Extinción de la biodiversidad y cambio climático en Cartagena de Indias: catástrofe humana y ambiental.
EXTINCION DE LA BIODIVERSIDAD Y CAMBO CLIMATICO EN CARTAGENA: CATÁSTROFE HUMANA Y AMBIENTAL.
Las amenazas a la biodiversidad (diversidad de la vida) y el cambio climático en el mundo son realidades que ni las personas más obtusas pueden negar en nuestros días, debido al avance alarmante de los fenómenos, los cuales tienen en alto grado de peligro la existencia de los seres vivos en el planeta.
Sin temor a ser tratado cansón, reiterativo y repetitivo (pero siempre renovado y creativo) debo señalar una vez más, que al igual que en el resto del planeta, en Cartagena de Indias la biodiversidad desaparece de manera alarmante en el casco urbano, sin restar importancia a la situación que viven las zonas rurales, amenazadas por el creciente urbanismo, de manera especial en las denominadas zonas turísticas.
Hoy cuando La Tierra ha perdido el 60% de su capa vegetal, cuando más del 90% de los cuerpos de agua del mundo están contaminados, cuando centenares de especies animales y vegetales desaparecen cada año aún sin ser estudiadas, cuando los humanos arrojamos a la atmósfera más de 25.000.000.000 de toneladas métricas de dióxido de carbono envenenando el aire que respiramos, los cartageneros repetimos la triste historia de los demás terrícolas, cuando observamos que:
Los árboles y plantas desaparecen ante el avance de la construcción de urbanizaciones, conjuntos residenciales, centros comerciales, zonas francas, bodegas comerciales e industriales y de otro tipo de edificaciones.
23 de 25 especies de aves canoras han desaparecido prácticamente de las zonas urbanas y rurales.
Los batracios (ranas y sapos) han desaparecido a la par de las mariposas, los escarabajos, las luciérnagas y otros invertebrados.
De 35 especies de peces del mar Caribe de carácter comestible y comercial, 30 han desaparecido debido a la contaminación generada por empresas y comunidades a la par de la desaparición de crustáceos, moluscos y otros organismos marinos.
El canal del Dique, que recoge toda la gama de contaminación producida en Colombia a través del Rio Magdalena, continúa siendo el mayor contaminante de la Bahía de Cartagena, arrasando con la vida de múltiples especies de corales y de otros animales de este hábitat.
Más a su vez, mamíferos como el ponche o chigüiro, reptiles como la iguana y los lagartos, las hicoteas, y otras tortugas de agua dulce y múltiples especies de peces desaparecieron ante la contaminación y la depredación de los ecosistemas.
De igual forma la atmósfera cartagenera se torna más contaminada ante el aumento desmesurado de las motocicletas, los denominados automóviles, las busetas y tractomulas con presencia exagerada ante el auge de las exportaciones e importaciones.
Estos siete indicadores, graves de por sí, amenazan no sólo la vida de los seres más desprotegidos como son los animales y vegetales, para los que parece no existiesen sentimientos de piedad por parte de nosotros los humanos, sino también la de estos mismos cuando vemos el hambre que acaba con la vida de miles de niños y niñas , quienes nunca tuvieron la oportunidad de escoger para vivir en una sociedad tan injusta como la que protagonizamos en estos inicios de la segunda década del siglo XXI.
Más como si no fuera suficiente la presencia de estas” bíblicas plagas de Egipto” hay que sumar el cambio climático, factor que profundiza las amenazas a la biodiversidad y genera nuevas situaciones calamitosas difíciles de afrontar portadoras de mensajes de muerte y mayor pobreza para los sectores sociales más desprotegidos de la urbe, cuyo titulo de “Heroica” no le viene sólo del reconocimiento que en el inicio del siglo XIX hiciese el libertador Bolívar, cuando “sus hijos eran águilas caudales y no la caterva de vencejos” de hoy como lo poetizó “El Tuerto López”, sino también de la capacidad de aguante de sus gentes, ante el olvido, la indiferencia y los abusos sin fin de quienes manejan el poder local , regional y nacional, y de los dueños del poder social, cultural y económico en su conjunto global.
Hoy por día, el cambio climático con sus lluvias desaforadas está asociado a la desaparición de las viviendas de la parte alta del Barrio San Francisco, habitada por más de 3.000 familias, para quienes el Estado no presenta soluciones a la vista, muy a pesar que se trataba de asentamientos normales, es decir de algunos sectores mayoritarios urbanizados por entidades oficiales.
