Las Seis Mujeres Divinas que Poblaron el Mundo.
(Un homenaje a ellas en el día Internacional de la Mujer.)
Cuentan las historias de los abuelos Caribes de Yurbaco, Calamari, Carex, Crespo, Zenufana y Zamba que en el inicio de los tiempos los dioses estaban a punto de perder la razón por no encontrar las creaturas hermosas que en estas culturas milenarias pudiesen acompañar a los hombres que ellos habían creado para poblar las tribus y aldeas.
Entonces el dios de la sabiduría sentenció: crearemos seis mujeres, cada una de las cuales tendrá un papel especial como si se tratara de una película de esas que aparecerán en público el 28 de diciembre del año 1895, y que inventarán los hermanos Lumiere, profetizó el dios de la sabiduría de los Caribes.
Así de común acuerdo fueron creadas las seis mujeres Divinas que poblarían el mundo y de cuyas familias nacerían todas las demás del mundo Caribe, que abarcaba y comprende hasta hoy la Cuenca del Gran Mar Caribe.
A Yurbaco le tocó la mujer madre, a Calamari la Mujer esposa, a Zenufana la mujer amante a Carex, la mujer luchadora, guerrera y trabajadora, a Crespo la mujer educadora y a Zamba la mujer hija.
En Yurbaco, nació la mujer madre de la humanidad Caribe, convirtiendo este término en la palabra más sagrada de la Tierra a quien los dioses dotaron del vientre divino en que nos engendró, los senos que nos amamantaron y los brazos que aún nos protegen, cuyas manos llenas de bendiciones, jamás se cansan.
Pero la significación más grandiosa y hermosa de la Mujer madre es la de ese ser espiritual que jamás niega un momento de cariño y amor, una voz de aliento y la frase inmortal “Que Dios te bendiga hijo”.
Por todo lo anterior para honrar , hoy día Internacional de la Mujer, al ser que nos trajo al mundo y a todas las mujeres del universo, nada mejor que recordar algunas estrofas de los “Versos a Mi Madre de Julio Jaramillo.
Mi madre es un poema
de blanca cabellera,
que tiene a flor de labios,
Un gesto de perdón…
Radiante de alegría, al lado de sus hijos,
cuidando sus nietitos,
que santa que es mi madre,
bendícela, si bendícela Señor.
A Calamari, hoy Cartagena de Indias, le correspondió el papel de Mujer Esposa, aquella con la cual soñamos en la juventud y a la que juramos un amor eterno, con quien formamos el más hermoso nido de amor rodeado de los hijos y las hijas, soñando siempre en un futuro mejor y forjando siempre caminos promisorios para cada proyecto de vida que hoy fructifica con el favor de Dios.
Así dice aquel sabio refrán de mi abuelita Ana Hercilia, descendiente, no de los Caribes de nuestro mar, sino de los Muiscas del altiplano Cundí-boyacense, matrimoniada con un tataranieto de los guerreros Caribe de Yurbaco.
Hoy la canción a Mi esposa de Abelardo Velásquez, es un sencillo reconocimiento a las dos ejemplares mujeres y, autoras del más bello regalo sucesivo que me ha dado la vida: Mis hijos y mis hijas, reconocimiento extensivo a todas las mujeres del mundo.
… Y te llamaré mi esposa,
Princesa mía, amada mía.
En el jardín eres la rosa más hermosa,
me entrego a ti , mi dulce esposa…
Desesperados los dioses por poblar de manera veloz la tierra de Caribana, urgieron al más enamorado de ellos para que hiciera la creación siguiente y fue así como este, desesperado y casi enloquecido por la prisa y el amor creó en Zenufana a la mujer amante, para que supliera las fallas de la esposa, y así el hogar se mantuviera por parte del hombre, aunque la divinidad Caribe , jamás pensó en los efectos negativos y positivos de su obra que se mantiene y multiplica cada vez más.
