Ismael Rivera: Perfume de Rosas y Sus Cachimbos.
En nuestras existencias, cincuenta o sesenta años reflejan una etapa crucial cuando ya el sol comienza a caer en las espaldas del peregrinar en esta vida y los gratos recuerdos se convierten en el bálsamo que dulcifica el diario vivir.
Así, sentimos gran alegría cuando descubrimos que nuestros recuerdos se mantienen intactos, y evocamos aquellos momentos de felicidad, sin olvidar que estos son tan efímeros como el aletear de las mariposas, de esas hermosas del ayer que jugueteaban en las rosas, las margaritas y signias de nuestros jardines.
De manera desafortunada hoy, aquellos espacios mágicos fueron desaparecidos con “la picota del progreso” que los eliminó, cuando el precio de la tierra urbana comenzó a ser más importante que la calidad de la vida de los seres vivos y el dinero se convirtió en objetivo supremo de la existencia humana, en las sociedades injustas de las cuales hoy somos parte obligada.
No obstante pienso que tal vez, las frases anteriores quedan mejor escritas con los versos del poeta cantor Gustavo Gutiérrez:
No importa el tiempo
que ya es muy corto
en las ansias largas de vivir,
cualquier minuto de placer
será sentido en realidad,
si lleno el alma , si lleno el alma de eternidad…
Fue eso lo que exactamente sucedió, no sé cuántos miles de semanas atrás o si son menos de estas transcurridas para quedarse en el alma para siempre, cuando escuché el poema que cantaba Ismael Rivera y musicalizaba Cortijo Y Su Combo:
Perfume de Rosas, tiene tú alma,
bajo las palmeras murmura el viento.
Mira vida mía si yo te quiero,
que por ti suspiro y hasta me muero.
Notas melodiosas
me trae ya el viento,
y eso es vida mía que yo te quiero…
.Dulzura de virgen tiene tu rostro
cuando te contemplo en mi loco anhelo,
mira vida mía que yo te quiero…
Desde aquellos lejanos o cercanos años, no sé cuántas veces canté “Perfume de Rosas” con mi cabeza reclinada en un pecho hermoso y generoso de una mujer amada, cuyo aroma de rosas impregnaba todo mi ser.
Lógico es pensar entonces que mis cómplices eran en aquellos inolvidables momentos el Combo de Cortijo e Ismael, quien desde fines de la década del 60 fundó la nueva agrupación:
“Ismael Rivera Y Sus Cachimbos” con quienes grabó 11 discos.
Hoy, con sumo respeto con quienes piensan diferente a mí y con los expertos en aires musicales del Caribe y salsa, siento que la mejor música la grabó El Sonero Mayor con Cortijo Y su Combo.
Es indudable que los cantos con Rafael expresaron de mejor de manera los sentimientos de un pueblo que nació para la música, o mejor “que nació con la música por dentro” como la tiene todo el pueblo de la cuenca del Caribe.
La música de Los Cachimbos con su nombre extraño por su significado: Saxofón en Salvador o pipa de fumar en algunos países suramericanos, refleja en sus sones el sabor citadino de la Cosa Latina, en Nueva York.
La música del Sonero con Los Cachimbos es, en pocas palabras, música de ciudad con las quejas y goces de los latinos con sus sueños a cuestas , con el dolor oculto o manifiesto; es , también, debo decir música que llega al alma y se queda en ella para nunca más salir ! es música para llorar con el desamor a cuestas y reír con él, música para pensar y también para promover la movilización social con la clase, el barrio y la raza, para enamorar con rosas en la mano y para bailar un rítmico son bien apretado, con el clásico grito de Ecuajey!!!
Es esto lo que se vive, cuando se baila o´ canta, o mejor cuando se canta bailando y se baila cantando las canciones de quien también fue llamado el Brujo de Borinquen.
Así, de esta manera fueron y seguirán siendo mis encuentros con Ismael y Sus Cachimbos, cada vez que he escuchado, o cuando escucho: “Rosas, de Todas Maneras Rosas”
Rosas, de todas maneras rosas,
para quien ya me olvidó.
