MICROHISTORIAS SOCIALES DE LOS PUENTES DE CARTAGENA DE INDIAS(1).
- EN MODO INTRODUCCIÓN.
Dar un paso teórico de la Historia Total, corriente que analiza la vida de las comunidades en sus estructuras económica, social, política y cultural, a la Microhistoria en calidad de otra visión histórica diferente, significa correr riesgos académicos, que pueden llevar al historiador a dejar escritas sus investigaciones en el sólo marco local y obviar la externalidad del mundo en el transcurrir del tiempo histórico.
Y peor aún: encerrarse en el estrecho marco personal o acontecimental, por una parte. Por otra, el riesgo se proyecta también, a ser objeto de críticas inválidas por dar ese viraje académico, después de estar una vida investigando y escribiendo, de acuerdo con los parámetros de la historia Total o del Materialismo Histórico.
No obstante, los riesgos son para asumirlos y superarlos, tal como pretendo hacer con esta nueva serie de historias sobre los puentes más significativos de Cartagena de Indias, combinando la perspectiva de la Microhistoria con los aportes de la Historia Total, enriqueciendo la investigación, y así poder brindar a los cartageneros, a los colombianos y demás ciudadanos del mundo un conjunto de historias desconocidas, y/o borradas de la memoria de las generaciones presentes.
Para el logro de este objetivo mediato leamos algunos conceptos referentes a la Microhistoria para después ocuparnos del eje problémico que nos motiva a investigar, escribir y editar:
Es una perspectiva histórica que nació en Europa en los años 70 del pasado siglo XX y se entronizó de manera especial en países como Italia, Francia y España, llegando a, Hispanoamérica y Colombia donde tiene sus fortalezas en la Universidad de Cartagena, y otros centros de educación superior del país.
Sobre esta nueva corriente de la historia Álvaro López Franco, en el ensayo: la microhistoria: Historia del detalle, explica que:
“es aquella cuyo origen parte de las reflexiones sobre la necesidad de hacer una historia más cercana a la cotidianidad y a las vivencias de las personas…Tiene lazos con la antropología y la sociología y aumenta de manera considerable la posibilidad de investigar nuevas y múltiples temáticas, enriqueciendo la historia local”, (descubrir lahistoria.es) otra de las corrientes histórica que se abre paso a nivel mundial (descubrirlahistoria.es).
Fiel a estas concepciones, hago una listado con aproximación cronológica sobre los puentes más significativos de Cartagena, iniciando por el primero de estos, que estableció comunicación peatonal entre la isla Ximarí (Getsemaní) y la isla Karmairí donde nació el barrio colonial san Sebastián.
1.LOS PUENTES SIGNIFICATIVOS DE CARTAGENA DE INDIAS.
Más de una quincena son los puentes significativos en la historia de Cartagena de Indias, desde los primeros años de la época colonial; vale escribir: desde seis años después de la invasión de Pedro de Heredia a la isla Karmairí de los originarios amerindios Karibs, hasta las primeras décadas del presente siglo.
En este intento de combinar la Microhistoria con la Historia Total, historiaré en riguroso orden cronológico (hasta donde sea posible) las vivencias históricas que se dieron en torno a la construcción y permanencia de las construcciones que transformaron la vida de los cartageneros, siendo estas las siguientes:
1.Puente de san francisco
2.Revellín y puente La Media Luna.
3. Puente del ferrocarril Cartagena-Calamar
4.Puente Heredia antiguo.
5.Puente Luis H. Román.
6.Puente antiguo de Chambacú.
7.Puente antiguo de Caimán. (Hoy Olaya Herrera).
8.Puente Bazurto de Manga.
9. Puente Jiménez.
10. Puente Las Palmas.
11.Puente de Alcibia: la desaparecida loma de Bazurto.
12. Puente Romero Aguirre.
13.Puente Heredia nuevo
14.Puente nuevo de Caimán.
15. Puente de Marbella.
16.Viaducto de la Ciénaga de La Virgen.
Nota: El listado, es apenas, una aproximación cronológica.
2.EL PRIMER PUENTE DE CARTAGENA: EL SAN FRANCISCO DE ASÍS EN EL CENTRO HISTÓRICO.
La isla Ximarí y los orígenes del puente.
