Rubén Blades: ( 3 ).Entre Navajas,políticos,mal de amores, cantantes, vallenatos y maestros
Deseosos de culminar el peregrinar por América ,Rubén y yo decidimos intensificar la velocidad de los recorridos y de inmediato abordamos a Pablo Pueblo ,en el Mercado de Bazurto de Cartagena ,quien impresionado ante un mitin, de esos que acostumbran los politiqueros en esta época de elecciones atípicas exclamó:
Votando en las elecciones ,
Pa” después comerse un clavo .
Entra al cuarto y
se queda mirando,
A la mujer y a los hijos ,
Y se pregunta:
¿ hasta cuándo?.
Más, elegante y alegre como siempre, pero con el alma hecha pedazos y llorando por dentro, como me enseñó mi papá a que lo hiciéramos nosotros los hombres, pasó a nuestro lado, Juan Pachanga.
El panameño y yo, con esos dotes que nos dio la naturaleza y la universidad de la Maestra Vida de interpretar el alma de las demás personas, una vez que Rubén le miró el rostro a Juan, la musa que siempre le acompaña le inspiró para componer esta canción, que más tarde cantamos ahí cerca, en el barrio Martínez Martelo, donde se criaron tres de mis cinco hijos, antes que el chiquero de Bazurto, lo envolviera con todo su daño ambiental…Y dice asÍ:
Que feliz es Juan Pachanga,
Todos juran,
Pero lleva en el alma,
El dolor de una traición…
Y mientras la gente duerme,
Juan Pachanga, con su pena amanece.
Después de esto decidimos regresar a Panamá donde el líder latinoamericano Omar Torrijos, presidente en ese entonces, nos esperaba con su hijo Omar, quien elegido después , también como mandatario panameño nombró a Rubén Ministro de Turismo.
Conversamos sobre como devolver la dignidad al pueblo panameño y los tres coincidimos sobre la necesidad de recuperar el canal.
El general, el hombre fuerte tomó las decisiones e inició las negociaciones con el presidente gringo Jimmy Carter en 1977; así, desde 1999, la tierra panameña dejó de ser propiedad del Estado imperialista del norte.
Esa noche señores y señoras, pasó lo que jamás de los jamases volverá a repetirse:
Cheo Feliciano nada más y nada menos que con Joe Cuba y su Sexteto, Héctor La Voe, con la Fannia, Calle 13 alternando con Rubén Blades en la Plaza de la Revolución en pleno centro histórico de la antigua Panamá.
L a noche, fue un derroche de música, fantasías y algo más:
Cheo y Rubén en los tiempos del general, interpretaron uno de sus últimos éxitos de ahora, contenidos en el álbum:”Eba Say Ajá”, tales como Dime, Manuela y otros.
Calle 13 se jaló con Rubén esta verraquera de canción: La Perla:
Allá abajo en el hueco, en el boquete,
Nacen flores por ramilletes, casitas de colores,
Con la ventana abierta,
vecinas de la playa puerta con puerta,..
Y yo tengo de todo, no me falta na”,
Tengo la noche que sirve de sábana…
Los mejores paisajes del cielo…
Esto se lo dedico a los que ganan sueldo bajito,
Pa”dedicárselos a los pollitos.
Con anterioridad a estos hechos, allá en la en el viejo San Juan de Puerto Rico, en el Barrio” La Perla” Rubén y yo buscando los ambientes que inspiraron a Tite Curet Alonso y a Ismael Rivera, para hacer una canción a este peculiar barrio , e ideamos como hacer un nuevo homenaje a los barrios populares de América Latina.
A continuación, pensamos en “Calle13” y tiempo después nació el reaguetton anterior , el cual al igual que otras canciones de la banda rescata la música joven de protesta y la canción social, y demuestra la versatilidad del panameño.
Sin embargo, lo mejor de lo mejor, de la noche fue el dúo: Héctor La Voe-Rubén Blades interpretando “El Cantante”
Héctor apareció más inspirado que nunca en el escenario; estrenaría, tal vez la mejor composición de Rubén y la mejor interpretación de Lavoe, la canción mencionada.
Días antes, el panameño, me contaba bajo la gravedad del juramento que después de hecha la canción, lo primero que pensó fue dársela al Puertorriqueño, cuyas ventas habían descendido a pesar de los éxitos de “la Murga de Panamá” esa que es una cosa fácil y muy buena pa” gozar “ y Juanito Alimaña.”…”ese que si tiene mucha maña y que tumba lo que sea, si lo dejan mal puesto.”
Una vez en el escenario Héctor y Rubén se crecieron en la tarima , como siempre y cantaron:
Yo soy el cantante,
que hoy han venido a escuchar,
lo mejor del repertorio,
a Uds. Voy a brindar…
Yo soy el cantante, muy popular donde quiera,
Pero cuando el show se acaba, soy un humano cualquiera
Y sigo mi vida, con risas y penas,
con ratos amargos y con cosas buenas…
Esta canción para muchos de nosotros, sin duda alguna nos hace evocar momentos gratos de la vida, o tal vez, como dice Rubén: risas y penas.
Así recuerdo varias noches, cuando con micrófono en mano, con unos tragos de wisky, con la pista , a volumen moderado en el equipo de sonido, como un humano cualquiera, rodeado de familiares y amigos, me transformo en el cantante y levito con el concierto de salsa, que es en si esta pieza musical.
