SALVEMOS LA VIDA Y LA DIGNIDAD DE LOS ÁRBOLES DEL CENTRO HISTÓRICO Y LA PERIFERIA DE CARTAGENA DE INDIAS
0. A MANERA DE INTRODUCCIÓN.
Es triste y duele reconocerlo, pero causa vergüenza en el alma ciudadana y mucho más pesar entre los amantes de los árboles y entre nosotros los ambientalistas y patrimonialistas, cuando después de un estudio sobre la flora existente en la fantástica Cartagena de Indias, concluimos sobre las duras condiciones en que fue plantada y en las cuales le toca sobrevivir, desafiando el abandono, la indiferencia estatal-empresarial y la creciente tendencia de miles de cartageneros, proclives a su tala y eliminación individual y masiva.
Convencido de la necesidad de transformar la negativa situación, para salvar la vida y la dignidad de los árboles se realizó un proceso investigativo, con las correspondientes propuestas de soluciones, en las siguientes zonas puntuales de la ciudad:
- Avenida Venezuela.
- Plaza de La Paz y Boca del Puente San Francisco.
- Plaza del Joe Arroyo.
- . Avenida Escallón.
- Parque del Centenario de la Independencia.
- . Plaza de las Bóvedas.
- Parque de Las Flores.
- . Zona de la pesebrera de Chambacú.
- . Serranía de La Popa.
- 10.Mini zona sector El Amparo y la estación de gasolina de El Gallo.
- EL TRISTE DESTINO DE ÁRBOLES Y PLANTAS VECIN@S DEL “PALITO DE CAUCHO” DE LA AVENIDA VENEZUELA.
En un informe reciente publicado a través de este importante medio se explicó sobre el lamentable estado de los 11 árboles de caucho plantados a lo largo de la Avenida Venezuela, en la cual sobresale la indiferencia y el abandono del Estado y de algunas empresas privadas de diferente gestión económica, al igual que las múltiples formas de maltrato y humillación que sufren estos seres sintientes e inteligentes, por agentes de la economía informal y habitantes de poca sensibilidad ambiental.
Un estudio complementario revela la siguiente situación:
Diversos ejemplares de almendros, son de grandes proporciones y se mantienen coposos a lo largo y ancho de la avenida; sin embargo, muchos de estos árboles quedaron reducidos al raquitismo físico, como producto del poco espacio disponible para su desarrollo; estos saltan a la vista en la zona bancaria que colinda con la Plaza del Quijote y en el centro comercial, diagonal a la estación de Transcaribe, agente ejecutor y responsable de gran parte de esta situación.
Da grima observar también, como las llamadas “huertas medicinales”, anunciadas con bombos y platillos, construidas en la estación perecieron, una vez terminó la época lluviosa ante la indiferencia del Estado local, de la fundación que las plantó y de la empresa de transporte de la referencia.
En síntesis, la Avenida Venezuela está poblada, principalmente, por árboles gigantes de caucho y almendro en difíciles condiciones de supervivencia y de dignidad ultrajada; otra serie de almendros se caracterizan por el raquítico desarrollo, al punto que más brinda sombra un poste de telefonía fija que uno de estos desventurados seres.
2.PLAZA DE LA PAZ Y BOCA DEL PUENTE SAN FRANCISCO.
Son dos sitios emblemáticos de la ciudad con una buena ornamentación de árboles y plantas de flores, gracias al trabajo de los estamentos de la Escuela Taller Cartagena de Indias, en la parte que rodea al mutilado baluarte.
En su conjunto, el espacio posee seis palmas de coco, tres palmeras reales, en buen estado: sin embargo, en lo que compete al trabajo de arborización de Transcaribe están plantados ocho ejemplares de la misma especie, caracterizados por su raquítico desarrollo, cuando en condiciones normales, la palma real se desarrolla de manera majestuosa y gigantesca.
¡Más no es de asombrarse! Es la estrategia de esta empresa en toda la infraestructura construida en la ciudad: sembrar especies vegetales en espacios absolutamente reducidos, donde las posibilidades de desarrollo normal son muy improbables; ello, por una parte para ahorrar inversiones y por otra por una pobre concepción sobre el urbanismo y la arborización urbana en tiempos de cambio climático, de aquellos quienes diseñan, aprueban y construyen la mal llamada infraestructura del progreso.
3.PLAZA DEL JOE ARROYO. (Contigua a la Avenida Venezuela).
Es un hermoso palmeto, con decenas de hermosas palmas de diferentes especies, rodeados de plantas ornamentales; constituye un buen ejemplo para adelantar procesos de arborización sostenible en la ciudad; representa un oasis, en medio de la desidia y el abandono en que están sumidas muchas zonas verdes de la ciudad.
