LAS 100 MEJORES CUMBIAS DE LA TIERRA.
Al idear el presente escrito, la intención inicial fue la de construir una historia original de la Cumbia en Colombia, en calidad de un modesto aporte a los melómanos y lectores de este blogs.
Sin embargo, la abundante documentación hallada me eximió de tan noble pero extenso propósito, no dejando más opción que la de hacer un top 100 de la Cumbia en nuestro país, atendiendo en el ordenamiento riguroso, en primera instancia, la calidad de las interpretaciones y luego sí a mis preferencias de melómano y las incidencias de las canciones en mi mundo historial.
Diversos estudiosos del tema, con importancia académica y profesional, como los siempre recordados hermanos Zapata Olivella,el compositor José Barros, el poeta Jorge Artel, el Maestro Pacho Galán, Efraín Mejía, director de la Cumbia Soledeña, Totó La Momposina, Jocé Daniels, actual presidente de nuestro Parlamento Internacional de Escritores de Cartagena, Javier Ocampo López, Héctor Fernández, Antonio Escobar Perdomo, otros y otras tratadistas más han escrito sobre la historia de la Cumbia en nuestra nación.
Sin embargo, la polémica continúa en torno a, sí el vocablo, el canto y la danza llamada Cumbia son de origen indígena o africano; más sin duda alguna,ahora todo está claro pues este bien cultural nuestro es un aporte creativo ancestral de los indígenas de la Costa Caribe colombiana, al cual se unieron los aportes de instrumentos de percusión de los africanos, y la ornamentada vestimenta de los españoles.
Pero aunque hay cuestiones de fondo clarificadas, como la anterior, existen algunas imprecisiones al afirmar que las voces (estrofas y versos) incorporadas en su evolución al ritmo original, son influencia de los españoles.
Se trata de un craso error, pues nuestros amerindios, así como los afroamericanos tenían su currulao, y el Lumbalú en los palenques, los nativos del Caribe poseían el Areito, práctica clave en el sistema pedagógico de la identidad, la tradición y en las celebraciones mundanas y religiosas, la cual se traducía en cantos y alabanzas, con carácter repetitivo por los participantes, de manera especial por los menores.
Tal vez, es lo más seguro que de estos Areitos deriven los coros presentes en nuestras canciones de música tropical, los cuales brillan por su ausencia en las baladas cuya factura es europea; no obstante, se trata de una cuestión objeto especial de una profundización académica, la cual se escapa al espíritu del escrito que me ocupa.
Otro elemento importante que necesita ser definido es, si alguna comunidad cultural del Caribe colombiano puede reclamar la paternidad de la Cumbia, tal como afirman algunas de las personas, arriba mencionadas.
Esta cuestión es difícil de comprobar, sí nos olvidamos del regionalismo; pero si es más válido aceptar que los indígenas del Caribe colombiano compartían varias características culturales comunes, entre ellas algunos rituales, algunas danzas, algunos instrumentos y ejecuciones musicales, entre estas la Cumbia, y muchos elementos más.
Así con el transcurso de los siglos, los grupos que escaparon al genocidio cometido por el imperio español, conservaron sus tradiciones musicales con la gaita original conocida y la flauta de millo, música a la cual los blancos denominaron “gaita” que terminó siendo denominada Cumbia, “gaita” de la cual hay reseñas documentales desde el siglo XVII en adelante.
Así nacieron “focos” (comunidades) creadores de cumbias en diversas regiones del caribe, posicionándose algunas con características sobresalientes, que lideraron la conservación de la tradición hasta el presente, en términos de abundancia unas, y en términos de lo estrictamente necesario para conservar la cultura del canto y la danza de la Cumbia.
Entonces, me refiero de manera directa, a la zona de la Depresión Mompoxina y de La Mojana en Bolívar y Sucre, a los Montes de María en idénticos departamentos, al valle del Río Sinú (Cereté, Montería y sus cercanías) a Ciénaga Magdalena y sus cercanías, a algunas poblaciones de la cuenca del Río Cesar, a las comunidades de la Sierra Flor y sabanas de Sucre.
