentos escritos sobre las vivencias de los habitantes de los tres barrios y de Boca grande, también , pero a su vez mostró su rechazo y desprecio por los moradores de los primeros, adosados a las murallas y otras fortalezas del centro histórico ,en el sector comprendido entre el baluarte de Santa Catalina desde el tramo de la tenaza hasta el baluarte de San Francisco Javier y San Ignacio, en la entrada del actual Boca grande.
El escritor explica la génesis de los tres primeros barrios, en una forma distinta a como lo hacen las historiadoras referenciadas:
“Los cartageneros que pescaban a lo largo de la muralla de Santo Domingo y en la caleta que se formaba después de las fuerte brisas de enero, por donde viene el róbalo, decidieron un mal día, mudarse allí para estar más cerca del mar en la misma playa, contando con la indiferencia de las autoridades que mandaban desde hacía 35 años, al punto que permitieron cometer el crimen más monstruoso contra la ciudad y el turismo, tumbar casi medio kilómetro de muralla desde, desde la india Catalina, hasta pegadito al reloj público”.
“Al conservatismo lo que le importaba era que no perdieran los votos para reanudar el poder. Y sin
más inconvenientes el populacho trajo cuanta tabla y palo encontraban y comenzaron a horadar la piedra de la muralla para colocar allí los horcones que debían sostener el techo de la media agua de sus ranchos”.
“Primero fue El Boquetillo donde había dos casas de prostitución y muy cerca del gimnasio de los hermanos Gómez y una cantina del Chachán que vendía el ron de coco. Las casas del Boquetillo llegaban hasta los límites con la tenaza”.
“Luego vino Pekín, barrio con mucho empuje ya que, para el 6 de enero, día de los santos reyes celebraban esta fiesta con carnavales, reinas en tronos fabricados con palma de coco, música, ron…y unas muchachitas como de 15 años, para que no se durmieran le ponían palillos en los párpados para que tuvieran los ojos bien abiertos. Y esa fiesta con su interminable guayabo terminaba el 7 de enero”.
“Como ya Pekín estaba super poblado, los que venían sin rancho dispusieron construir otro caserío que se llamó Pueblo Nuevo y que festejaban su fiesta en junio, junto con Pekín”.
“Eran los lugareños de esa época unos indiferentes con la ciudad, que nadie vio lo mal que lucían esas tres callejas pegadas a la muralla en un gran sector colonial hasta que llegó a la alcaldía mi tío Daniel Lemaitre Tono, quien, sin pensarlo dos veces, decidió desbaratar esos caseríos. Y así que un buen día comenzaron a llegar los camiones y la policía y comenzaron a desbaratar las casas ante el llanto a moco tendido de las mujeres y los niños”.
“Así se pudo terminar tamaña falta de respeto a la ciudad y a su turismo…Los moradores de estos caseríos fueron trasladados al actual barrio de Canapote” (Obra citada.P.34).
4. EL INFAME DESALOJO DEL CENTRO HISTÓRICO HACIA CANAPOTE.
Fue en 1936 cuando el alcalde Daniel Lemaitre Tono lideró el desalojo de los barrios extramuros referenciados en coordinación con la Sociedad de Mejoras Públicas de Cartagena.
El documento:” Transcripción del borrador del informe de Carlos Crismatt Esquivia de los barrios de invasión Pekín, Pueblo Nuevo y El Boquetillo durante su erradicación (1936)” publicado en la página cartagenadeindiasweb.com, editado por Carlos Crismatt Mouthon, reseña lo siguiente:
“La demora de la demolición de las fincas, ha consistido en que la Sociedad De Mejoras ha dado a sus dueños el tiempo suficiente para construir sus casas en el barrio Canapote, y de esa manera han gozado de verdadera comodidad en el traspaso de materiales que en su mayoría han sido utilizados, salvo muy raras excepciones, pues es bien sabido que a muchos de los dueños de casas del barrio de“ Pekín” no les ha alcanzado el dinero para terminar sus nuevas construcciones por lo exiguo dado por la Sociedad de Mejoras. Bien merece que, terminada la desocupación de los mencionados barrios, esta entidad haga algo en beneficio de esta gente pobre”.
Aunque el documento reseñado da algunas pistas sobre la situación de la erradicación de los barrios, la realidad fue supremamente cruel con los desalojados:
Canapote en esa época era un sector de manglares y cuerpos de agua pequeños, charcas y corrientes de aguas servidas, con un clima insalubre, plagado de vectores causales de diversas enfermedades.
