EL SER CARIBE: REALIDADES, UTOPÍAS Y RETOS.
Pincelazos de Un Ambientalista.
Ponencia presentada por UBALDO JOSÉ ELLES QUINTANA.
Segundo encuentro del CIDEA del Caribe. Turbaco Julio 08 del 2016.
0. Agradecimientos.
En nombre de mi ciudad Cartagena de Indias, presento mi cordial bienvenida a todos y todas los participantes en esta reunión regional del Caribe colombiano.
Agradezco a Dios que me permite el compartir con ustedes este evento, de igual manera a Nelson Torres y Donaldo Berrío por su invitación y a todos los presentes por la tolerancia que mostrarán frente a los temas e ideas que no compartan conmigo y por los aportes que harán los aquí presentes, simpatizantes de estos pincelazos de un ambientalista de nuestro Caribe.
1. EL GRAN CARIBE.
Hoy sabemos todos que el Gran Caribe es una de las eco-regiones más estratégicas de la Tierra, que se extiende desde el Golfo de Méjico, incluyendo la Península de Florida, hasta una porción de la costa nororiental de Brasil.
Dotado de una gran variedad de ecosistemas y de uno de los niveles de biodiversidad más destacados del planeta, el Caribe en su significado más intrínseco es un mosaico de pueblos y culturas con rasgos muy afines, pueblos que luchan por la autodeterminación contra el colonialismo europeo, impuesto desde el siglo XVI, lucha que continúa todavía contra las políticas colonialistas y neocolonialistas de francia, Gran Bretaña, Países Bajos y Estados Unidos de América.
Inmerso, en este universo del Gran Caribe, está el nuestro, el Caribe Colombiano desde los límites
Con la República Bolivariana de Venezuela, al norte y con panamá al sur, luego de extenderse por más de 1.000 kilómetros de costas y la zona insular de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, donde la pertenencia de nuestro mar territorial quedó en entredicho, después de la decisión de la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya.
2. LAS REALIDADES DE NUESTRO CARIBE.
Hoy , con nosotros el Caribe colombiano es un espacio de hermosos, estratégicos y valiosos ecosistemas, pero también de duras realidades sociales, utopías con las plantas de los pies en la tierra y retos que nos impone la actual coyuntura histórica de la globalización, mediante la economía , la sociedad, la política y la cultura, y por supuesto, las realidades ambientales.
2.1.El patrimonio de la biodiversidad y de los cuerpos de agua.
En nuestros días conocemos que la biodiversidad del Caribe, es parte integral y exponencial de la mega biodiversidad de Colombia con sus múltiples ecosistemas, que van desde la desértica Guajira, hasta la selvática Urabá y las peculiaridades ambientales de nuestro departamento insular.
Ahora, este Mar Caribe, es nuestro mayor patrimonio de agua salada, con los beneficios que esto significa para las manifestaciones de vida que se dan en su lecho y en sus playas, de las cuales, algunas conservan todavía importantes tramos de arenas perladas que rememoran sus antiguos orígenes coralinos de hace dos o tres millones de años.
Más a la inmensidad del Mar de nuestros antepasados amerindios, se suma los aportes de los caudales y cuencas del Magdalena, Cauca, San Jorge, Sinú , Cesar, Atrato y Ranchería aunado al aporte de más de cinco grandes lagunas y ciénagas que bañan el Cesar , Magdalena, Córdoba, Sucre, Bolívar y Atlántico, .
Complementa este patrimonio natural, la riqueza de la fauna silvestre, manifiesta en mamíferos terrestres, en aves marinas y de múltiples especies canoras, reptiles, quelonios, moluscos, crustáceos, y peces, que encuentran refugio seguro y lecho de crianza en los millones de hectáreas de mangles que bordean nuestras costas de ardientes temperaturas.
La flora del Caribe colombiano, es también impactante, con sus miles de especies , que van desde las multifacéticas plantas ornamentales, hasta la de los árboles maderables y frutales que nos proveen de los manjares más deliciosos del planeta, como sucede, a manera de ejemplo con el doble faz caimito o con el mamey que se convierte en manjar celestial si se acompaña de un beso tierno y apasionado de la mujer amada.
2.2. El realismo mágico de la naturaleza Caribe.
Pero el Ser Caribe, va más alla´de la biodiversidad ecosistémica , para expresar el realismo mágico de la madre Tierra,y del género humano de los Caribes:Manexca como la llamaron nuestros ancestros indígenas, realismo que nos brinda en tres departamentos, la sierra nevada más alta del planeta besada por las olas del mar,La Popa, el único cerro de Colombia en el cual la Virgen de la Candelaria pidió a un monje piadoso que le construyera un adoratorio, el único río del mundo en el cual un hombre se volvió caimán, la única porción de la estratosfera que tiene una casa en el aire, construida por poetas populares y el ave más solidaria del universo hecho planeta azul, como lo es nuestra mítica maría mulata.
Es expresión orgullosa de nuestro Ser Caribe compartir los espacios paradisíacos de 11 zonas protegidas por el Estado y la sociedad civil, entre parques nacionales naturales y santuarios de flora y fauna, sin mencionar las diversas modalidades de protección de las comunidades locales, entre estas, las reservas de la sociedad civil.
