Oscar de León: El Sonero del Mundo: “Detalles” para las mujeres .
Desde muchacho me fascinan las ciencias sociales por su contenido ligado a los sueños y esperanzas populares, por lo agradable de la historia y de manera especial por su mensaje liberador.
Por ello desde mi adolescencia me dediqué a asesorar a mis amigos, de manera especial a los músicos, aconsejándoles la línea de canciones que más aceptación tuviera en el público, y que más reflejasen las realidades del Caribe , en relación con los afectos de las parejas.
Así, una vez relacionado con Oscar de León en 1972, época de mis estudios universitarios en Barranquilla y el tiempo de sus primeros conciertos, una vez que entablamos una amistad duradera, le ofrecí mis servicios ,de los cuales hoy puedo decir que gracias a ello, Oscar ha grabado una serie de canciones que reivindican a la mujer, el amor, a la mujer hecha madre, pero que también referencia los desengaños amorosos.
Testimonio de ello, son los “Detalles”, tal vez la mejor canción en este género romántico,
“Siéntate Ahí” “Madre” “Hazme el amor” “El Derecho de Nacer”, y otras canciones significativas en este mundo del goce de la música popular del Gran Caribe.
Con el “Sonero del mundo” estuve conversando largo tiempo sobre los “Detalles” quedando como conclusión que se trata de un homenaje al amor de la pareja, una proclama ante el hombre para continuar el romanticismo después del del noviazgo; sin embargo lo mejor de todo fue el consejo del León:
Sácala, llévala al cine,
Cómprale, un ramo de flores,
Báñese, junto con ella,
Llévale la comida a la cama,
Trátala con mucha ternura,
Háblale, pero con mucha dulzura
Dale amor,
Porque ella
Merece que la trates así
Acuérdate del tiempo,
Cuando eras novio,
La llevabas al hotel
La sacabas a pasear…
Ahora no puedes cambiar tu forma de ser…
Des afortunadamente, En la” Maestra vida” sobre la cual nos canta Rubén Blades, todo cambia con el tiempo, pero la idea y el gran reto de nosotros los varones, es tener siempre presente los “Detalles” de Oscar y todos aquellos propios de nuestro ser y creatividad romántica.
Renovar los votos de amor , dedicar versos y canciones, y regalar flores a las mujeres es una buena estrategia que produce, por supuesto, buenos resultados; se la recomiendo, tanto a los hombres como a las mujeres y que recuerden con Roberto Carlos que a los hombres también nos gusta escuchar de ellas:”Unas cosas Bonitas”
Hermosa composición también, musicalizada con maestría es “Hazme el Amor”, la cual antes de ser grabada sugerí al” León de la Salsa” que la hiciera acompañado de una mujer y así fue; cargada de un erotismo poético que hace evocar el pasado y el presente; las notas dicen:
…Siénteme hoy,
Quiero entregar,
este deseo, tan mío
Pégate a mí siempre,
toca mi piel,
Hoy te voy a querer…
Saber que vivo
En tu mirada tan amada,
que a mí me perteneces,
Que soy toda tu ilusión,
Hazme el amor, que quiero, amor
Estar siempre contigo.
Hoy, en este mayo del 2013, después de de 40 años del primer encuentro con “El León” es válido escribir que de la extraordinaria producción del “Sonero” sólo es posible en un espacio tan breve como este, hacer una corta reseña , evocando los recuerdos y los afectos que más guarda el corazón y aquellos que el cerebro jamás olvida.
Imposible olvidar las canciones que aquí en Cartagena canté a dúo con Oscar en los bares y tabernas ya desaparecidos tales como “El Mapayé” y en las discotecas: EL Molino Rojo, Las Catacumbas y El Dorado; son momentos imperecederos, que tal vez, nunca volverán a repetirse
Deliciosos también los recuerdos de las reuniones de” macho solos” en los bares cuando sonaba “Taboga la canción de la isla del encanto:
En esta noche callada,
Que mi tormento ahoga,
Quiero cantarte Taboga,
Viendo tu luna plateada…
Taboga, Taboga mía,
Ya no te puedo olvidar…
A continuación sonaba:”Mata Siguaraya”, la planta cubana de “los siete poderes”, un verdadero concierto para lucirse cantando a dúo con “El león”, quienes teníamos una mejor voz, y los menos dotados a fajarse con los coros:
Esta mata nace en el monte,
Esa mata tiene poder,
Esa mata es siguaraya…
Siguaraya, siguaraya,
Que va, que va,
Con permiso, no va a tumbar.
Sin embargo, en medio de la alegría, de repente afloraba la tristeza, cuando Oscar interpretaba “Siéntate Ahí”, y el leve espacio de la mesa, la algarabía de los contertulios desaparecía para dar paso a el llanto de un amigo al escuchar:
Siéntate ahí, y espera que yo pase
para que veas,
El fruto de nuestras entrañas,
No te permito ni un beso,
ni una caricia, porque tu
manchaste el nombre
de este hombre,
que es su padre…
Más las canciones del “Sonero del mundo” no se detienen aquí; canciones tan hermosas como” Madre” con la Dimensión Latina jamás las olvido y recuerdo una de las serenatas que muchos años atrás le di a mi mamá Rosa Isabel, nada más y nada menos que con el venezolano, justo el Día de las madres, el cual se apresta a celebrar el mundo occidental.