Por el buen estado de la zona, va nuestro reconocimiento a las personas y/o entidades que posibilitan este bienestar, seguido a pocos pasos, aunque con menor puntaje de la Plaza Benkos Biohó.
4. AVENIDA ESCALLÓN.
La Zona está comprendida entre las antiguas instalaciones de Almacenes Mogollón y el Edificio Nacional, sede actual de tribunales de justicia. Es otro de los ejemplos más patéticos de abandono y desidia sobre la forestación y reforestación de la urbe:
El angosto y semi extenso espacio verde, entre el centro comercial existente y el establecimiento bancario que estuvo cubierto con anterioridad con plantas ornamentales y uno que otro raquítico almendro, desapareció y hoy sirve de parqueadero no autorizado de automotores.
El ejemplar vegetal sobreviviente a la sequía y el abandono, al igual que casi todos los demás árboles del centro histórico, hoy sirve de colgadero de algunos cachivaches de la economía informal.
Hoy, también son terriblemente vergonzosas las pésimas condiciones de vida de un viejo pino ubicado en la parte trasera del banco extranjero mencionado y el Parque de las flores:
Con las raíces sobresalientes, con su tallo doblegado por un fuerte ventarrón, hace años, con ramas escasas que se niegan a desparecer, su base socavada se convirtió en depósito de aguas servidas nauseabundas y basurero satélite casi permanente; en su entorno sobrevive la economía informal característica de la ciudad y los protagonistas de juegos de azar, agilidad mental y pericia, de aquellos quienes apuestan al dominó y las damas.
Debe destacarse el noble ejemplo de un pequeño grupo de vendedores ambulantes, quienes, en un intento por preservar las plantas, acordonaron y protegieron su entorno inmediato. Sin embargo, más pudo la planta de los pies de los cartageneros insensatos e indolentes que terminaron eliminando las plantas, convirtiendo el espacio referenciado en un extenso y angosto peladero urbano.
5. PARQUE DEL CENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA.
Es la zona verde más emblemática y extensa del centro histórico; sus árboles suman más de 200 ejemplares de diversas especies; estudios realizados por el autor de este ensayo, hace dos años, dan cuenta que el 90% de los seres vegetales allí plantados presentaban condiciones fitosanitarias deficientes, producto de la desidia y la indiferencia de las autoridades locales.
En nuestros días, dada la equívoca política de forestación y reforestación implementada en la ciudad, se colige, que las condiciones descritas han empeorado y que el detrimento de la salud de los árboles continúa avante, a la par de otros agravantes, como la falta de mantenimiento y la época de sequía anual, que sufre el territorio distrital.
Su condición es deprimente comparada con la que viven los árboles de los parques Simón Bolívar y José Fernández de Madrid, que, si bien no son una versión del paraíso, presentan mejores condiciones de cuidado y de existencia.
6. PLAZA DE LAS BÓVEDAS.
La zona verde del sector lo constituye un extenso corredor a lo largo del frente de la edificación colonial; se trata de árboles con muchos años de edad, a los cuales la sequía reinante profundiza las difíciles condiciones de su existencia cotidiana, ante la indiferencia de los comerciantes y de los miembros de una comunidad barrial y otra educativa vecina.
7.PARQUE DE LAS FLORES,
La presencia de cuatro gigantes almendros y de una gigantesca ceiba sirve de sombra protectora a un conglomerado de pequeños negocios dedicados a la vente de flores, (actividad que da su nombre al sector), jugos y otros refrescos, alimentos, discos y al histórico oficio de los escribanos, quienes no olvidan sus tradicionales máquinas de escribir.
La falta de aseo, la presencia de un raquítico almendro y las corrientes de aguas servidas y malolientes, en la parte que da a la Avenida Escallón, ofenden la dignidad de los árboles y de las personas, que allí permanecen y transitan de manera cotidiana.
8. ZONA DE LA PESEBRERA DE CHAMBACÚ.
Es el sector más crítico de la arborización del paseo peatonal comprendido entre el antiguo taller del ferrocarril (hoy un lujoso centro comercial) y el puente de Chambacú.
Con presencia de diversas especies vegetales como almendro, trupí, acacia y matarratón entre otros, el estado lamentable de los árboles habla de la calidad de los gobernantes que se han sucedido a través de largos años del pasado y el presente siglo.
Si bien es cierto que la vegetación contigua al centro comercial presenta buenas condiciones, hay que lamentar el deterioro notable vigente, y que un número importante de árboles está sembrado en una circunferencia de tierra, cuyo radio no excede los 30 centímetros, dando muestra así de la mezquindad de quienes idearon y ejecutaron el proyecto en mención.
Otro sector donde se plantaron robles y palmas (camino hacia el puente de Chambacú, sentido centro comercial-centro histórico) muestra también su deterioro.