Es aquí donde el realismo mágico se torna incongruente ante la indiferencia e incompetencia de algunas de las autoridades ambientales de la región, quienes a través de la historia han permitido la invasión y apropiación privada de los bienes públicos,la degradación, la contaminación de los suelos y las aguas y hasta la desaparición de muchas especies, que antaño garantizaron la seguridad alimentaria de los caribeños.
2.3. El Ser Caribe es expresión de la Raza Cósmica.
Es indudable que el ser Caribe es expresión y parte esencial de la Raza Cósmica de la cual nos habla José de Vasconcelos, el ilustre filósofo latinoamericano, gracias al polvo cósmico de la creación, y producto de una aciaga gesta del colonialismo europeo.
Por ello, hoy somos indios, blancos, negroides y también, por el cruce de razas y culturas, somos mestizos, zambos, cuarterones, quinterones, a quienes se nos unieron sirios, libaneses, judíos, italianos, alemanes y pare de contar, desde fines del siglo XIX y comienzos del XXI.
2.4. La originalidad, la creatividad, la alegría y la solidaridad elementos de la esencialidad del Ser Caribe.
Sin temor a equívocos, los más de 48 millones de colombianos y los más de 7.000.000.000 millones de terrícolas, reconocen hoy sin ambages los elementos esenciales de nuestro Ser, arriba referenciados, los cuales los caribeños asumimos con humildad y comportamos sin falsa modestia, aunque siempre con esta sin par cualidad que nos legaron padres y abuelos.
Por estas razones, en la contemporaneidad debe tenerse presente que:
-Vivir cien años de soledad nos hizo merecedores de un premio Nobel de Literatura con Gabriel García Márquez.
La santería de los afroamericanos donó a nuestra cultura mestiza a “Changó El Gran Putas” con el cartagenero Manuel Zapata Olivella; David Sánchez Juliao desde Lorica, con su audio cuento, convirtió a Doña Tulia, la excelente comunicadora de la cotidianidad de los pueblos, en la mujer más famosa de américa Latina y al gran boxeador cordobés” El Flecha” en el atleta más veloz del mundo.
Por otra parte a manera de final literario, Héctor Rojas Herazo, desde el golfo de Morrosquillo nos enseñó que en Noviembre llega el Arzobispo, al igual como lo hace Ilona con la Lluvia.
Más a la par de la literatura, que muestra nuestras realidades, tragedias, imaginarios y sueños, somos reconocidos como una de las regiones más alegres del mundo; por ello con nuestra creación de más de medio centenar de ritmos musicales que recorren exitosos el mundo, con sus condiciones de bailables, alegres, calientes, tiernos y románticos, pegajosos y apasionados hacemos, cantamos, bailamos y vibramos con las salsas de todo el Caribe, las cumbias, los porros, los vallenatos del Magdalena Grande y de las sabanas del Gran Bolívar, los bullerengues, las tamboras, las baladas, los rock poc (importados) las socca, los calipsos y reagaé,ahora rivalizando con el reggaetón y la controvertida champeta, sin duda alguna una expresión equívoca de la erótica caribeña.
No obstante lo anterior, a la literatura, a la alegría, a la música le sumamos el genio de Obregón con sus esculturas y pinturas del Cóndor de Los Andes, hoy en vías de extinción, la escultura de Grau con su figura de la mítica María Mulata, Darío Morales, con los primeros desnudos que mostraron al mundo , la hermosa figura de la mujer caribeña, tal como vino al mundo, y cientos más de artistas hombres y mujeres que han legado centenares de obras valiosas que expresan lo más puro de nuestra identidad cultural.
No es posible omitir las valiosas aportaciones de los creadores y creadoras de nuestro símbolo nacional: El Sombrero Vueltiao y de la Hamaca Grande del Gran Andrés Landeros, la cual cantó y llevó a Valledupar el Maestro Adolfo Pacheco, para “que el pueblo vallenato meciéndose en ella cante”.
De igual manera, con mayor valía que todo el oro del mundo, al igual que el patrimonio anterior, están las creaciones de nuestros miles de artesanos, cuyas itinerantes ferias por Colombia y el mundo muestran lo mejor de nuestra tierra bañada por el Caribe.
El ser Caribe en otra de sus múltiples facetas muestra la cara amable del deporte en el cual en el exterior brillan las estrellas del beisbol profesional de grandes ligas en USA, los futbolistas en los campeonatos mundiales, los campeones mundiales de boxeo y los campeones mundiales del patinaje , con reconocidos triunfos que muestran la tenacidad, el temple, la perseverancia la disciplina de nuestros hombres y mujeres y la laboriosidad de un pueblo, aunque los estereotipos de unos pocos de otras regiones pretendan opacarlo, sin conseguirlo.
Ya a manera de epílogo sobre este tema, hemos de significar, con modestia, los reconocimientos que ha hecho UNESCO a nuestro diario vivir y al espíritu de conservación del Ser Caribe al declarar las costumbres ancestrales del Palenque de San Basilio y el Carnaval de Barranquilla Patrimonio inmaterial de la Humanidad, y al patrimonio arquitectónico de Santa Cruz de Mompox y de Cartagena de Indias, Patrimonio de la humanidad, en su calidad de bienes culturales.
CONTINUARA…
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