La mujer es una rosa,
con espinas de pasión.
En el marco de la erótica latinoamericana, las rosas siempre han jugado un papel preponderante en el simbolismo de los enamorados; hoy entre las brumas del ayer no recuerdo con certeza cuantas rosas rojas he regalado para decir “te amo con pasión”; sin embargo, sí logro evocar con suma claridad aquellos momentos cuando en el jardín casero las cultivaba con la abuelita y mi mamá, cuando quedábamos fascinados con los colores atractivos de las flores y cuando yo quedaba extasiado con el aroma de las rosas rojas y rosadas.
Desde entonces no he podido olvidar ese celestial aroma, pues desde niño aprendí que el aroma de las rosas es el perfume natural que exhala el cuerpo de la mujer amada.
Con el paso de los años también aprendí que el nombre más hermoso de mujer lo tiene mi mamá Rosa Isabel y al igual que mis hermanos que tienen hijas, en cada familia hay una chica con nombre Rosa, en calidad de homenaje a la Rosa convertida en abuela; por ello, cuando” el ramillete” se reúne, nada mejor que cantar con Maelo: “Rosas de todas maneras rosas”.
Más después, cuando el paso de las horas y la celebración nos vuelve trascendentales, nada mejor que escuchar y cantar esta tríada de canciones:
Las Caras Lindas,
Las Tumbas, y
EL Nazareno.
Las Caras Lindas, es tal vez, el mejor homenaje de Ismael a la gente de nuestra raza negra, prieta, morena y mestiza, una bella muestra de poesía popular hecha canción:
Las caras lindas de mi gente negra,
son un desfile de melaza en flor,
que cuando pasan frente a mí,
se alegra de negrura todo el corazón.
Las caras lindas de mi raza prieta,
tienen de llanto, pena y dolor,
son las verdades que la vida reta,
pero que llevan por dentro mucho amor…
“Las Tumbas” encarnan un canto lastimero de Ismael hecho prisionero en una cárcel estadounidense, sitio tétrico donde le tocó pagar el precio de un grave error:
De las tumbas, quiero irme,
no se cuando pasará,
las tumbas son pa’
los muertos y de muerto no tengo na’.
Cuando yo saldré de esta prisión
que me tortura, tortura mi corazón,
si sigo aquí enloqueceré…
No obstante, El Sonero siempre fue gran batallador; la esperanza revivió en él y para alcanzar la paz espiritual nada mejor que buscar la figura protectora del Nazareno: El Cristo Negro de Portobelo de Panamá, cuya procesión el cantante acompañó durante más de 10 años.
Dale pa’ adelante, pa’alante, pa’ adelante,
como un elefante, y
no dejes que te tumben tu plante.
El Nazareno me dijo,
que cuidara a mis amigos,
me dijo que había,
muchos buenos conmigo,
y muchos malos también me dijo.
En la figura del Cristo Negro de Portobelo, El Sonero Mayor encontró el refugio ideal para aliviar las penas que su vida le ocasionaba; sin embargo para curar el alma , nada mejor que cantar al amor y para ello, nada más propicio que interpretar “MI Negrita Me espera” y ¿”Dime Por qué”?
“Mi Negrita me Espera” convertida en la canción símbolo de muchas discotecas de Cali, al cerrar, de acuerdo con los informes de algunas páginas web de salseros, refleja el eterno drama que vivimos cuando en una reunión social ya bien metida la madrugada, la gente que nos quiere no deja que nos vayamos, y entonces se forma el tira y jala hasta que logramos escaparnos a escondidas después de varios intentos vanos y argumentar sin pena:
Mi Negrita Me Espera:
Es tarde, ya me voy, mi negrita me espera,
hasta mañana, porque cuando salí,
Dijo negro: No tardes en la ciudad.
Es tarde ya me voy, mi negrita me espera,
hasta mañana, porque cuando salí,
dijo: Negro No tardes en la ciudad…
Déjenme ir que es muy tarde ya….
