EL Reto de “Primero La Gente:(1): De un Distrito Fallido a una Cartagena Sostenible.
La ciencia política contemporánea en la búsqueda de explicaciones válidas a las realidades que viven las sociedades ha elaborado una nueva categoría para designar a aquellos Estados que a través de la historia no han podido dar respuestas aceptables al logro del bienestar de la mayoría de sus asociados, vale decir a las clases populares.
Desde esta perspectiva, pensadores de diferentes latitudes del planeta han elaborado el concepto de “Estado Fallido” para significar a aquellas naciones y gobiernos que no han podido, o tal vez querido, dar respuestas positivas al bienestar de los ciudadanos.
Si bien es cierto que el concepto de “Estado fallido” es muy controvertido en la actualidad, algunos autores, junto con Laura Tedesco, comparten el criterio que este tipo de Estado es aquel que:
Ha fracasado en la provisión de los bienes políticos fundamentales a los asociados como son la seguridad física, instituciones transparentes y eficientes, servicios públicos universales y eficientes, ambiente sano, administración racional de la economía y el bienestar general de la comunidad. La deficiencia de estas tareas hace que el estado sea incapaz de mantener un monopolio del uso de la fuerza física y brindar seguridad.
De esta suerte, un vistazo por las naciones del mundo, fundamentado en algunas listas elaboradas por instituciones dedicadas a la investigación política, es posible afirmar que en África, al igual que en Europa existe un conjunto de Estados fallidos, catalogados en diferentes categorías de mayor a menor estado de postración.
Interesante resulta conocer también la lista de los Estados latinoamericanos inmersos en esta categoría, o de manera más precisa , aquellos que están al borde de ella como son Méjico, Brasil, Bolivia, Paraguay y Colombia, siendo este el más grave de todos, aunque los sucesos de los últimos tres años, le da el deshonroso lugar a Venezuela.
Si bien es cierto que las comparaciones son odiosas, también lo es que las ciencias sociales permiten estos procesos del pensamiento y el lenguaje, por lo cual es válido, guardadas las proporciones, comparar las características del Estado Fallido, con las que actualmente comporta Cartagena de Indias y concluir que estamos frente a un Distrito Fallido, desde su creación hasta nuestros días.
Por ello, si miramos las categorías estructurales del “Estado Fallido” es posible concluir que estamos también frente a un Distrito, igualmente Fallido, cuando observamos:
300.000 Cartageneros viven en la pobreza, 59.000 en la pobreza extrema y 12.000 más en la indigencia.
De igual forma, existe un déficit de 80.000 viviendas y 130.000 cartageneros no tienen cobertura de servicios de salud, mientras que más de 206.000 personas más viven del denominado rebusque, que sólo produce para sobrevivir con menos de un salario mínimo, reconociendo, de igual forma la existencia de más de 60.000 personas sin empleo condenadas a la inanición, a la caridad pública, a la delincuencia o a una muerte miserable.
Es esta la situación que de manera histórica vivimos los cartageneros, desde cuando se creó el Distrito Turístico y Cultural mediante la Ley 768 del 2002, eje temporal de referencia del presente escrito, sucedida y complementada por la ley 1617 del 2013 (Por la cual se expide el régimen para los distritos especiales).
Es la coyuntura de largo tiempo que de manera desafortunada se mantiene vigente hasta este marzo del 2016, convirtiéndose en una pesada herencia para los cartageneros y los nuevos gobernantes de la ciudad, haciendo más notorias las características del “Distrito Fallido” a las cuales se suma la indiferencia de las administraciones anteriores, y el desconocimiento de la presente administración, ante los beneficios que las leyes de Distrito ofrecen a la ciudad.
Son estos una serie de prerrogativas estratégicas de primer orden, tales como:
- la creación de un Centro Internacional de Estudios a partir de la declaratoria de Cartagena como sede alterna de la cancillería.
-La recuperación de los caños y lagunas internas de la ciudad, considerados como uno de los focos de contaminación más extensos y peligrosos del país.
-Construcción de un centro internacional de ferias y exposiciones, a la par de un centro internacional de cruceros de turismo, acompañados de la creación de un centro de innovación y desarrollo turístico para impulsar el Desarrollo Sostenible.
-Finalmente, está la oportunidad y el beneficio de la formulación de un plan de manejo de acuíferos, manglares y estuarios.
Esta es la herencia que recibe el alcalde Manuel Vicente Duque y su equipo de gobierno, una herencia nada deseable: un “Distrito fallido” que debe convertirse en una Ciudad Sostenible; este es el reto que le toca afrontar a “Primero La Gente”: Reinventar la ciudad, y hacer realidad el lema de su gobierno, para lo cual se propone una serie de estrategias globales.
Es de aclarar que la propuesta no se formula como una panacea, ni en términos inmediatistas; tampoco se trata de sueños e ilusiones; es una utopía y las utopías son realizables a mediano y largo plazo si se trabaja con planes de ciudad para el presente y el futuro.
La reflexión seria de los gobernantes y demás ciudadanos sobre estos tópicos, ya es de por si un paso de avanzada el cual debe seguir avanzando para construir una ciudad más humana y sostenible en los ámbitos económicos, sociales, políticos, culturales y espirituales.
Las estrategias propuestas son las siguientes:
Primera estrategia. Hacer volar la inteligencia, la creatividad, la imaginación y las soluciones eficientes de gobernantes y funcionarios de todo orden, más allá de las murallas y baluartes, haciendo uso de la gestión ante los poderes centrales, la integración regional e interregional y recurriendo a la cooperación internacional y a las alianzas público-privadas.
