“Nadie te puede hacer sentir inferior sin tu permiso”
Eleanor Roosevelt
“Las mujeres serán olvidadas si se olvidan de pensar en sí mismas.”
Louise Otto
Ocho de marzo de 2014 en un sitio cualquiera de nuestra nación. A pesar de ser una fecha desvirtuada por los intereses mercantilistas y cosificadores de una sociedad globalizada y capitalista, no puede pasar desapercibida. Es un día muy especial para las mujeres del mundo, pues se conmemora a aquel grupo de mujeres que ofrendó en el pasado sus vidas por unos ideales de igualdad y dignidad. No obstante, existen casos donde la violencia se empodera y marca los comportamientos machistas de esta sociedad enferma hasta la saciedad.
Son las nueve de la noche y lo primero que ve Eva, cuando levanta la vista, son los ojos rojos y llenos de ira de su esposo, quien esperaba que lo recibieran con besos y caricias después de haberse marchado sin dejar ni un peso para la alimentación de la familia. El tufo de licor le indicó que otra vez había tomado.
En la mañana, la única excusa que dio, fue la de no tener trabajo y se marchó, dejando su hogar con la incertidumbre de no saber si volvería con algo de alimento. ¡Qué Eva se las arreglara cómo pudiera!
Eva no tuvo nada que hacer, sino bajar la cabeza y soportar los primeros golpes y las vulgaridades que éste le propinaba una u otra vez como si tuviera enfrente un saco de boxeo o un enemigo al que había que eliminar a los golpes. El hombre se ensañaba violentamente con el cuerpo de Eva. Eva cayó pesadamente con un fuerte golpe que el hombre de sus sueños le propinó en la mandíbula. Su cráneo se golpeó contra el piso de tierra y Eva queda tendida e inconsciente. Un cuerpo desmadejado y sangrante es la consecuencia de una violencia despiadada e injustificada contra una mujer que solo ofrece la compañía a su esposo. Una mujer que le había ofrecido su amor incondicional y que le trajo la alegría de dos hijos, ahora ha dejado de existir porque una cultura violenta y desmedida contra la mujer hace parte de los comportamientos del género masculino. Género masculino que quiere señalar una supremacía que nunca ha tenido sobre la mujer.
Esta historia no es más que una de las tantas que pueden ocurrir en la vida real y que lesionan a las mujeres en su condición de seres humanos con iguales derechos que el hombre.
Tal vez Eva sea una de las cifras que señalan las estadísticas de los organismos estatales que no han creado estrategias de concientización que permitan a los hombres saber que las mujeres, más allá de su condición de género, tienen iguales derecho antes las leyes y el Estado.
Duele saber que esos 46.177 casos registrados el año pasado de maltrato y 848 homicidios contra mujeres, que fueron denunciados por el defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora*, son la afrenta más grande que el hombre pueda cometerle a la mujer.
Asimismo, ese informe que, el Instituto Nacional de Salud, presenta, señalando que 63.256 casos de maltrato, de los cuales 46.177, equivalentes al 73 %, tuvieron a mujeres como víctimas, son las señales más contundente de una escalada irracional contra la mujer. El informe indica que “en el escenario de la violencia intrafamiliar se hace mención a “la violencia física, con 18.471 casos, y ocupa el primer lugar, seguida por actos de privación y negligencia (12.006 casos), la violencia sicológica (8.312 episodios) y la violencia sexual (7.388 casos).”* Estas evidencias tan contundentes demuestran una vez más que el género masculino, en algunas esferas sociales, influidos por el licor o las drogas, en muchos casos, son los generadores de actos bárbaros que sólo generan un desequilibrio lesivo para la convivencia civilizada en una sociedad que adolece de las más mínimas normas del respeto y tolerancia.
Creo que esta fecha debería de servir para reflexionar, sin obviar las flores y los detalles, sobre la manera como la sociedad embarcada en una carrera utilitarista va socavando la estructura moral y ética que debería tener por el solo hecho de autoproclamarse desarrollada y civilizada.
Mujeres en esta fecha un abrazo fraterno y tierno para todas ustedes por la felicidad que nos dan, luchando denodadamente por construir un hogar y una sociedad igualitaria y sin exclusiones. ¡Qué Dios las proteja y les ofrezca muchas bendiciones!
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*El Heraldo, marzo 7 de 2014.
*Docente de Lengua Castellana y Literatura del Distrito de Cartagena en la Institución Educativa Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y de Comunicación oral y escrita de la Fundación Universitaria Tecnológico Comfenalco-Cartagena.