Rubén Blades ( 2 ) Buscando a América


Rubén Blades (2 ): Buscando a América.
Después de nuestro encuentro en la ciudad de nueva York, Rubén y yo decidimos en consenso hacer una gira , por toda la América , desde el norte hasta el sur, procurando , en lo posible, bordear el Mar Caribe
En realidad, fue una gira dramática, llena de tristezas y alegrías de sueños y esperanzas, pero partimos con” la tranquilidad del desesperado”
esa que siempre tuvo ”Adán García” antes de atracar un banco con el revólver de agua de su chiquillo.
Fue así como partimos en 1984,buscando a América, unas veces adelantándonos a la fecha hacia el tiempo futuro, y otras, devolviéndonos hacia el pasado .en búsqueda incesante del ser de la América Latina, encontrándonos con:
la Maestra Vida, camará, que
te da y te quita, te quita y te da,
te da y te quita, te quita y te da.
Encontramos también a Pablo Pueblo, al padre Antonio y su monaguillo Andrés, a Juan Pachanga, a Adán García, a Pedro Navajas al Cheo Feliciano, a los vallenatos de Colombia a los Torrijos de Panamá y a Héctor lavoe Hasta cuando, por fin, terminamos aquí en Cartagena de Indias, en las aulas del otrora glorioso Liceo de Bolívar, descontando las llegadas previas que hicimos de manera incógnita, como podrán leer, uds. amables lectores.
Así alegres y contentos pero a su vez, tristes y preocupados, cual científicos sociales salimos cantando a dúo:
T e estoy buscando América,
Y temo no encontrarte,
Tus huellas se han perdido
Entre la oscuridad…
Viviendo dictaduras,
te busco y no te encuentro,
tu torturado cuerpo,
no saben donde está…
Si el sueño de uno,
Es el sueño de todos,
Rompe las cadenas y
Echamos a andar…
Te han secuestrado América,
Y amordazado tu boca,
y a nosotros nos toca hoy,
ponerte en libertad.
En esta búsqueda del ser de América , llegamos También a Argentina , y después del reposo obligatorio encontramos a Piero ,Leonardo Favio ,Sandro los Visconti, Los Chalchaleros y otros trovadores de las pampas, huyendo de la represión y del terrorismo de Estado establecido por los dictadores, como Leopoldo Galtieri y el general Jorge Rafael Videla, responsables con sus secuaces y de la desaparición de más de 30 mil compatriotas.
De los 30.000, muchísimos fueron luchadores por la libertad, otros inocentes , la mayoría, víctimas de “falsos positivos” ;consternados ,con gran dolor y rabia, Rubén y yo sopesamos la terrible situación, y cada uno se fue a su dormitorio.
Al siguiente día con señales de haber trasnochado, el panameño me invitó a cantar el coro de “Desapariciones”…que dice así señoras y señores
Y dónde van los desaparecidos?
Busca en el agua y los matorrales,
Porque desaparecen los desaparecidos?
porque no todos somos iguales.
Y cuando vuelven los desaparecidos?
Cada vez que los trae el pensamiento,
Con la emoción apretando por dentro!
Al momento de escribir estas notas, en el caluroso mayo de 2013, bajo un tórrido aguacero , en “mi pentagrama vivencial “ debo confesar que la justicia divina, antecedida por la de los hombres, cayó sobre el ex dictador Videla quien falleció en una cárcel de Argentina, poniendo fin a uno de los capítulos más abominables de nuestra historia de América Latina.
Una vez cumplido el compromiso de denunciar ante el mundo los horrores vividos por el pueblo argentino, con sus niños, niñas y jóvenes y luchadores por la libertad , desaparecidos, decidimos viajar a la República de E l Salvador y allí conversamos con Monseñor Arnulfo Romero sobre la dictadura militar que combatía a el pueblo organizado en el frente de Liberación Farabundo Martí.
Más estaba claro que:“El padre no funcionaba en El Vaticano entre papeles y aire acondicionado… odia la violencia, sabe por experiencia que no es la solución”; esta prédica constante lo pondría en la mira de sus enemigos y nos obligaba a presagiar lo peor!
Rubén, vivamente emocionado escuchaba a el prelado, a quienes ambos veíamos en el camino celestial y efectivamente, al siguiente día de nuestra conversación Monseñor Arnulfo Romero cayó abatido por las balas, cuando a través de la misa comunicaba a los salvadoreños con nuestro Dios y Cristo el Mesías Redentor de los humildes.
Díás después, Blades compuso “El padre Antonio Y su Monaguillo Andrés…que dice:
…El padre condena la violencia,
Sabe por experiencia, no es la solución,
Les habla de amor y justicia, de Dios, da la noticia
Brillando en su sermón…
Al padre lo halló la guerra un domingo en misa,
Dando la comunión en manga de camisa,
En medio del Padre Nuestro, el matador entró
Y sin confesar su culpa le disparó.
Antonio cayó hostia en mano, y sin saber porque,
Andrés se murió a su lado sin conocer a Pelé,
y entre el grito y la sorpresa, agonizando otra vez,
estaba el Cristo de palo, clavado a la pared.
Suenan las campanas, una y otra vez…
Vamos que nos llaman,
para celebrar nuestra identidad,
porque un pueblo unido,
jamás será vencido…
Suenan las campanas, por un cura bueno,
de Arnulfo Romero,
de la libertad, por nuestra Américaaa.
Entristecidos por la tragedia, pero siempre con la esperanza de encontrar a la América soñada: en paz y justicia social, inspirados, con la música en el alma, en una tarde de esas siempre hermosas del Mar Caribe, Rubén me contaba en el apartamento de Javier Corrales , ubicado en ese entonces en el edificio Torre del Reloj en nuestra Cartagena, que él como panameño, hasta el año 1964 había sido “pro yanqui” defensor de la presencia de los norteamericanos en el Canal de Panamá , hasta cuando estos atacaron a sangre y fuego a centenares de estudiantes de la ciudad capital, quienes protestaban por la ausencia de la bandera panameña en su propia tierra, cuya zona se convirtió desde 1903 en un enclave yanqui, cuando le fue arrebatado a Colombia..
Las reflexiones sobre su patria ocupada, las amenazas de invasión a Centro América y el Caribe fueron las bases para que naciera la canción tiburón ,un simbolismo y una advertencia al intervencionismo del gobierno Gringo.
Con una botella de whisky , a la mesa muy cerca de mi, y un mar Caribe bañado por los penúltimos rayos del sol rojizo que se resistía a su muerte cotidiana ,en un atardecer que todavía se contempla en la atalaya del edificio, Rubén ,sin trago alguno se inspiró y surgieron para el mundo, para los salseros y amantes de la libertad y del antiimperialismo, la melodía y la letra de “Tiburón”: Rubén canta de esta manera:
Ruge la mar embravecida,
Rompe la ola desde el horizonte,
Brilla el verde azul del gran Caribe,
Con la majestad que el sol inspira…
Palo pa que aprendas que aquí si hay honor,
Pa que veas que en el Caribe,
No se duerme el camarón…
En la unión está la fuerza y nuestra salvación…
Que bonita bandera, que bonita bandera… respeta mi bandera…
Lo tuyo es mar afuera…
“Y si ven que viene el imperialismo
norteamericano…
hermanos díganle que en el Caribe
sólo se habla latinoamericano.”
Esta última estrofa se la sugerí a Rubén para que la incluyera así en la canción; pero no fue así! Al fin de cuentas el compositor y cantante es él y yo no!…CONTINUARÁ


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