HISTORIAS SECRETAS: UN ESCENARIO CONFLICTIVO: PLAZA DE LA MERCED 2.


HISTORIAS SECRETAS: UN ESCENARIO CONFLICTIVO: PLAZA DE LA MERCED 2.

En calidad de la segunda parte de esta crónica se narran los sucesos culturales y políticos protagonizados por españoles, criollos y ciudadanos de los Estados Unidos de Colombia (8 de mayo de1863- 5 de agosto de 1886) y de la República de Colombia (5 de agosto de 1886-nuestros días).

3.LA EVOLUCIÓN DE LA PLAZA DE LA MERCED A TRAVÉS DE LA HISTORIA CARTAGENERA.

A continuación, se narra los diversos episodios históricos que tuvieron como escenario la emblemática plaza cartagenera.

3.1. PLAZA DE LA MERCED: UN ESCENARIO CONFLICTIVO.

Diverso y multivariado ha sido, y es el transcurrir histórico de la plaza de la Merced, siendo el componente más activo de este, el convento que le dio nombre, el cual acapara gran parte de su existencia; de igual forma la plaza está adscrita a la historia política, cultural e ideológica de la colonia, a las luchas independentistas, a las últimas guerras civiles del siglo XIX de la nación y de la ciudad, como lo testimonian algunos historiadores de Cartagena y sus cercanías y las potencialidades culturales de la ciudad en la contemporaneidad.

3.1.1. EL CONVENTO: POSADA PARA LOS PORTADORES DE LA CRUZ Y LA ESPADA.

Referente  a la función ideológica que cumplió la orden de los mercedarios  en la colonia, existe la cédula real, transcrita por Urueta y Piñeres,(Cartagena y sus cercanías) mediante  la cual el rey autoriza la fundación del convento de Cartagena, “para que los religiosos  que van  a la provincia del Perú, y a los de Chile Tucumán, Río de la Plata, Quito, Popayán y otros lugares a ocuparse de la conversión y doctrina de los indios, se puedan recoger y estar con la clausura y decencia que se requiere sin que sea necesario aposentarse en casas particulares como hasta aquí se ha hecho con  gran gasto para la religión”…(P.P.225, 226)

De esta forma, desde la plaza y el convento se apoyaba la evangelización forzada de los amerindios de gran parte de Suramérica, labor que usando de manera arbitraria el nombre de Dios cometió los más grandes desafueros contra la persona y la cultura ancestral de los pueblos originarios de estas tierras.

3.1.2. LA PLAZA DE LA MERCED: ESCENARIO DE FUSILAMIENTO DE LÍDERES POPULARES POR EL EJÉRCITO EXTERMINADOR DE 1815.

En lo tocante a los episodios políticos libertarios, en primera instancia se destacan los hechos narrados por Donaldo Bossa en su “Nomenclator Cartagenero”:

“Es por lo menos curioso que estando Morillo hospedado en la casa de la familia Herrera y Leyva, en la calle don Sancho, a muy corta distancia de la plaza y del convento de la Merced se hubiera escogido aquellos lugares como escenarios para los fusilamientos, cuyas descargas debía escuchar con toda claridad el” …exterminador. A menos que por su vecindad con el cuartel del Regimiento Fijo, donde seguramente estuvieron encarceladas las víctimas, no hubiera que caminar mucho trecho para cumplir las inicuas sentencias. He aquí la gloriosa lista:

Pedro Antonio García/Valerio Pretel/José Liberato Pretel/Juan Bautista Marín/Tomás de León/Juan José de la Peña/Manuel Calderón/Santos Dueñas/Domingo Pumarejo/Pedro Moreno/Liberato Rodríguez/José María Calderón/José Acedo/José Rodríguez/Pedro M. Oramas/Francisco Mendoza/Clemente Carreazo/Manuel Martínez/Diego Ortiz/Domingo Victoria/Eduardo Eraso/José de los Santos Surmay/ N. Cardona/N.López/ N. Betancourt/Monasterio” …y otros. (P.P.125,127)

En homenaje a estos luchadores, el distrito de Cartagena levantó en el camellón de los Mártires una columna conmemorativa con los nombres aquí registrados, rindiendo homenaje también a:

“Los 400 sacrificados a orillas del mar en Bocachica en diciembre de 1815.