Más también al igual que Héctor y Rubén (valídenme la comparación) cuando presento mis libros y por esas gracias de Dios me convierto en figura del evento y entrego textos autografiados a mis amables acompañantes; entonces recuerdo a El Cantante y mucho más cuando se acaba el lanzamiento, y sigo siendo “un humano cualquiera”.
Pero hay otra canción con nombre igual a esta salsa y es El Cantante” compuesta por mi ex condiscípulo Daniel Celedón interpretada por Poncho Zuleta; a los amantes del vallenato clásico les dejo esta estrofa:
Cualquiera que me ve se imagina,
Que toda mi vida la paso contento,
Y mi vieja que me ve en seguida
La noto sonriendo,
Y la pobre que no está sabida,
que su hijo lo han muerto…
Voy cantando esa es mi profesión,
Aunque sufra yo no lo demuestro…
Días después del espectáculo musical en Ciudad de Panamá nos trasladamos otra vez a Nueva York; esta vez la gira se centró en los barrios pobres de la urbe, donde fue posible apreciar lo bueno, lo bello, lo feo y lo malo de estos sectores: la gran mayoría de gente buena y noble, indigentes, drogadictos perdidos en el humo de la marihuana y el polvo de la cocaína, pandilleros y atracadores con “el tumbao que llevan los guapos al caminar”, y allá cerca de nosotros:
Un carro pasa muy despacito por la avenida,
No tiene placas, pero todos saben que es policía.
Fueron estos los escenarios inspiradores de Rubén para componer a Pedro Navajas uno de sus éxitos más importantes y más metidos en el corazón de los latinos, pero al fin Navajas es un
rufián como el Juanito de Héctor, ambos como los que conocimos en los barrios humildes de Cartagena.
Hoy en el último minuto de mayo 2013 y los primeros 35 minutos del cumpleaños 480 de Cartagena, recuerdo con nostalgia a varios de nuestros vecinos de las Delicias en La Esperanza, que no lograron superar la triste condición de Pedro Navajas y Juanito Alimaña, pese a los esfuerzos de los maestros y los consejos de los buenos vecinos; algunos como Pedro nunca fueron apresados, otros pasaron a la otra vida en medio de sus violentos conflictos y los menos , ya están “ recogidos” y vencidos por el peso de los años y la crueldad de la vida como ejemplo diciente de aquel que nunca apreció la escuela , y cuya familia le abandonó cuando la Maestra vida, le mostró la cara más cruel!
No obstante,
la vida te da sorpresas,
sorpresas te da la vida:
Vilda Rosa Cueto, trabajadora social de esta comunidad, en un libro magistral sobre Las Delicias, demuestra como lo hace Calle 13 también que en las zonas humildes, sus mayorías humanas son buena gente y llenas de talento y solidaridad, la cual es la ternura de los pobres de riquezas materiales.
Dispuestos A darnos un buen descanso, de nuevo llegamos a Colombia; Rubén tenía muchas ganas de grabar vallenatos y nada mejor para ello que llegar a conocer a Valledupar.
Las notas de Alejo Durán ,Juan Polo Valencia, Alfredo Gutiérrez, El Viejo Emiliano, Egidio Cuadrado, Lorenzo Morales ,Andrés Landero, Los Hermanos Vega, Los Hermanos Vásquez de Cartagena y los Hermanos López con Jorge Oñate, entre otros, nos recibieron como viejos amigos, acompañados de la flor y nata de los compositores de vallenatos:Fredy Molina, Gustavo Gutiérrez, Rosendo Romero, Adolfo Pacheco, Calixto Ochoa y pare de contar.
En medio de ese mar de música divina como la salsa :el vallenato viejo y clásico, el músico y yo nos extraviamos de manera inesperada hasta días después cuando en Cartagena, Rubén apareció con una copia de su álbum:”Rosa de los vientos” y con este el vallenato:
“Eres mi canción”, una hermosa interpretación que me hizo recordar los amores de mi vida con estos versos:
Eres la canción que siempre quise cantar,
Eres la ilusión que nunca
Pude olvidar,
Que en todo momento vive
Dentro de mi, y
Que pasando el tiempo,
aún domina mi existir …
La celebración por el álbum no se hizo esperar, y en una de esas noches de bohemia, cultura y amistad, en mi oficio de acompañante del músico estrella, me tocó fajarme con este coro:
Porque te quiero mujer,
Porque te quiero,
Y si me quedo sin ti,
Voy a morir, voy a morir.
De esta manera, para finalizar el largo peregrinar “Buscando a América” llegamos a el Liceo de Bolívar. Allí, en vivo y en directo con mis estudiantes de ciencias sociales creamos la estrategia pedagógica del “ Music Fórum “ es decir del foro musical.
Las canciones de Rubén llenaron de alegría , ciencia social y protesta, las aulas del Liceo, dirigido en ese entonces por el insigne educador Rubén Romero Orozco, dejando mensajes que casi 30 años después los ex alumnos no olvidan y que todavía recuerdan las enseñanzas de “Buscando a América”, “El Padre Antonio”, “Desapariciones”, “Tiburón” y muchas más.
En esas mismas aulas creamos los talleres de prensa, experiencia que después fue socializada por América Latina.CONTINUARÁ: Rubén Blades :4. Canciones de la Vida Sencilla.