Hasta el año 1533, cuando la hueste del delincuente español Pedro de Heredia Fernández, convertido en héroe local, por la historia oficial, la isla Ximarí(hoy Getsemaní) fue un territorio de la propiedad de los originarios amerindios de la familia lingüística Karib quienes se asentaron en esta desde el año 1000 DC.,desarrollando una importante cultura económica, social y política, matizada con valores culturales y humanos, que los ubicaron en el período del formativo medio de las sociedades originarias de América Latina.
Concluida la conquista realizada “a sangre y fuego” y despojados los Karibs de su propia tierra, la isla fue entregada como merced o recompensa al también conquistador: Rodrigo Durán, quien en su momento fungía como contador real de la ciudad.
Así a la vista de las autoridades, de la primera mitad del siglo XVI, la isla era propicia para la construcción de viviendas, la labranza y la pastura de ganado por lo que el licenciado Juan de Santa Cruz, Juez de residencia de Heredia y gobernador de Cartagena (1538-1540)fue autorizado en 1539 por el rey Carlos I de España(1516-1556) y V de Alemania, para construir un puente que comunicara la isla Ximarí con la de Karmairí; Santa Cruz inició la obra que fue culminada, por el también posterior gobernador de Cartagena , Alonso de Montalbán.
Enrique Marco Dorta en su clásico libro: “Cartagena de Indias puerto y plaza fuerte” (1960) amplía la explicación con varios testimonios documentales:
“Una de las primeras obras de utilidad pública que se hicieron en Cartagena fue el puente que salvando un caño de agua ( la Matuna nombre original y después san Anastasio), comunicaba el núcleo primitivo de la ciudad con el arrabal de Getsemaní…
Por iniciativa del licenciado Santa Cruz se estaba construyendo en 1539 y “era cosa muy necesaria para la contratación de esta tierra, porque esta ciudad está aislada con la mar y unas caletas de ella que la cercan y con este puente hay entrada y salida a esta ciudad y para la contratación(poblamiento) de la tierra y para llevar y traer ganado al pasto de ella”.
Entre los asuntos que había de gestionar en la corte el regidor Alonso de Montalbán, enviado por el procurador de la ciudad en aquella fecha, figuraba la demanda de fondos para esta obra en la que el Cabildo había gastado más de mil quinientos castellanos. Montalbán, que más tarde fue teniente gobernador de Cartagena, tuvo buena parte en la realización de esta y otras obras públicas…
En su alabanza escribía el deán Materano al rey en 1554 que “hizo un puente massisa con dos ojos (luces)la cual era tan necesaria como el pan que se come”. Es de suponer que esta obra no sería otra que la iniciada por el licenciado Santa Cruz”. (P.38).
De Ximarí a Getsemaní: el deán Pérez Materano.
Juan Pérez Materano fue el deán (presidente del cabildo de la iglesia después del obispo) y tesorero de la catedral Santa Catalina de Alejandría. Juan Friede historiando a Pérez Materano explica que:
“…el clérigo fue un buen cantor, llamado a fortalecer al grupo de sacerdotes de Cartagena en 1539, y después de ser el tesorero de la catedral se convirtió en deán de esta, (como ya se informó” …Fue así mismo coautor de las primeras disposiciones encaminadas a reglamentar la administración eclesiástica en Cartagena, ciudad en que permanece hasta el final de sus días…1560.
Tales son los escasos datos biográficos que hemos podido reunir sobre el autor de un libro de canto(llano)…y órgano… el primero que se escribiera en tierras colombianas, como lo demuestra la licencia que para su impresión otorgó el rey el 17de junio de 1559”. (Friede, Juan. El primer libro colombiano. En: Banrepcultural.org).
De esta manera, con el paso de los años, Pérez Materano adquirió el dinero suficiente para comprar la isla Ximarí a Beatriz de Cogollos viuda del exconquistador y tesorero real de Cartagena Rodrigo Durán; la venta excluyó de la isla ,la nada despreciable porción de tierra donde los sacerdotes de la Orden de san Francisco de Asís construyeron desde 1555 la iglesia y el convento, vale escribir desde la actual calle Larga, hasta la calle de la Sierpe, en longitud, y en profundidad, varias calles, barrio adentro.