De igual forma, otros fenómenos atmosféricos extremos se acentúan tales como el aumento de la temperatura, la pérdida del ciclo normal de las temporadas de lluvias y sequías, como sucede con la desaparición del llamado “Veranillo de San Juan” en los meses de junio y julio, el incremento anormal de aquellas en agosto y septiembre, a la par de la mayor ocurrencia de tormentas eléctricas, presentándose situaciones extremas e insólitas como la ocurrida el pasado 24 de agosto, cuando un rayo mató a dos personas en las playas de Marbella, reinando un tiempo atmosférico aparentemente normal.
A lo anterior se suma la mayor frecuencia de vendavales que azotan las viviendas de las familias más humildes y derriban arboles haciendo más precaria la situación.
Finalmente, el derretimiento de los polos, con sus gravísimas consecuencias en la zona Ártica y Antártica de la Tierra subió el nivel de los mares Planetarios, y entre estos el de nuestro Mar Caribe, poniendo en grave peligro la existencia de la zona insular y costera, y a lo largo de ésta los corregimientos de la zona norte de estratos humildes, pero también los barrios “encopetados” como Castillo Grande, Boca Grande, Manga, y Centro Histórico.
Frente a esta situación los analistas conceptúan que” las situaciones cambiarán para empeorar” configurando así un panorama ambiental más catastrófico, ante el cual hay que ser valiente para adaptarse al cambio y no perecer en medio de la catástrofe, la cual no será el fin global y total del mundo, sino que será unas veces en serie transcontinentales como algunos “Tsunamis” y terremotos, o aislados como las erupciones volcánicas o de media frecuencia global como los huracanes del Caribe, del Océano Pacífico y los tifones de Asia, o el crecimiento acelerado de los desiertos como el del Sahara en África, el de Atacama en Chile, y el de La Guajira en Colombia .
Otras veces la catástrofe será de carácter local y desaparecerán las comunidades como por arte de “magia infernal” así como desapareció Armero en 1986, Gramalote (Norte de Santander el 17 de diciembre del año 2010 ) por una falla geológica y la parte alta del Barrio de San Francisco de Cartagena de Indias durante los años 2010, 2011 y 2012 en las estribaciones del Cerro de La Popa.
Desde este panorama Cartagena, es a nivel nacional una de las ciudades más afectada por la extinción de la biodiversidad en Colombia, y a su vez, la urbe más vulnerable frente al cambio climático, producto de la ambición de las élites que a nivel mundial y nacional manejan el poder político y económico al servicio de la depredación de los recursos naturales y contra todas las formas de vida en la naturaleza y el ambiente, en contra de la sensatez humana, de los preceptos de la ley Divina y de las enseñanza de Cristo El Mesías ecologista y del Gran San Francisco de Asís, cuya opción positiva por el mundo natural y los pobres de bienes materiales conmemora hoy , 4 de octubre del 2013, la comunidad mundial y a la cual se suma este batallador incansable por la causa de la vida planetaria y local y por la dignidad de los humildes cuyo derecho a vivir en sociedades sostenibles es inalienable.!
Duele hoy reconocer que sólo 15 o 20 años después que los ambientalistas dimos la voz de alarma, cuando hicimos nuestras propuestas serias, sensatas y científicas es cuando se esté elaborando el plan de adaptación al cambio climático y a penas se esté construyendo la línea base de este.
Sin embargo, desde nuestra atalaya de ciudadano ambientalista local y planetario, continuaremos la brega por: la construcción de una Cartagena sostenible, porque se respete la biodiversidad global y se recupere la pérdida en los sectores urbanos y rurales,
Por que los depredadores abandonen sus políticas y prácticas de destrución, porque las autoridades, comenzando por estas, los gremios económicos y las comunidades respeten los “preceptos verdes de la Constitución Política” la Ley General de Educación, la Ley del Medio Ambiente ( Ley 99 de 1993) y la Ley 1549 del 5 de julio del 2012, la cual una vez más obliga a las autoridades a” HACER EDUCACION AMBIENTAL EN SUS JURISDICCIONES RESPECTIVAS”.
Finalmente, hoy cuando la humanidad de occidente y los ambientalistas del Planeta Tierra celebramos la obra de Francisco de Asís regalemos tres minutos de reflexión sobre la obra de este gran hombre y la de Cristo ecologista; tal vez nuestra conciencia social se “ablande” y sea el primer paso para empezar a construir un mundo mejor de más amor y de paz, tan esquiva en nuestros días, e iniciar las soluciones para resolver el drama de los desplazados urbanos por los desastres referenciados.
Más tal vez impaciente, mientras llegan las soluciones, sólo queda elevar plegarias al patrono de los ecologistas, a Dios nuestro señor, a Cristo El Mesías Y a la Virgen de La
Candelaria que nos protejan ante los desastres ambientales que se nos vienen en este octubre de lluvias y tormentas!