Transcurría el año 1962 de la gracia de Nuestro Señor Jesucristo, cuando de manera inesperada viajé a San Juan de Puerto Rico, la Borinquen Querida y el Viejo San Juan de Rafael Hernández, uno de los grandes compositores de América Latina.
A través de la entrega inmediata del viejo correo aéreo llegó a mi casa la carta de invitación firmada por Rafael Cortijo y Rafael Ithier, integrantes de la agrupación musical: “Cortijo Y Su Combo”.
Raudo partí en el vapor “La Carolina” que había anclado en el Muelle de “La Machina,” hoy Base Naval ARC, enviado de manera especial por Ismael Rivera, quien años antes lo había adquirido para conservar el recuerdo de un gran amor , el cual inmortalizó con esta canción:
Mira ese barco entrando en la bahía,
Ahí se va , se va , la novia mía…
Carolina, Carolina, Carolina,
Así se llama este barco entrando
en la bahía…
N o te la lleves muy lejos Carolina,
Porque si tú te llevas, ese negra
Te llevas la vida mía.
La misión a cumplir era clara: servir de mediador en el conflicto artístico entre Rafael y Rafael, por razones de apreciación musical; sin embargo, mis oficios no fueron suficientes porque la ruptura al interior de Cortijo y su Combo se dio, a pesar de mis esfuerzos.
De esta forma Cortijo continuó con su grupo musical, y Rafael Ithier con el apoyo del empresario y arreglista musical, Rafael Álvarez Guedes creó, a partir de ese 1962 “El Gran Combo de Puerto Rico”, que bien pronto se convirtió en “La Universidad de la Salsa”.
Entre mis recuerdos figura el primer álbum del naciente grupo lanzado en 1963, autografiado nada más y nada menos que por Andy Montañés y Pellín Rodriguez. El disco de larga duración” El Gran Combo…de Siempre” permite apreciar entre sus éxitos:
A la loma de Belén,
Merengue Melao,
y la Mafafa
de nuestro gran cantante y compositor Elíseo Herrera, dedicado a esa mata sacada del anonimato por esta canción :
Josefa que linda tiene
su matica de mafafa
Y yo la estaba observando
por debajo de las gafas…
Más la mafafa no sólo la tenía Josefa, la tenía Rosa, Jacinta, Ceferina y todas mis vecinas; hoy por esas ironías de la vida y por las razones que conocemos los ambientalistas no sólo está desapareciendo la planta, sino también los jardines que tanto fascinaron a nuestras abuelas.
Así, surgía para el mundo “El Gran Combo” en ese año 63 del siglo pasado, fecha aciaga para la democracia norteamericana y para el álbum musical , pues el asesinato del presidente John Kennedy obligó a suspender su promoción desde noviembre en Puerto Rico.
A mi memoria viene ese día 22de Noviembre de1963, cuando la radio empezó a difundir el magnicidio y el mundo a vivir la agonía desde Dallas Texas, desde la mañana hasta las horas de la tarde, cuando falleció el presidente.
En mi casa de Las Delicias, la radio incansable pasaba los cables de las agencias extranjeras, algunas de los cuales inculpaban a los comunistas; no eran vanos los mensajes pues estábamos en plena guerra fría y la revolución cubana sólo tenía “cuatro añitos”.
Jaime Del Rio García (QEPD), insigne amigo de la época y suboficial de la Armada Nacional lamentaba el hecho acogiendo los mensajes de las agencias extranjeras echando pestes contra los cubanos y contra todo lo que tuviera olor a revolución, ignorando que el magnicidio, fue producto del conflicto interno de los gringos.
Tiempos después Ramito propagaba por el Gran Caribe la canción Jibara: la Muerte de un Presidente:
..La democracia ha perdido,
Un defensor en su punto,
Y yo me digo y me pregunto:
Si el pensó en esa tragedia,
Llegó Dallas Tejas, a las diez y media,
Y a la una era un difunto…
Pues bien, desde entonces el Gran Combo cultiva éxitos a través de más de 40 publicaciones y centenares de canciones, muchas de las cuales son de nuestros compositores, adaptadas de magistral manera al sabor de la música caribeña, canciones que en su conjunto le validaron el título de” La Universidad de la Salsa”
debido a la gran calidad de la música y de los músicos y cantantes que por sus aulas han pasado.
Sin embargo, mis cercanías personales ,después de 50 años de existencia de la orquesta, se dieron con las personas del maestro Rafael Ithier, Andy Montañéz y Charlie Aponte; a Jerry Rivas, por razones del destino, nunca pude acercarme salvo cuando asistía a algunas presentaciones de la agrupación.
De Andy, son muchos los recuerdos que aún conservo vivos:
…. Se están cayendo, hojas blancas
En mi cabellera y
Mi cuerpo se sigue agotando,
Cada día más y más.
Ha llegado el momento de sentirme contento,
Por todo el bien que he hecho…
Mientras la pista sonaba y Andy cantaba a dúo con mi hermano Rafael, yo interpretaba este hermoso coro que dice:
Las hojas blancas siguen cayendo,
Las hojas blancas siguen cayendo…
L a noche, en casa de mi hermana Alba continuaba rápida y emotiva; las canciones con Andy seguían apareciendo, y así le llegó el turno a
Serrana,
Los tenis,
Julia,
Un verano en Nueva York,
Ámame, , Mi nido de Amor del gran Octavio Daza y otras inolvidable piezas musicales.
Pero en medio del Jolgorio, las cuentas del alma, de las cuales nos canta Rubén Blades, nunca se terminan de pagar y afloraron a mi alma los recuerdos de un viejo amor de los años sesenta y entonces le pedía Andy que cantáramos dúo : “Ámame”, que dice de esta manera:
Ya no sé cómo decirte,
Que eres mi vida, mi encanto…
Abrázame con ternura y suelta tu pelo largo…
Ámame hasta que salga el alba vida mía, ámame
Hasta que la luna se esconda, ámame,
Hasta que esté libre el cuerpo,
Ámame con furia loca…
Quiéreme, bésame, abrázame,
Necesito de tu amor…
Era lo que sentía por una paisana de ojos hermosos, como los de mis hijas hoy, y tal vez hubiese sido la mamá de ellas, si el destino no se cruza por nuestro camino
sus largos cabellos se convertían en una red que atrapaba parte de mi cariño y cuando los soltaba se veía más hermosa, tornándose su parecido a una virgen de la antigüedad griega.
El show fue espectacular y los aplausos delirantes no se hicieron esperar; no era para menos con la calidad de la voz de Andy y el afecto que me tenían todas las personas presentes.CONTINUARÁ.