Fue Pérez Materano, quien dio el nombre que desde el siglo XVI ostenta la ínsula: Getsemaní; este territorio en su condición de arrabal, comenzó a poblarse desde fines del siglo referenciado, siendo el puente una importante vía para la llegada de gentes de diversas condiciones sociales como pescadores, agricultores, pequeños ganaderos, artesanos y hasta de traficantes de esclavos y contrabandistas.
Sin embargo, fue la fundación del convento san Francisco, con su iglesia, la que dio el mayor impulso al poblamiento, al punto que algunos historiadores escriben que Getsemaní nació allí en el contorno de la iglesia; en el último tercio del siglo XVI, la edificación religiosa donó su nombre al estratégico viaducto
De esta manera, el puente se convirtió en la vía que comunicó a la naciente colonia española desde su puerta de entrada: La Puerta del Puente (hoy Torre del Reloj) con la llamada después plaza San Francisco; en su trayecto de más de 100 metros, el viaducto permitió salvar el caño de la Matuna o san Anastasio, siguiendo el curso del actual Camellón de los Mártires.
Entonces se arribaba a la calle que lleva también el nombre del santo, la cual conducía hasta la Media Luna, en la que una vez construido un histórico revellín(obra exterior que cubre la cortina de muralla y la defiende) se convertiría en la única puerta de salida hacia la tierra firme: hoy barrios Pie del Cerro, Pie de La Popa y sus cercanías.
Rodolfo Segovia, insigne historiador de Cartagena de Indias de la Mar Océano como la llamó el rey Carlos I describe de manera breve, algunos pasajes relacionados con el puente y la vida social de la antigua isla de los Karibs, ahora llamada Getsemaní:
“Calamarí se unía a la vecina isla de Getsemaní o Gimaní donde no existían más construcciones que un modesto convento de san Francisco (1555, y la carnicería (matadero, desde fines del siglo XVI) por un endeble puente de madera. La primitiva construcción sobre el caño de la Matuna (o san Anastasio) era como diría un visitante avergonzado por la capitulación ante Drake (1586):” una puente levadiza más porque no huyan los amigos que no por miedo a los enemigos”. Se prolongaba en trocha por entre los vegetales del futuro arrabal de Getsemaní hasta tierra firme, en las inmediaciones del cerro de san Lázaro.
Este último no pasaba de ser, por el momento, un mero accidente geográfico, una de tantas colinas que formaban parte del sistema de La Popa sin ninguna importancia urbana o militar.
Con el despuntar del sigloXVII Cartagena se extiende. En pocos años casas y calles cubren a Getsemaní, refugio de gente menor: artesanos, buhoneros (vendedores ambulantes)burócratas de poca monta,..pescadores, carpinteros, militares de baja graduación, esclavizados,ex esclavizados marineros, calafateros, aguateros, etc.,... pero sin que las seis o siete mil almas del núcleo urbano cartagenero, en sus dos islas rebasasen los límites del arrabal. Más allá se encontraba el “arcabuco”, un monte espeso, aún incipientemente civilizado y dominado, desde la agreste cima de La Popa por el convento de los agustinos recoletos, fundado en 1607. (Las fortificaciones de Cartagena de Indias.P.129).
3.EL IMPACTO SOCIAL DEL PUENTE SAN FRANCISCO.
El impacto social de la construcción del puente san Francisco fue de vital importancia para la nueva ocupación humana de Getsemaní, territorio que empezó a poblarse a fines del siglo XVI y alcanzó su auge poblacional en el siguiente siglo, la época de la internacionalización y globalización de la economía cartagenera, debido al auge del mercantilismo comercial y el tráfico de esclavizados africanos.
El viaducto, pese a su escasa significación arquitectónica para bien y mal permitió la interacción entre los sectores populares de Getsemaní y los “beneméritos señores de la tierra”(encomenderos y conquistadores)grandes y pequeños comerciantes, traficantes de esclavizados pobladores y habitantes de la plaza del Puente, llamada después plaza de Los Esclavos , de La Hierba y hoy Plaza de Los Coches en el colonial barrio san Sebastián.
El puente (con un tramo levadizo) se iniciaba, a escasos centímetros de la bóveda central de lo que un día fue la entrada principal, de la ciudad amurallada y abaluartada, levantada(1631)entre los baluartes san Juan Bautista y san Pedro Apóstol; a pesar de su posición estratégica y significación política y militar , arquitectónicamente era insignificante y fue derribada por puro simbolismo bélico por las tropas del barón de Pointís en 1697, cuando se apoderaron de la urbe y saquearon a los cartageneros de ese entonces ; fue reconstruida años más tarde bajo la dirección del ingeniero Juan de Herrera y Sotomayor.