De igual modo, hago referencia a la ahora llamada zona metropolitana de Soledad-Barranquilla y otras poblaciones del Atlántico, a El Banco, Magdalena y algunas poblaciones ribereñas del Río Grande, y a Cartagena y sus cercanías, de manera especial en las comunidades insulares, entre estas Barú.
De esta forma es más asertivo aceptar un origen múltiple de la cumbia en un escenario cultural que compartía y sigue compartiendo características comunes, antes que comprometerse con afirmaciones difíciles de demostrar, animadas por un romántico regionalismo, que es válido para sus autores, más no para la historia científica.
A pesar de ello, no es de extrañar que si bien la Cumbia es una creación cultural común de los indígenas del Caribe colombiano(patrimonio que después se volvió mestizo) en cada región tiene su propio “aire” “su propio sabor” como, guardadas las diferencias, afirma el blogs cumbia, poder y porro.com y como sucede, a manera de ejemplo con las interpretaciones de los Gaiteros de San Jacinto, las de la Cumbia Soledeña y las creaciones de José Barros.
De igual manera en un fondo cultural común se presenta estas tenues diferencias cuando la Cumbia se ejecuta con acordeón como sucede a manera de ejemplo con la Cumbia interpretada por Luis Enrique Martínez, Andrés Landeros y Ramón Vargas-Adolfo Pacheco, o cuando se ejecuta en las orquestas de Pacho Galán y en la de Lucho Bermúdez.
Más, aunque, la Cumbia como aire musical conserva su ritmo vernáculo, exceptuando la tecno cumbia, que no puede llamarse Cumbia, también lo hace la vestimenta, sin olvidar, los “aires” regionales de colorido y otros detalles que le imprimen las diseñadoras de modas, las modistas y las posibilidades económicas de los integrantes de los grupos danzantes.
En otro ámbito del tema, hay que reconocer que las mejores, las más sabrosas y hermosas cumbias del Planeta Tierra son colombianas, de manera especial, caribeñas; ello sin acudir al nacionalismo rampante y sin olvidar que las cumbias de México, Argentina, Perú,Uruguay, Venezuela, Costa Rica, Paraguay y Bolivia, entre otras, “tienen lo suyo”.
Así, después de esta disertación, respetuosa de las opiniones que le son contrarias, o no compartidas, doy paso inmediato al anunciado top 100 de las mejores cumbias de la Tierra.
- LA POLLERA COLORÁ, de la autoría del plateño Wilson Choperena (1923-2011) y arreglos musicales de Juan B. Madera; de su autor y la pollera comentan:
En 1961 se trasladó a Barranquilla para efectuar la grabación de su más famoso éxito: “La Pollera Colorá” con Discos Tropical y la orquesta de Pedro Salcedo.
A partir de este momento se inmortalizó este tema, también en las voces de agrupaciones como el Cuarteto Imperial, el Mariachi de Román Palomar, Sonora Ponceña, Pacheco y Fajardo y otras más; en realidad fueron más de 20 versiones que se escucharon desde Argentina hasta México.(El Espectador. com. Dic. 6.2011).
Hoy, la pollera Colorá es la cumbia más hermosa en su música, y tal vez la más emblemática de Colombia; su música trae a mi mente los recuerdos de 57 años atrás, cuando al pie de Radio Vigía de Cartagena,u otra emisora radial, mi mamá Rosa Isabel la cantaba y bailaba, reafirmando la herencia indígena que le vino de la abuela “Mamaela”, descendiente directa de los Caribes que se salvaron de la extinción.
- LA CUMBIA CIENAGUERA, tal vez la más escuchada por mí persona, desde cuando era un niño y el tío Antonio Carlos llegaba a mi casa de Turbaco cantándola y bailándola con un conjunto de acordeón; ello, porque la Cienaguera es la Cumbia más sabrosa interpretada con este instrumento.
