Los Sitios de Cartagena. Segunda Parte: Las Agresiones imperialistas de Europa.
Concluida la primera independencia de Cartagena en 1821, en el marco de la República de la Gran Colombia conformada bajo el liderazgo de Simón Bolívar y la dirigencia criolla del altiplano, el Caribe y Venezuela, todo parecía indicar que la nueva nación se consolidaría de manera autónoma en el convulsionado panorama político internacional del siglo XIX, pese al dominio del colonialismo europeo y las debilidades de los nacientes Estados latinoamericanos.
Sin embargo, después de la disolución de la Gran Colombia, el sueño inmortal de Bolívar, la hoy Colombia, en su primera versión republicana como Nueva Granada, surgió como un débil Estado nacional afectado por la geopolítica de las potencias, las graves consecuencias económicas, sociales y políticas internas de la guerra de independencia, la falta de visión política futurista de la clase dirigente y la rapiña entre esta por conseguir el poder de la incipientes república.
Estos factores influyeron, en parte, para que la nueva forma de dominación de las potencias del norte: “el semicolonialismo” se instaurara en nuestro país a través de la vía comercial y los préstamos en dinero, determinando una nueva situación política: “Formalmente independiente, realmente dependiente”; Inglaterra y Francia se constituyeron en los principales exponentes de la dominación semicolonialista, ante la debacle del imperio español, sin excluir a Italia.
Las garras de los capitalistas europeos se aferraron a la maltrecha economía nacional fundamentada en la extracción de materias primas de origen vegetal y mineral; Italia lo haría en menor proporción; Cartagena, desde entonces se convirtió en un estratégico e importante puerto del comercio internacional y centro de conflictos internacionales.
Fueron los intereses comerciales y la prepotencia política de los imperialistas, los factores motivacionales de los cuatro sitios que sufrió la ciudad en el siglo XIX:
El sitio de Francia (1833-1834) a raíz del denominado Caso del cónsul de Francia: Adolfo Barrot.
El primer sitio de Inglaterra (1836-1837) producto de la llamada Cuestión Russel.
El segundo sitio de Inglaterra en 1857 debido al asunto Mac Kinston.
El sitio de Italia producto de la denominada Cuestión Cerruti.
De esta manera, a raíz de la muerte del hacendado inglés George Wood, en manos de esclavos rebeldes de la Hacienda Maparapa, ubicada en la Bahía de Cartagena se dio la intervención del cónsul de Francia Adolfo Barrot, quien fue atropellado por el Alcalde del Barrio de La Catedral, al decretar su detención por 15 días, al permitir el saqueo parcial de su residencia y la negación del permiso para partir de la ciudad.
Frente a estas circunstancias, y “sintiendo herida la dignidad de los franceses” el 10 de octubre de 1833, naves de guerra de la armada francesa en actitud amenazante fondearon frente al Baluarte de La Merced, exigiendo la libertad del Cónsul y el castigo ejemplar del alcalde cartagenero.
24 días después el máximo tribunal de justicia de la nación falló a favor de Barrot desvirtuando el sitio, y el gobierno de Cartagena, al siguiente año, aceptó la decisión de la Corte Suprema de Justicia de Colombia, de presentar los desagravios pertinentes y pagar las indemnizaciones correspondientes.
La Cuestión Russel originada por los conflictos entre el comerciante y cónsul de Inglaterra en Ciudad de Panamá, (territorio colombiano hasta 1903) y el comerciante Justo Paredes desembocó en el sitio que perpetró la armada de Inglaterra a Cartagena desde el 1 de enero de 1837, hasta cuando un mes después El cónsul Joseph Russel, quien había sido detenido a raíz del problema referenciado apareció libre en una de las playas centrales de Cartagena, y se asiló en un barco mercante inglés.
El comodoro de la marina inglesa J.S.Peyton obligó al gobierno de la ciudad a pagar 1.000 libras esterlinas de indemnización al cónsul, y de inmediato, siendo el 2 de febrero del mismo año (1837) se levantó el bloqueo.
De nuevo, como afirma el historiador Eduardo Lemaitre en su Historia General de Cartagena, “se impuso la diplomacia de los cañones”.