Los cientos de militares degollados en la bahía de Cartagena en diciembre de 1815.

 Los infelices leprosos que en número considerable se hallaban en el lazareto de caño de Loro y que fueron quemados vivos”.

El reconocimiento se cierra con la siguiente frase de gratitud: “A todos ellos les debemos los cartageneros nuestra libertad”.

De igual forma, la plaza fue, en 1815, el escenario del fusilamiento del alcalde Turbaco, Pedro Antonio García, quien abandonó el bando realista para unirse a las fuerzas libertarias del ejército popular libertador.

3.1 3. ELFUSILAMIENTO DEL EX REALISTA Y AHORA PATRIOTA ALCALDE DE TURBACO.

El historiador turbaquero Alberto Zabaleta Lombana, en el libro de su autoría “Turbaco en la historia” narra el insuceso de la siguiente manera:

Pedro Antonio García “Debió haber participado con méritos en la revuelta del 11 de noviembre en Cartagena, para que a la fecha de 1815 desempeñara el cargo de alcalde Turbaco, cuando los patriotas provocaron el incendio de la población … para privar al ejército realista de recursos…Poco tiempo después, el 25 de octubre de ese mismo año, en una escaramuza con fuerzas españolas en el caño del Estero (Pasacaballos) fue hecho prisionero.

Conducido al cuartel general de Morillo en Torrecilla (Turbaco) permaneció cautivo hasta la entrada de este a Cartagena, el seis de diciembre. Acusado de complicidad en el incendio, y a no dudarlo de traición a su patria, fue fusilado el seis de enero de 1816 en la plaza La Merced. Su ejecución consta en un informe que con fecha febrero 16 remitió Morillo al ministro de guerra y que aparece publicado en el libro: “El teniente general don Pablo Morillo y su época” (P.P.75,76).

4.LA PLAZA DE LA MERCED: HISTORIAS SECRETAS SOBRE EL SITIO DE CARTAGENA EN 1885 CONTRA EL GOBIERNO DEL PRESIDENTE RAFAEL NÚÑEZ MOLEDO.

En el año 1885, cuando Colombia se desangraba en medio de una de las varias guerras civiles, producto de las luchas partidistas de las clases dominantes de fines del siglo XIX, organizadas en los partidos liberal y conservador, la plaza de la Merced fue escenario de uno de los múltiples episodios sangrientos que estas desataron en los Estados Unidos de Colombia.

La guerra declarada por el liberalismo radical contra el gobierno del presidente Rafael Núñez Moledo en 1885 terminó en una pírrica victoria para los primeros, y el sistema de fortificaciones, entre estas, el baluarte la Merced y la plaza de su nombre fueron el escenario de las absurdas muertes de cientos de colombianos de las clases populares.

Eduardo Lemaitre, en su “Breve historia de Cartagena” narra con detalles el fratricida combate en el marco del ensayo: El sitio de Gaitán Obeso:

“Ricardo Gaitán Obeso había comenzado por dar un golpe sorpresivo en Honda, donde se apoderó (con su ejército) de toda la flota fluvial con la cual descendió por el río Magdalena, se fue tomando las poblaciones intermedias y terminó apoderándose de Barranquilla con lo que prácticamente se hizo dueño de medio país, e interceptó las comunicaciones del gobierno central con el mundo exterior.