Las historiadoras Bohórquez y Hernández explican la situación en el trabajo arriba citado:
“Tampoco se dio una verdadera solución sanitaria, todo lo contrario, a pesar de las supuestas labores desmonte de Canapote, antes del traslado de sus nuevos ocupantes, dichos terrenos se hallaban llenos de maleza, culebras y montes, eran en general depositorios de aguas estancadas que vinieron a afectar gravemente la salud de ancianos y niños con menos defensas para enfrentarlos. Sin duda a su llegada se enfrentaron a la epidemia del paludismo que a pesar de ser una enfermedad presente en otros barrios de Cartagena, allí fue donde cobró mayores víctimas, sobre todo en individuos de edad avanzada”.
Diversos testimonios citados por las autoras ya referenciadas complementan el estado grave de la situación:
“Aunque el paludismo azota a este sector con la misma intensidad que a otros, cualquiera de los barrios palúdicos de Cartagena, sólo en Canapote se propagó más por el estado de extrema pobreza de su moradores”.
“Cuando estábamos a la orilla del mar, nos sentíamos fuertes, pero al llegar a Canapote, lleno de charcas, la gente comenzó a morir”.
Lo previo es corroborado por un exresidente del Cabrero:
“Yo estaba de acuerdo con el desalojo, más bien por conveniencia, ya que iban a hacer la Avenida Santander, pero por otro lado recuerdo que Canapote era puro fango, monte y mosquito, había de todo diablo. Por eso hubo una epidemia y ahí murieron un poco de pelaos” (niños y adolescentes) P.p.57,58.
5.BOCAGRANDE EL CUARTO BARRIO INDESEABLE DE PRINCIPIOS DEL SIGLO XX.
Contrario a la convicción de las mayorías cartageneras, que Boca grande siempre fue un barrio de estrato 6, hay testimonios de lo contrario; es el mismo Alberto H. Lemaitre, el escritor de la élite que repudió la presencia de los habitantes de Pekín, Pueblo Nuevo y El Boquetillo, quien da el testimonio que Boca grande en sus inicios fue un poblado de humildes pescadores, quienes se asentaron en el sector de lo que en nuestros días se conoce con el nombre del Laguito, y que al igual que los habitantes de los barrios empotrados en las murallas, fueron también desalojados.
En la obra citada Lemaitre escribe:
“Boca grande en 1925 era una porción de arena llena de icaco y uvita de playa. Su centro era un gran arenal…Tan sólo al final de la península, donde hoy está el hotel Hilton había un caserío de pescadores con algunas casas y calles, que el 8 de diciembre vestían con banderitas de papel y festejaban la fiesta de la concepción con papayeras y tacos de dinamita tirados al aire”.
“Los pescadores tenían su centro de trabajo en el canal que conduce de la escollera hasta dentro de la bahía. Para las primeras décadas del siglo (XX), allí se pescaba abundante número de grandes jureles y picudas que se cogían corriendo”.
“Eso en la península de Boca grande que un mal Concejo vendió a la compañía Andian Nathional Corporation por la irrisoria suma de 25.000 pesos. La Andian compró el terreno para urbanizarlo y dedicarlo a sus empleados norteamericanos y nacionales, principiando la construcción de casas por el malecón”.
“Los pobres pescadores cuando el progreso llegó a Boca grande, no tuvieron más remedio que volver a la isla de Tierra bomba donde volvieron a construir sus ranchos y volver a sus faenas de pesca”.
“Cuando ya se habían instalado (en Boca grande) llegaron unos avivatos a comprar los lotes de estos pobrísimos pescadores. Y ellos aceptaron vendiendo al irrisorio precio de 100 y 400 pesos los lotes. Luego hacían la minuta y como los pescadores no sabían escribir le hacían poner la huella del dedo índice. Esto le abrió las agallas para poner en vez de una, 10 ,20 hectáreas, pues los vendedores no sabían leer”. (P.142).
Así, de esta manera se consumó otro desalojo, otro despojo a los marginados de Cartagena de Indias; pero la exclusión de estos no ha parado allí. En la década de los años 60 del siglo pasado le tocó el turno a los habitantes de Chambacú cuyas vivencias narró en una novela el gran escritor Manuel Zapata Olivella y en nuestros días el magnífico narrador Juan Gutiérrez Magallanes, de nuestra Asociación de Escritores del Caribe y de nuestro Parlamento Internacional de escritores de Cartagena.
Hoy, el curso de la gentrificación continúa en Cartagena. La gentrificación es definida por la RAE. como un “proceso de renovación de una zona urbana, generalmente popular o deteriorada que implica el desplazamiento de su población original por parte de otra de un mayor poder adquisitivo”.
Hoy el turno es para los habitantes de La Boquilla y Getsemaní; definitivamente el capital y las clases dominantes sólo ven en las gentes humildes sujetos de explotación y expoliación. Nuestra historia de heroica ciudad así lo confirma, cuando recordamos que el primer desalojo se realizó en 1533 cuando llegaron los chapetones a colonizarnos.
Postdata: Las fotografías son tomadas de la página: cartagenadeindias.wer.com
Con los afectos de siempre:
UBALDO JOSÉ ELLES QUINTANA.