“Dime Porqué” es originalmente un paseo vallenato del gran compositor, fallecido, Pedro García cuya primera versión grabó Alfredo Gutiérrez en 1970, en el álbum “Matilde Lina” y con posterioridad Jorge Oñate en 1984 en el trabajo: Canto y Tradición, acompañado del acordeón de Juancho Rois.
Porque razón mataste,
aquel amor divino, aquellas ilusiones,
dime cual fue el motivo,
que encontraste para
dejarme sólo en el camino
si mi único pecado fue adorarte,
déjame bendecir tu despedida
así como bendije tu llegada,
no te guardo rencor
vete tranquila,
yo creo en la conciencia de las almas,
adiós, amor que seas feliz toda la vida…
De manera semejante y con la misma calidad de musicalización y arreglos del “Gran Combo” al grabar “Nido de Amor”, de la autoría del otro gran poeta vallenato Octavio Daza,”Maelo y Sus Cachimbos” convirtieron este paseo vallenato en una sabrosa salsa que aún conserva su excelente sabor que nos pone a gozar y pensar en la fragilidad del amor de nosotros los mortales, flechados por Cupido…
Ahora en la tardes veraniegas de marzo, cuando sus inusuales brisas que bajan de la Popa se acarician con las del Mar Caribe, pienso en aquel momento fantástico, cuando en el Barrio La Perla de San Juan de Puerto Rico, en plena playa me puse a cantar con El Sonero Mayor, precisamente “La Perla”, Son Sonero, Mi Jaragual, Carimbo, Arrecotín Arrecotán, Traigo Salsa, Jala Jala, Tambores de África y Traigo de Todo… y pare de contar.
Sin embargo, lo más espectacular fue cuando llegamos al bar de la esquina y nos encontramos nada más y nada menos que con “El Jefe” Daniel Santos y de inmediato comenzamos a cantar uno de sus centenares de éxitos “Cachita”, y casi toda la producción de Rafael Hernández que El Viejo Daniel había grabado…Más para colmo de bienes , de pronto aparece Celia Cruz con su grito original de azúcar y se forma el zaperoco, cuando Maelo, Daniel Santos, Celia y yo entonamos las notas de: Cúcala, cúcala cúcala, que ella sale,
Cúcala, cúcala, cúcala que se hace…
Pero la vida es cruel y… un 13 de mayo del año 87, El Sonero Mayor partió para el cielo de los artistas y de allí no volverá jamás.
Sin embargo su música con Cortijo, Kako y su Trabuco, con La fania All Star, Sus Cachimbos y otros más, perdurará por siempre en mi alma; las canciones con el Combo de Cortijo me harán degustar siempre ese sabor a Mar Caribe que tienen impregnadas sus notas musicales; las más despertarán mis alegrías, en especial, Perfume de Rosas; otras traerán sentimientos encontrados, porque al igual que Gutiérrez, Oñate y Maelo, también canto: Déjame bendecir tu despedida/, así como bendije tu llegada/, no te guardo rencor sigue tranquila/,yo creo en la conciencia de las almas”…
Ya al final de este encuentro con el Sonero Mayor de Puerto Rico, debo confesar que también los recuerdos materiales tienen un gran valor, y a propósito de ello, en mi colección de discos de acetato figura una “bella joya” formada por 16 éxitos de “Los Dos Grandes de Siempre: Ismael Y Cortijo”.
S e trata de una “perla discográfica” prensada en 1983 por Discos Victoria, la cual guardo con excesivo celo, accesible sólo en las reuniones sociales, cuando suena en una de esas reliquias llamadas tocadiscos de acetato, con brazo y aguja, como en los años 50, con “la pequeña” diferencia tecnológica que trae incorporada memoria USB, y una aplicación para grabar del acetato al disco de policarbonato o de vinilo, más conocido como Disco Compacto o CD, si lo prefiere en inglés como explican los entendidos.
Es una tecnología que compartió El Sonero, aunque ésta hoy también, comenzó a caer en desuso y en el olvido, como el trabajo artístico de Maelo en Puerto Rico, de acuerdo con muchos de sus paisanos, quienes reclaman revalorar los aportes de otro de los grandes precursores de la salsa en el mundo hecho Tierra!