…Entonces Gaitán decidió atacar a Cartagena por tierra y mar-continúa Lemaitre-…decidió así el joven revolucionario poner sitio a nuestra ciudad por tierra con 3.000 hombres entusiastas y por mar con cinco buques fluviales…para fondearlos frente al baluarte de la Merced. Su cuartel general lo estableció en la Popa, y el castillo san Felipe cayó pronto en sus manos, desde donde empezó a bombardear a la plaza con el único cañón moderno que poseía.

Por su parte, los hombres del presidente Núñez triunfaron en Roldanillo y Cartago (Valle del Cauca), Buenaventura y Panamá y se aprestaron a reforzar a Cartagena, donde las tropas oficiales y las comunidades, después de dos meses comenzaron a sentir los rigores del sitio temiendo la repetición de los horrores del sitio de 1815, de acuerdo con las fuentes de Lemaitre.

Finalmente, el 9 de mayo de 1885, el día del asalto decisivo, las fuerzas rebeldes del liberalismo radical encabezadas por Gaitán de Obeso fueron derrotadas, dejando un saldo trágico de más de 500 muertos.

La estrategia de los rebeldes era simple: al paso que una columna simulaba atacar por la Aduana, en el mar, los barcos fluviales iniciarían un desembarco entre las sombras de la noche para penetrar por “El Boquetillo “en la zona del baluarte de La Merced. Pero aquellas tropas de soldados del interior, que en su mayoría no sabían nadar iban a comprobar, como por aquella costa, según lo afirmara el barón de Pointís, casi 200 años antes, “el mar es un señor invencible”.

En efecto, en sus memorias escribe Foción Soto: los generales decidieron que, para evitar el ahogamiento y desbandada de los soldados, con el agua que les llegaba a la cintura y las olas que les cubrían todo el cuerpo, se mantuviesen unidos unos con otros por medio de cuerdas y se pusieron en marcha desde las nueve de la noche para acercarse al Boquetillo sin ser vistos.

Pero a pesar del cuidado, algunos se desprendieron del lazo, y sólo 20 hombres lograron penetrar a la ciudad, donde se tomaron el cuartel de artillería y resistieron valientemente hasta las seis de la mañana.

Pero el resto de los improvisados infantes de marina, perecieron en la improvisada aventura: Unos ahogados (200), otros masacrados desde lo alto de las murallas, y otros en fin capturados mediante el ingenuo y elemental ardid, utilizado por los soldados gobiernistas, de fingirse amigos de los asaltantes que trepaban con escaleras por las murallas, ayudándolos a subir y haciéndolos prisioneros en cuanto estaban del lado de adentro.

La derrota de los revolucionarios fue completa. Al día siguiente, a la salida del sol, más de 500 cadáveres yacían al pie de las formidables fortalezas. (P.P.165,166).

Pedro Adán Brioschi (arzobispo de Cartagena:1898-1923, al ver el luctuoso espectáculo en la plaza de la Merced y en las playas del baluarte exclamó:

“¡He aquí las funestas consecuencias de las guerras intestinas! ¡oh, terrible responsabilidad para los malévolos políticos que las desatan y fomentan! Se grita: ¡viva la libertad, y a la vez se llevan al matadero miles de ciudadanos y sepultan en la más escuálida miseria a innumerables familias!” (Un apóstol de dos continentes: monseñor Eugenio Biffi. Citado en mi libro Cátedra de Historia de Cartagena 2. (1997) P.57).

 Más la guerra civil entre pueblos hermanos continuó y la derrota final del liberalismo radical(a pesar que ganó  el combate)se produjo 38 días después en la batalla de la Humareda, actual municipio de El Banco, Magdalena.

Salvador Camacho Roldán en sus “Memorias” narra que:

“La batalla de la Humareda fue el último gran combate en la guerra de 1885, ocurrido el 17 de junio.  Aunque triunfaron las tropas de los liberales radicales se trató de una victoria pírrica,(de poco valor, insuficiente.DRAE.) porque sus ejércitos quedaron diezmados y en esa batalla murió parte muy importante de la dirigencia liberal y de los jóvenes intelectuales que se involucraron en la guerra.