La segunda agresión del imperio inglés se dio 20 años después (1857) del sitio referenciado, teniendo su origen, en una vieja deuda que el gobierno de la Gran Colombia había adquirido con el súbdito
Inglés James Mac Kinston, en 1821, para financiar la independencia frente a España, aunque muchos de estos dineros fueron malversados por algunos representantes de la dirigencia criolla de ese entonces, como lo explica Arturo Abella en su texto: “Don Dinero en la Independencia”.
El conflicto de larga duración tuvo su máxima expresión el año 1856, en Cartagena, cuando cinco navíos de guerra ingleses fondearon en el puerto de la ciudad y el comandante de la flota amenazó al gobernador cartagenero Manuel Narciso Jiménez con bloquear la ciudad y bombardearla si la deuda con Mac Kinston no se cancelaba de inmediato.
Frente a la exigencia, el gobernador solicitó 40 días de plazo, lapso durante el cual la tropa inglesa fue atacada por una epidemia de fiebre amarilla, produciéndose varios enfermos y muertos, lo cual obligó a los agresores a retirarse.
Entonces los cartageneros mostraron su “don de gentes” y olvidándose de su condición de enemigos, auxiliaron a los sitiadores en el delicado percance.
Muchos años después, en 1873, el gobierno de los entonces Estados Unidos de Colombia, canceló la deuda.
Una vez más nuestro país mostró su debilidad ante las potencias imperialistas de Europa, dueñas del comercio mundial y del poder político internacional, en ese entonces, caso contrario a los sucesos de” la Guerra del Caribe” en 1741, cuando la armada inglesa dirigida por el almirante Sir Edward Vernon fue derrotada por la soldadesca popular de España y las tropas de nuestro pueblo del virreinato de la Nueva Granada, sin olvidar el papel que cumplió la dirigencia militar de ese año.
El conflicto con los intereses imperialistas de Italia, tuvo también larga duración iniciándose en 1885 y culminando en 1898, involucrando los intereses del ciudadano italiano Ernesto Cerruti, quien fue primero traficante de armas en una de las nueve guerras civiles que asolaron a nuestro país en el siglo XIX, y después fundó una sociedad comercial.
En el año de la referencia Cerruti proveyó de armas a los liberales radicales, empecinados en derrocar al ahora presidente conservador Rafael Núñez Moledo.
Elíseo Payán gobernador del Cauca, detectó la actividad del italiano, confiscó sus bienes, suprimió sus privilegios de extranjero y lo condujo a prisión; entonces Cerruti acudió a las autoridades italianas y entre estas a la cancillería, aprovechó el permiso que le dio el gobierno para conferenciar con sus connacionales en un barco en el puerto de Buenaventura y abandonó el país.
Las querellas diplomáticas de Cerruti desembocaron en un fallo arbitral de España y Estados Unidos De América, los cuales afectaron nuestra nación, obligándola a pagar al italiano 60.000 libras esterlinas.
Dilatado el proceso, en extremo, en 1898 el gobierno italiano decidió utilizar la fuerza, convirtiendo a una amistosa escuadra de naves de guerra en una amenaza contra la ciudad, la cual sufriría el bloqueo y bombardeo de la marina, en caso de no pagar la deuda referenciada en un plazo de cuatro días.
La declaratoria de guerra , conmocionó a los cartageneros, quienes para defenderse atacaron a los italianos residentes en la urbe caribeña, acudieron al obispo Monseñor Pedro Adán Brioschi como intermediario y al magnate Juan Bautista Mainero, ambos de origen italiano; este último sirvió de garante al país agresor por 20.000 libras esterlinas.
Cumplido el plazo, el gobierno de la débil República de Colombia, accedió a las condiciones impuestas por la fuerza.
Fue esta la cuarta agresión imperialista a nuestra tierra durante el siglo XIX, a la cual se sumaron en distintos años del mismo siglo, otros tres sitios, producto de las guerras civiles entre liberales y conservadores, las cuales devastaron el territorio nacional.
Los sitios realizados entre los años 1831 y 1885 fueron:
1831. El sitio del general Ignacio Luque.
1841. El sitio del general Francisco Carmona y la Guerra de los Supremos.
1885. El sitio del general Ricardo Gaitán Obeso.
Estos acontecimientos y el sitio que en la actualidad vive la ciudad en medio de la crisis ambiental, la corrupción política, el aumento de la miseria material y espiritual de miles de miles de cartageneros es materia de otra historia que en tiempo lejano escribiré.