Un encuentro mágico con la amistad y con Jesús el Mecías: Roberto Carlos (Parte Final)


UN ENCUENTRO MÁGICO CON LA AMISTAD Y CON JESÚS EL MESÍAS: ROBERTO CARLOS. (PARTE FINAL).
Grandes y buenos amigos y amigas me ha deparado la vida, a la par de los compañeros y compañeras de trabajo.
• La amistad, uno de los más bellos sentimientos después del amor, logró cobrar en mi ser una nueva dimensión cuando pude interiorizar “ Un millón de amigos”. Aunque no tuve ni tendré jamás la pretensión de Roberto de poseer esa cantidad, si he logrado desde muchos años atrás ,valorar el sentí miento, sentirlo y vivirlo siempre , al igual cantarlo a coro con el brasilero proclamando: “Yo quiero creer la paz del futuro/quiero tener un hogar seguro/ quiero a mi hijo pisando firme/ cantando alto / sonriendo libre”Sueños, estos últimos cumplidos, más no el primero que continúa siendo la utopía de millones de humanos que amamos la amistad y detestamos la violencia, en cualquiera de sus manifestaciones.
De igual forma desde ese lejano 1970, comprendí que el valor de un amigo, es igual al del valor de un hermano de sangre, y que este mundo sería otro, si el amor fuese nuestra guía sentimental; por ello, en aquella imaginaria tarde en cualquier lugar del mundo canté de nuevo con Roberto Carlos : “ Y o quiero amor siempre en esta vida/sentir calor de una mano amiga/quiero a mi hermano sonriendo al viento/ verlo llorar , pero de contento”.
Hoy, en este nostálgico inicio del 2013, rindo con este sencillo escrito un homenaje sincero a mis herman@s y a mis buenos amigos y amigas, a aquell@s que me acompañaron a cantar los versos de un vallenato tradicional o una salsa vieja, a cambiar el mundo con la educación ambiental y patrimonial, a aquell@s quienes todavía leen mis escritos y mis libros y me acompañan a tomar tres cervezas en el mágico centro histórico de nuestra Cartagena de Indias.
Roberto confirmará esta visión de la amistad con “ Amigo” a través de versos y cantos los cuales enseñan que : “ En ciertos momentos difíciles que hay en la vida/ buscamos a aquellos que nos ayudan a buscar la salida/ y aquella palabra de fuerza y de fe que me has dado/ me da la certeza que siempre estuviste a mi lado”./.
Por otra parte ,Roberto y yo desafiando los convencionalismos en torno a los amores entre una pareja de amigos ,en vista de la persistencia de ella de no olvidar a aquel amigo nuestro que ya no le quería, apretando el corazón nos fue necesario aconsejarle:

De aquello nada te restó
Y el hombre por quien te desesperas,
Y a quien llamas ,
Y a aquel que siempre buscas en tu cama
Hace mucho tiempo te olvidó, olvida...
Finalmente, el cantante y yo no podíamos dejar pasar desapercibida la amistad paternal, esa a la que de manera magistral le cantamos en “Mi querido viejo, mi amigo”, esa que nos hace recordar al padre fallecido y que hoy con el orgullo de los logros de su humilde oficio, permite contarme entre sus grandes victorias; es esta canción la historia de millones de nosotros latinoamericanos que hoy , gracias a Dios , todavía cantamos:
Esa vida llena de historias, y
de arrugas marcadas por el tiempo, /
recuerdos de antiguas victorias, /
son lágrimas lloradas al viento…/
Mi querido viejo, mi amigo/.
Acercarnos a Dios, a Cristo Jesús, el mesías. A vivir sus enseñanzas, a luchar por los ideales que el Maestro dejó en la Tierra. es una forma de agradecer lo mucho que han hecho por nosotros en esta vida; exaltar sus nombres es otra humilde manera de hacerlo. Y o preferí hacer el reconocimiento mediante los libros de mi autoría, de manera especial con mi texto más reciente “Lugares Sagrados de Cartagena Colonial”.
Roberto escogió entre otras, tres hermosas canciones: “Luz Divina”, “Jesucristo” y “La Montaña”.
Luz Divina, es el canto a Jesús:
Fuerza de los pobres y afligidos/
paz de los arrepentidos,/
Brillo de las estrellas y universo de bondad y de luz/
esa luz claro que es Jesús.
Cuando a dúo canto con Roberto: “Jesucristo” en mi imaginario escenario hacemos una profesión de fe manifiesta en las palabras del poeta:
Toda esa multitud, que en el pecho lleva amor y paz/
Y a pesar de todo la esperanza aumenta/
Mirando la flor que nace
En el suelo de aquel que tiene amor/
Miro al cielo y siento aumentar la fe en mi salvador/
Jesucristo, Jesucristo , yo estoy aquí.
Después, en nuestro viaje inspirador por las alturas de las montañas andinas y por las alturas del “ “Matto Grosso” brasilero, fue posible componer y cantar :”La montaña” y dejar para la eternidad de los siglos , este canto de gratitud a Dios:
Te agradezco Señor, por la sonrisa,
Te agradezco , Señor nuevamente,
Te agradezco Señor, una vez más.
Te agradezco Señor por un nuevo día,
Te agradezco Señor , por la esperanza,
Te agradezco Señor, nuevamente, te agradezco Señor.
Así , al llegar a la culminación de este escrito , luego de peregrinar de manera breve al interior de las creaciones de Roberto Carlos, canciones que marcaron mi vida juvenil y de adulto, debo confesar, a manera de conclusión que la línea de las canciones románticas, fortalecieron mi ternura varonil, me enseñaron a valorar de mejor manera el amor por la mujer, de forma especial esta que dice :
Como es grande mi amor por ti :
Yo tengo tanto,
Hoy para hablar,
Que con palabras no se decir,
Como es grande mi amor por ti.
Ni el mismo sol, ni las estrellas,
Ni el mismo mar, o el infinito, no pueden ser ,
Como este amor, ni más bonitos.
Debo reconocer también que las canciones ambientalistas de Roberto , enriquecieron la estética de mi pedagogía ambiental, construida desde Cartagena de Indias, con sentido de Cartageneidad, para la Tierra y el universo, en compañía de grandes amigos y amigas , forjadores y forjadoras de un mundo mejor para nuestros hij@s y niet@s .
Hoy de inmediato, cuando finalizo esta serie, gracias mis escritos, siento que quiero más a mis amig@s y herman@s, y que en las actuales circunstancias de Cartagena y la sociedad mundial injusta en que vivimos las prédicas de Cristo el Mesías, tienen más validez que nunca:
La lucha contra la injusticia y la pobreza, la lucha por el amor, la paz, la fraternidad, la vida, por la salvación de la Tierra, hoy , más que nunca están al orden del día., hasta cuando la horrible pesadilla de las sociedades opresora y del capitalismo salvaje, desaparezcan de la faz de la Tierra y construyamos la utopía de la sociedad sostenible, más humana y amigable con la vida de todos los humanos y de los demás seres de la naturaleza


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