El 10 de septiembre de 1885 el presidente Núñez anunció desde el balcón del palacio: “La Constitución de 1863 ha dejado existir”. Y vino así la convocatoria del “consejo nacional de delegatorios” que llevó a la Constitución de 1886, antípoda(contraria, opuesta.DRAE) de la de 1863.De una Constitución liberal, laica, federal se pasó a una conservadora, autoritaria, clerical y centralista”. (Banrepcultural.org/labatalladelahumaredadescritaporsalvadorcamachoroldán.Consultado, diciembre 06.2022)

5. PLAZA DE LA MERCED HISTORIAS SECRETAS DESDE EL FARO DE 1882 HASTA EL MAUSOLEO DE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ EN EL 2016.

A través de su historia la plaza de La Merced ha sido el escenario de diversos sucesos de índole diversa, cuya historia fue registrada muchos años atrás y se borró de la memoria de quienes tuvieron “la fortuna” de leer los respectivos libros o revistas de ese entonces.

Lo anterior, es sólo una faz de la moneda; la otra es la de la situación de las mayorías cartageneras que jamás han tenido la oportunidad de conocer esas historias como sucede con las que presento a continuación.

5. 1. EL FARO DE LA TORRE DEL CLAUSTRO DE LA MERCED.

A lo extenso de su existencia, la plaza y el convento de La Merced han sido objeto de usos variados y tuvieron su época dorada y su época crítica; la primera corresponde a los siglos XVII y XVIII, cuando cumplió su labor de posada para los evangelizadores de la iglesia católica, en lo que hoy conocemos como Suramérica.

En su época crítica, el convento se arruinó; es de suponer que la ruina se produjo como consecuencia de, las guerras de independencia, de la desamortización de las propiedades religiosas que decretaron algunos  gobiernos del liberalismo  radical durante el siglo XIX y de las guerras civiles de esta centuria; entonces abandonado por la orden religiosa que lo mantenía, el convento se arruinó y en este deplorable estado se mantuvo durante un extenso período de tiempo, hasta cuando fue recuperado  y puesto al servicio de los intereses de diferentes de las clases dominantes y de las  administraciones nacionales y locales de esta zona del Caribe colombiano.

5.1.1. EL FARO DE LA MERCED.

Leamos, entonces, que sucedió en ese lapso de auge y caída:

Raúl Porto del Portillo, en la obra Plazas y calles de Cartagena de Indias explica que:

El 20 de noviembre de 1878, el poder ejecutivo nacional celebró un contrato con el señor Juan de Dios Ruiz, por el cual este se obligó a instalar un faro en Cartagena,…en la torre de la arruinada capilla de la Merced con derecho a cobrar, por diez años a todo buque que entrase a la bahía, impuesto proporcional a la capacidad de la embarcación.

Ruiz traspasó los derechos y obligaciones de este contrato…a los señores Juan Bautista Mainero y Trucco (el hombre más acaudalado y poderoso de Cartagena en el siglo XIX) y Darío Alberto Henríquez.” (P.144).

Bossa continúa con el relato: … “Al callejón de la Merced…después de 1882 se le conoció como callejón del Faro, pues desde el 1º.de enero de aquel año los señores …Mainero y…Henríquez inauguraron el primer faro moderno en la torre de la iglesia del claustro de la Merced. En los dos siglos anteriores los navegantes se orientaban por un farol que prendían de noche los sacerdotes agustinos en la cima de la Popa.

A comienzos de esta centuria, (siglo XX) el faro de la Merced fue trasladado al baluarte santo Domingo, y de ahí hace 30 años, más o menos, (1950-1951, aprox.) fue vuelto a trasladar a la isla Tierrabomba, donde continúa prestando servicio. (P.141).

5.1. 2. DE IGLESIA DE LA MERCED A TEATRO MUNICIPAL.