Roberto Carlos el gran cantautor brasileño nos regaló esta bella canción para ellas:
Este amor que tú me has dado,
amor que no esperaba,
es aquel que yo soñé.
Va creciendo como el fuego,
La verdad es que a tu lado,
es hermoso dar amor.
Y es que tu amada amante,
Das la vida en un instante,
Sin pedir ningún favor.
Amada amante…Amada amante.
En Carex, hoy, el territorio de la Isla de Tierra bomba , el dios correspondiente creó a la mujer guerrera que defendió su tierra contra la invasión de los españoles en el siglo XVI, a la mujer luchadora de la vida, trabajadora incansable por sacar adelante a su familia, aún sin el apoyo de los padres malvados que abandonan a sus hijos.
También el dios creó a las madres cabeza de hogar, a las vendedoras ambulantes, a las trabajadoras domésticas y de servicios domésticos en la casa, a las empleadas y ejecutivas, a las lavanderas y vendedoras de chance, en fin a todas las mujeres de la Tierra así sean proletarias, clase media o burguesas.
Fulano de tal compuso a la mujer trabajadora, esta hermosa canción:
Aquí estoy a tu lado,
Para luchar contigo por tu techo,
tú pan y tu alegría,
para velar el sueño de tus hijos,
hasta que llegue el día
A la cultura indígena de Crespo, hoy el Barrio Crespo de nuestra Cartagena el dios Caribe le donó la mujer maestra para que comunicara a las generaciones jóvenes, las tradiciones de la cultura, la familia y la sociedad.
Ello fue para que les acompañara en el proceso de “cada día ser mejores personas”, como es el lema de mi Institución Educativa Fernando de la Vega de Cartagena, para que se adentraran en el maravilloso mundo de la lectura y la escritura creativa, para que construyeran sueños de vida mejor, fueran buenos hijos , padres y ciudadanos y se convirtieran en seres creativos, inventores y científicos, y en resumen constructores de un nuevo mundo mejor de paz , bienestar, amor y felicidad para todos y todas en la faz de la Tierra.
A las maestras, Alfonso y Emiliano Zuleta, le regalaron esta joya del folclor vallenato:
Hay personas que en la vida,
no saben agradecer, ni le dan ese valor que en
realidad se merecen,
y es aquel montón de grandes mujeres,
que lucha incansablemente,
pa’ educar la humanidad..
la maestra va a la escuela diariamente,
no le importa, si critican su aguerrida voluntad…
A Zamba, hoy la Galera zamba de las antiguas salinas de Bolívar, el dios tierno de la tribu creó la mujer hija para que alegrara la vida del hogar y para que perpetuara, hasta le eternidad la imagen querida y bella de su madre.
Más también se le ocurrió que la hija debía darle a la familia, y especialmente al padre de esta las nietas más bonitas y tiernas del mundo, y alegraran con sus risas, travesuras, ocurrencias, e inteligencias, las casas de los abuelos.
Otra canción del extraordinario cantante y compositor del Caribe, Diomedes Díaz rinde tributo a todas las mujeres- hijas del mundo, tributo al cual me uno con todo corazón al igual que en las situaciones anteriores con los versos de Hija:
…Hija, yo te quiero mucho,
No lo olvides nunca, en el mundo que tú debes conquistar…
Hay veces que temo que tus sueños,
puedan ser frenados,
Y no esté a tu lado para protegerte.
Antes que llegaras, de besar tu cara,
yo te amaba ya desde el infinito,
desde lo más lindo,
y por muchas vidas yo te amaba ya.
De esta manera, la tierra Caribe, se pobló de miles de miles de mujeres hermosas que formaron sus familias; con el paso de los siglos se convirtieron en los seres más maravillosos de la creación hasta el punto que un poeta del siglo XX, enamorado escribió para la eternidad:
¡MUJERES OH, MUJERES TAN DIVINAS, NO QUEDA OTRO CAMINO QUE ADORARLAS!