La construcción del puente permitió también que:
muchos pobres se asentaran en Getsemaní, que decenas de los esclavizados ya liberados construyeran modestas viviendas en el territorio que nos ocupa, dando lugar a las reconocidas accesorias del sitio, y que los poderosos de la época construyeran allí lujosas viviendas de cal y canto, iniciando por la calle de La Media Luna y luego por la calle Larga
4. AUGE Y DESAPARICIÓN DEL PUENTE SAN FRANCISCO.
Mientras que los amerindios originarios conservaron y divinizaron los cuerpos de agua de su entorno, los colonialistas españoles adoptaron la inveterada costumbre de arrojar sus desechos sólidos, de cualquier género a los caños y lagunas de la población arrebatada a los primeros; por ello, desde el siglo XVI,algunas ordenanzas del Cabildo secular autorizaron a los vecinos del barrio La Catedral y los Jagueyes(san Diego, hoy) arrojar su desperdicios a los cuerpos de agua del mar Caribe y el caño del Ahorcado.(El Cabrero).
El caño de La Matuna (San Anastasio no fue la excepción; el puente de san Francisco que permitía salvarlo, tuvo su auge durante los siglos XVI , XVI y XVIII; desde el último tercio de este comenzó la decadencia del viaducto y del histórico caño.
A juicio de Urueta y Piñeres en su genial obra :”Cartagena y sus Cercanías” junto a la isla grande de Ximarí se levantaban algunos islotes; con el paso de los años, mediante rellenos de toda clase de desechos sólidos inorgánicos, basura, aserrín y trozos de madera, los islotes se incorporaron a las playas de Getsemaní; el caño fue perdiendo su caudal angostándose más y más hasta quedar colmatado; con el antiecológico proceso el cuerpo de agua se convirtió en una lánguida corriente, que se deslizaba por los fosos de las murallas y baluartes ya mencionados; Getsemaní se unió entonces a los barrios san Sebastián y Los Jagueyes, hoy san Diego
El benéfico puente san Francisco desapareció: los oscuros intereses de los poderosos de la época lo permitieron y coadyuvaron, y los funcionarios de la República de Colombia le dieron “cristiana sepultura ”incorporándolo a las aguas residuales de la ciudad.
Donaldo Bossa Herazo en su Nomenclator Cartagenero aporta una serie de conceptos complementarios:
Hacia 1808 la calzada o puente era el asiento del premercado público de Cartagena…37 tiendas de revendones se levantaban en sus portales. En el plano de aquella fecha se puede observar, con toda claridad lo que allí había. Estas edificaciones fueron demolidas en diciembre de1815(fin del sitio a Cartagena) por disposición de los jefes militares realistas: Morillo, Montalvo y Enrile, quienes se fundaron en razones de seguridad para proceder así.
Como ya se anotó la calzada unió las islas del centro de Cartagena y Getsemaní por debajo de su cabecera occidental corría el caño de La Matuna. Todo eso ha desaparecido: las dos islas forman una, el caño de La Matuna, posteriormente llamado san Anastasio, fue cegado, y la bahía de las Ánimas comunicaba con la ciénaga de El Cabrero por el foso de las cortinas de murallas, que iban desde los baluartes san Pedro Apóstol a san Pedro Mártir. (P.P.234,235).
Así nació y desapareció el histórico puente san Francisco, el primero que tuvo la isla Karmairí de los originarios amerindios que la unió con la isla Ximarí. Hoy sus testigos de madera colocados en la segunda década del presente siglo, reposan exactamente frente a la boca del puente, ahora conocida como torre del reloj de lo que fue el antiguo barrio san Sebastián: el de los exterminadores de los amerindios Karib, de los poderosos y opresores de los esclavizados y demás pobres de Cartagena colonial.
Con los afectos de siempre:
UBALDO JOSÉ ELLES QUINTANA.
Siempre patrimonialista. Siempre ambientalista.
PD. Imagen(1870) tomada de perfil de Facebook llamado Cartagena de Indias fotos de antaño