El lugar sagrado de los católicos: la capilla del claustro de la Merced, al igual que este quedó en ruinas en el siglo XIX debido a las guerras de independencia, al proceso de desamortización de los bienes de la iglesia católica, y de las guerras civiles nacionales y locales que asolaron la nación durante71 años desde 1831 hasta 1902, tal como se afirmó en líneas anteriores.

“Sobre estas ruinas se levantó el llamado Teatro Municipal, cuya construcción fue ordenada por Henrique Luis Román gobernador del Departamento de Bolívar, durante el gobierno de Rafael Reyes en 1905, pero fue inaugurado hasta el 13 de noviembre de 1911, con el nombre de Teatro Municipal…fue diseñado por Luis Felipe Jaspe, inspirado en el Teatro Tacón de la Habana y el Teatro Reina Emma en Curazao” (señalcolombia.tv/teatro-Adolfo-mejía. Consultado diciembre 4.2022).

En 1933, en medio de la celebración de los 400 años de la supuesta fundación de Cartagena el espacio cultural recibe el nombre de Teatro Heredia, y en 1998, después de dos décadas (1970-1998) de abandono estatal y ruinas, ya restaurado, bajo la dirección del arquitecto Alberto Samudio Trallero, recibe el nombre actual de Teatro Adolfo Mejía, hijo adoptivo de Cartagena y destacado músico y compositor de talla internacional. Sin embargo, en un hecho insólito en la parte superior de la fachada aún se conserva el nombre del exterminador de los amerindios originarios  del Caribe colombiano: Pedro de Heredia.

El convento por su parte también fue víctima del abandono de los gobernantes y de la ruina, y en 1923, bajo la dirección del arquitecto Pedro Malabet fue restaurado y puesto al servicio del sistema judicial de la nación y recibió el nombre de Palacio de Justicia en el cual funcionó durante largos años el Tribunal Superior de Justicia de Bolívar.

Después de varios lustros, trasladado el tribunal, la edificación fue ocupada por una sede la Universidad Jorge Tadeo Lozano y en 1997 la gobernación de Bolívar cedió los derechos de propiedad a la Universidad de Cartagena (Porto del Portillo.P.37); en nuestros días continúa ocupado por esta institución y el mausoleo de Gabriel García Márquez.

6. A MANERA DE EPÍLOGO:LA PLAZA DE LA MERCED: UN NUEVO FARO CULTURAL.

Si a finales del siglo XIX e inicios del siglo XX la plaza de la Merced, albergando en su seno la iglesia de su nombre, en cuya torre funcionó el primer faro moderno de Cartagena, en esta tercera década del siglo XXI, el ámbito de la referencia es ahora un nuevo faro cultural de Cartagena, administrado por la UdC.  con el portaestandarte del mausoleo del escritor caribeño Gabriel García Márquez, premio Nobel de literatura.

Gustavo Tatis, con su  poético lenguaje, respalda nuestra visión con las siguientes explicaciones:

Por ese mismo claustro ha mudado el tiempo sus razones y sus ilusiones: ha sido sede del salón de arte joven Blasco Caballero, sede del nacimiento de la Fundación Cultural Héctor Rojas Herazo, del Salón Nacional de Artistas, escenario del Foro Internacional de Patrimonio y Restauración, escenario de encuentros del Hay Festival Cartagena, y espacio de debates y conciertos del Cartagena festival Internacional de Música.

El dos de diciembre del 2016 las autoridades de la UdC. Inauguraron el claustro de la Merced como nuevo espacio académico y cultural alrededor del patio Gabriel García Márquez, que contiene sus cenizas” … (eluniversal.com/elclaustrodelamerced: secretosjuntoalmar. Consultado diciembre 6.2022). Desde allí continuarán promoviendo una ambiciosa agenda cultural, para exaltar aún más la obra del escritor caribeño.

Con los afectos de siempre:

UBALDO JOSÉ ELLES QUINTANA.

AMBIENTALISTA. PATRIMONIALISTA.

 


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