La cantó y grabó Luis Enrique Martínez “El Pollo Vallenato” (1922-1995) en 1951 en Discos Fuentes, pero un juzgado, después de un difícil y extenso pleito entregó su autoría, o por lo menos las regalías, al “Pollo”, a Esteban Montaño, autor de su corta estrofa, y Andrés Paz Barros, dueño de la orquesta Armonía Ciénaga en 1937.(Revista Semana. com.Junio 27.2017).
Al igual que la Pollera Colorá, la Cienaguera recorre todavía las calles del mundo, en las notas de varias agrupaciones de diferente formato musical, entre estas la de Luis Carlos Meyer, el extraordinario músico barranquillero, quien la hizo escuchar, por vez primera en México, en 1949.
Por ello, cuando en las reuniones sociales, la salsa, el vallenato viejo y el reguetón de los muchachos, ha saturado el ambiente musical, nada mejor que apagar la luz, poner a sonar la Cumbia Cienaguera, y entregar a las parejas un paquete de velas, y …a formar el cumbión.
- LA CUMBIA SAMPUESANA, tan sabrosa y tan reconocida como la anterior, identifica también a Colombia en el exterior con sus varias versiones realizadas.
De la autoría del sampuesano José Joaquín Bettín Martínez fue grabada en 1953, por el Conjunto Típico Vallenato en Discos Fuentes; de canción instrumental, pasó a tener la letra que le agregó en 1954 Aniceto Molina, de acuerdo con la versión de Word pres.com en: Cumbia , poder y porro/ la Sampuesana:
La Cumbia sampuesana,
pa’ que bailes con ganas,
la cumbia sampuesana,
pa’ que bailes con ganas.
4.LA PIRAGUA, otra de las duras de Colombia, en su interior y en el exterior, objeto también de diversas versiones, por importantes agrupaciones musicales nacionales e internacionales.
A diferencia de las anteriores, la composición del Maestro banqueño, José Benito Barros Palomino (1915-2007)es un poema homenaje al hombre boga de los ríos del Caribe colombiano a los paisajes de ensueño de la costa anfibia, que describió el historiador Orlando Fals Borda, paisajes de los cuales, como en la canción, de muchos sólo nos quedan los recuerdos gratos.
El escritor periodista Fausto Pérez escribe. ERA LA PIRAGUA. EL HERALDO.?????
5.YO ME LLAMO CUMBIA, de la autoría e interpretación del canta autor barranquillero Mario Gareña, menos conocido como Jesús Arturo García Peña(1925, vivito y coleando en los Estados Unidos de América), es otra de las cumbias más hermosas de la Tierra, por su música, por sus versos inspiradores, los cuales refuerzan la teoría del origen múltiple de la Cumbia:
…Yo nací en las bellas playas Caribes de mi país,
soy barranquillera, cartagenera, yo soy de ahí,
soy de Santa Marta, soy monteriana, pero eso sí:
Yo soy colombiana, oh tierra hermosa donde nací…
En síntesis, Yo Me Llamo Cumbia, es un poema a la historia, a la evolución de su interpretación, a través de nuestra historia musical sin par en la Tierra, un homenaje a la cultura de la región donde el movimiento de las caderas de sus guapas morenas, en la rueda del cumbión hacen evocar, los más puros recuerdos de los sentimientos que surgen cuando haces el amor a la mujer amada.
Grabada en los primeros años de la década de los 70 del siglo pasado, trae a mi mente los recuerdos de una adolescencia llena de sueños, esfuerzos personales, música a la lata, en un hogar, donde gracias a Dios, todos heredamos la vena melómana de mi madre.
CONTINUARÁ…
Con los afectos de siempre, recargados este 2019:
UBALDO JOSÉ ELLES QUINTANA.
uellesq@hotmail.com