Mención especial por el empeño de mantener la zona verde de manglares y diversas actividades culturales, merece el Parque Espíritu del Manglar, en calidad de una iniciativa del gobierno del Departamento de Bolívar.
9. SERRANÍA DE LA POPA.
Es el caso más aberrante de la inexistencia de una política local sostenible de conservación de la vegetación y de una las zonas de mayor valor ambiental, histórico y cultural de Cartagena.
Asediada por invasores profesionales, de cuello blanco y pobres destechados, nativos y migrantes, en la presente fecha, la serranía sufre una de sus peores coyunturas, en la cual se da la tala y quema de sus árboles, y la destrucción de su propia estructura físico-geológica para construir casas de cartón y otros desechos, así como de materiales duraderos.
A lo anterior se suma la sequía que elimina a los árboles más débiles e impide la reproducción de las especies, y da un triste aspecto de ruina y fantasmagórico a la reliquia natural más emblemática del distrito; más el deprimente espectáculo se complementa con las basuras que acumula la brisa, arrojadas por los invasores y los peregrinos que cada año durante nueve días, suben hasta la cima , por tradición religiosa a rendir culto a la Virgen de La Candelaria, quien de seguro, el día menos pensado tocará la buena voluntad de los gobernantes para que procedan a la rehabilitación integral de la histórica serranía.
10. MINI ZONA SECTOR EL AMPARO ESTACIÓN DE GASOLINA DEL GALLO.
Está forestada por diversos almendros, cuya siembra en círculos de tierra de menos de 40 centímetros de circunferencia da muestra de la estrechez del pensamiento ambiental de quienes planearon y ejecutaron el trabajo de arborización de la infraestructura de Transcaribe.
Producto de esta estúpida decisión es la presencia de árboles raquíticos, que jamás cumplirán el cometido que les encargó la madre naturaleza: dar bienestar a los humanos.
II. PROPUESTA DE SOLUCIONES PARA SALVAR LOS ÁRBOLES DEL CENTRO HISTÓRICO Y DE LA PERIFERIA DE CARTAGENA DE INDIAS.
Salvar los árboles del centro histórico no es una tarea compleja ni dispendiosa ni imposible de realizar si ponemos amor a estos seres, tan hijos de la naturaleza como nosotros los humanos, y si practicamos los principios de conservación de la vida, bajo los parámetros del Desarrollo Sostenible.
Desde la perspectiva de esta filosofía de la Ecología y de la vida, es posible proponer las siguientes soluciones:
1.Empoderar en el entorno urbano y rural de la ciudad la Educación Ambiental formal y no formal, vale escribir, desde la escuela, los medios de comunicación social y las modernas redes sociales.
2. Crear la política pública distrital de arborización y reforestación de la ciudad, con un ente central a su cabeza y con agencias de gestión y control de la calidad, en cada una de las localidades distritales
3.Activar y poner a funcionar con eficiencia, eficacia y transparencia el “Fondo Distrital para el Fortalecimiento y Adecuación de Parques y Zonas Verdes de Cartagena” creado por el Acuerdo 048 del 2006.
4-Reubicar a distancia prudente de la base de los árboles del centro, los negocios de la economía informal y dar a esos magníficos seres la posibilidad de un desarrollo normal.
5.Gestionar nuevas y abundantes alianzas con empresas públicas y privadas, y con particulares voluntarios, para salvar los árboles de la ciudad.
6.Establecer mediante la vía diplomática de la concertación, la obligación de cada empleado oficial y público de sembrar y apadrinar, por lo menos un árbol frutal, con tamaño para sobrevivir.
7. Comprometer las escuelas públicas y privadas mediante alianzas entre la secretaría de Educación, EPA y Cardique con proyectos permanentes de reforestación y ornato vegetal, en las comunidades a las cuales pertenecen.
8.La reforestación debe darse desde el inicio de la época de lluvia con árboles frutales, cuyo tamaño garantice la supervivencia y su ramaje, la sombra protectora.
Tal como puede leerse, para salvar la flora de Cartagena sólo es necesario, un poco de amor, respeto a su dignidad, educación, inversión financiera, y voluntad política, inteligencia ecológica y profesional para acometer la obra, acorde con los parámetros de las ciencias ambientales y la conservación de la vida.
Confío que estas modestas apreciaciones sirvan de guía sencilla a aquellos y aquellas quienes dirigen los destinos ambientales de nuestra ciudad, pues se trata de presentar opciones de solución a uno de los tantos graves problemas de ambiente que tiene la ciudad y no “de pisar las mangueras” a nadie, jamás.
Con los afectos de siempre, reforzados con las brisas “frías” de marzo:
UBALDO JOSÉ ELLES QUINTANA.
uellesq@hotmail.com