Nada más grato que evocar algunos de los versos más representativos de la canción dedicados con mucha ternura a mi madre , por supuesto, a las madres de mis hijos e hijas a mis amigas y compañeras de trabajo, a mis múltiples lectoras, y en general, a todas las mujeres que tuvieron el coraje de parir y encarar el gran sacrificio que significa ser una buena madre.
En tu pelo blanco ,un mantel se refleja,
Las angustias que has pasado por mí,
La enseñanza que me diste,
Consejos que me ofreciste,
es amor puro y sincero y nada más.
En tus brazos me arrullaste, cuando niño
Y tus lágrimas caían sobre mi,
aprendí todo lo bueno,
Me enseñaste a quererte,
Lo que soy lo debo a ti.
Eso si que te lo debo,
Lo que soy lo debo a ti.
Mamacita linda ven enséñame,
Tu bendición…
No obstante, Oscar tan considerado como siempre, se dio cuenta que mi papá Rafael , también estaba despierto, y de inmediato empezó a cantar a dúo con su hijo ”A El”, una melodía que llega directo al corazón de los buenos y agradecidos hijos:
Ahora quiero cantarle
a mi padre que está viejo,
largos años de consejo
el ha sabido brindarme,
Sus manos llenas de callos
Reflejan tanto trabajo,
Siento que es poco
Lo que hago
con este humilde homenaje.
Hombre de tantos combates para darme educación ,
Y siento en el corazón que las gracias debo darte…
D e esta manera, con el paso de los años Oscar se convirtió en un artista con fama mundial, gracias a su talento de cantante, compositor, arreglista y músico, ejecutante del “bajo” el instrumento de su predilección.
Una de esas tardes a la caída del sol, una de esas miles sin fecha , cuando conversaba con “El León” a orillas del Lago de Maracaibo ,afloró el tema del instrumento, y de inmediato confesó su pasión por este, naciendo días después de la conversación : “Mi Bajo y Yo” una sentida melodía “para decir tantas cosas , viví momentos felices y otros tristes, pero siempre estuvo presente mi amigo: mi bajo y yo”…”Ese es mi amigo, ese es mi amigo del alma”…
Esta canción trae a mi reflexión el amor que los escritores le tenemos a nuestros libros y demás escritos; son “hijos” hechos con amor y pasión, realizados con la intencionalidad de construir un mundo mejor, así como lo es mi texto más reciente: LUGARES SAGRADOS DE CARTAGENA COLONIAL, una forma sencilla de agradecer a Dios y Cristo Jesús su bondad , y una manera agradable de acercar a mis lectores al patrimonio religioso de Cartagena y al Dios que siempre nos protege.
Finalmente, no podía dejar de recordar mi encuentro con Oscar en Barranquilla, a orillas del Rio Magdalena, cuando todavía no se había construido el Puente Pumarejo y a instancias mías el cantante decidió incluir en su inmediato Lp “ A Barranquilla”.
S e trata de un homenaje merecido a la ciudad que nos acogió con fervor y entregó a él, con honores el Congo de Oro de sus carnavales, reservado sólo a los mejores com lo fue el cantante ese año.
A esos 40 años de distancia de ese encuentro, todavía suena intacta la letra y la melodía de esta composición:
Desde Rebolo hasta Carrizal,
y de la Ceiba hasta Barrio Abajo
Barranquilla, Barranquilla , Barranquilla, es tu ciudad
Y del Paseo hasta Prado Mar,
pasando por la felicidad,
Barranquilla, Barranquilla, Barranquilla es tu ciudad
Hotel del Prado y Toro Sentado
Son las parrandas del carnaval,
la fiesta alegre de la arenosa
al son de cumbia cadenciosa…
Hoy por hoy, Rebolo y Carrizal, conservan su esencia popular, y Barrio Abajo mantiene los peculiares colores de sus viviendas que lo convierten en ejemplo único del Caribe continental colombiano; así mismo los arroyos continúan haciendo de las malas suyas cada vez que llueve.
El Paseo de Bolívar dejó de ser la vergüenza de los barranquilleros para convertirse en orgullo de todos y el Hotel del Prado, continúa tan señorial como siempre, siendo un gran escenario musical en los carnavales, tal como lo viví en el año 2011, disfrutando de la Música de Tito Nieves, Don Omar y los Betos del Vallenato.
El “Tanganazo” a su vez, otro de los sitios importantes para gozarse el carnaval, desapareció para dar paso a una supertienda de cadena, muy barranquillera.
Más el mar, continúa siendo el mar de Barranquilla y Puerto Colombia: maltratado por la desembocadura del Magdalena, que le muestra sus pocos afectos, como el de muchos de sus visitantes del turismo de olla y sancocho, y de los dueños de las chozas que lo venden.
Sin embargo, Barranquilla es una ciudad de encantos con su espíritu de grandeza y amistad, con sus gentes como mis ex, mis hijas, nietas, compadres , comadres y yernos, con sus afectos por la salsa y el Joe Arroyo, afectos que nunca morirán al igual que los míos ;sin embargo, tal como NO lo dijo Álvaro José :”En Cartagena me quedo” escribiendo por ahora , sobre los viejos tiempos de la salsa y con próximos recuerdos sobre Rubén Blades y la salsa de la Liberación latinoamericana.
Para finalizar, debo registrar la información que trae el diario El Universal de Caracas en el sentido, que gracias a Dios “el Sonero del mundo “salió con éxito de la intervención quirúrgica, que le permitió superar el accidente que sufrió en uno de sus ojos recientemente.
Que Dios nos guarde a todos y a todas, a nuestros artistas y a toda la gente que construye escenarios de amor, paz y justicia social en el mundo.