Segunda estrategia. Resolver el problema de la violencia y la inseguridad de los ciudadanos apuntando a mejorar las condiciones sociales de los sectores excluidos, la concesión de un mínimo de garantías para el desarrollo humano de los niños, las niñas y los jóvenes y la eficiencia de las fuerzas comprometidas por ley con la preservación de la vida, honra y bienes de los ciudadanos.
Tercera estrategia. Solucionar a mediano plazo el grave problema de la movilidad que afrontamos los cartageneros, para lo cual es indispensable:
-Concluir con éxito el por demás dilatado proyecto de Transcaribe, cuya finalización no da más espera.
-Iniciar la conversión económica de los moto taxistas como lo están haciendo algunas ciudades de Colombia, presentando opciones válidas de trabajo decente, acudiendo a los mecanismos de las alianzas público privadas e imponiendo medidas restrictivas que frenen de una vez por todas el crecimiento gigante de este oficio clasificado como un “trabajo duro” pero abusador por la estrecha relación con la delincuencia, por la zozobra de la supervivencia, realizado bajo sol y agua y las múltiples presiones sociales de los ciudadanos que los catalogan como una plaga de la sociedad.
-Construir vías de cuarta generación, vale escribir: vías de dobles calzadas, autopistas con calzadas elevadas y una serie de puentes que comuniquen a El Laguito con Tierra Bomba, El Cabrero con Chambacú y Manga con Bocagrande.
A lo anterior debe sumarse la construcción de la Avenida del Bicentenario desde Manzanillo del Mar hasta El Laguito y Castillo Grande sin olvidar la construcción de un funicular que comunique a los barrios San Francisco y circunvecinos con las estaciones de Transcaribe en Bazurto Y Chambacú, teniendo como epicentro el Cerro de La Popa, lo cual cambiaría no sólo la movilidad de las personas sinó también la calidad de sus vidas, tal como está ocurriendo en la actualidad en Medellín.
Finalmente debe fortalecerse y, reglamentarse el transporte acuático de las poblaciones de la bahía y establecer las rutas que comunicarán a Bazurto con el Centro Histórico y a los habitantes de la zona suroriental con La Boquilla y comunidades aledañas a través de la Ciénaga de la Virgen o de Tesca;lo anterior sin dejar ausente la creación de zonas metropolitanas con las municipios circunvecinos.
Tercera estrategia. Hacer de Cartagena un “Distrito propietario”, que elimine el actual distrito neoliberal, que vendió las empresas de servicios públicos estratégicos, con precio de gallinas flacas a empresas privadas nacionales y extranjeras.
En este sentido Cartagena necesita recuperar la propiedad exclusiva de las antiguas Empresas Públicas Distritales de acueducto y alcantarillado; crear la empresa pública de aseo y una nueva empresa de parques, arborización y recuperación de la biodiversidad, sin interferir con las funciones actuales del EPA.
Esta nueva forma de propiedad, permitirá crear cooperativas comunitarias, que sustenten el trabajo no especializado, brindando así un sinnúmero de empleos que ayuden a bajar la actual tasa de desocupación de la ciudad y a brindar un trabajo de mayor calidad y cobertura.
De igual forma, es necesario que desde ya a las empresas prestadoras del servicio de aseo se les obligue a implementar los procesos de recolección de los residuos separados, es decir, establecer la separación en la fuente, dando un gran paso de creación y fortalecimiento a las empresas que comercian residuos reciclables y a empresas recicladoras que en la actualidad representan un “buen negocio” y son una buena fuente de empleo para sectores populares y medios.
En este marco del “emprendimiento oficial” es indispensable tener presente la zona rural de Cartagena, la cual con sus poblaciones actuales debe convertirse en un foco de despensa agropecuaria, con presencia de la agroindustria que masifique la producción de bienes y servicios, abarate los costos de los productos, eleve la calidad de vida de los habitantes, baje el índice de desempleo y fortalezca la “seguridad alimentaria” de los pobladores urbanos y rurales.
Lo anterior es de mayor factibilidad en la zona norte de la ciudad, sin que la propuesta excluya a la zona insular, (que ofrece menores condiciones para la conversión en despensa agropecuaria)la cual, a la par de la primera debe fortalecerse con criaderos comunitarios de peces, moluscos , crustáceos y otros organismos marinos.
No puede dejarse a un lado la creación de empresas cooperativas de turismo, que amortigüen el individualismo estéril, abran nuevas fuentes y puestos de empleos, eleven la calidad de la vida y fortalezcan a su vez la “seguridad alimentaria” de los pobladores, tan vulnerable en la zona rural, como en las zonas excluidas de la urbana Cartagena.
Imposible excluir la zona del Canal del Dique, vulnerable al extremo en todas las categorías de la vida social, en la cual es factible implementar las estrategias ya referenciadas y comenzar a cancelar desde ya la enorme y vieja deuda social contraída con los pobladores, desde los aciagos tiempos coloniales, como sucede en otras zonas antiguas de la globalidad geográfica y política de este desafortunado y fallido distrito.
Esta es la primera parte del reto que debe afrontar “Primero La Gente”, para lo cual es necesario asumir la primera de las estrategias referenciadas, en calidad de una respetuosa sugerencia, de quienes construimos la utopía de la sostenibilidad en tiempos del capitalismo salvaje. CONTINUARÁ…
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