Cada día se confirma insistentemente que son seres humanos maleables; presas fáciles de otros. Se han perdido en una realidad agobiante y materialista donde tener vale más que ser. Van de un lado a otro como veletas. Sin rumbo, ya no poseen el control de sus vidas y alienados por el sistema trasiegan por el mundo sin sentido ni entendimiento. Disfrutan la superficialidad y creen poseer el crisol de lo divino y lo humano ostentando en sus manos un aparato tecnológico sofisticado, de última generación y alta gama. Para ellos el conocimiento y el entendimiento de las cosas que les rodea no es necesario. Dirán que no les sirve si tienen a Google y a Facebook a su lado.
De lo anterior se desprende, que esas personas, socavadas por el uso y abuso acrítico de esos aparatos, cuya funcionalidad no es contraproducente, han convertido en dioses y depredadores a la vez y sin quererlo, a esas sofisticados artificios de la tecnología, llegando al extremo de insensibilizarse ante los problemas de su realidad. Cada vez sus espíritus se mecanizan y no les importa la vida de los demás, sumergiéndose en el egoísmo y el individualismo.
Ese comportamiento que ha hecho de algunos homo sapiens-sapiens, unos homo sapiens-stupidus-stupidus o especie cabizbaja, atolondrada y descriteriada, puede llevar a toda una sociedad a vivir en la oscuridad de la ignorancia si no se buscan alternativas para contrarrestar esa letal enfermedad del pensamiento y las ideas. Además, el homo sapiens-stupidus-stupidus se ha convertido en una clase irrespetuosa del conocimiento y la creatividad, puesto que todo lo tiene allí, al alcance de una pantalla táctil, tal vez sin aportarle un ápice de su ser ni ideas de sus intelectos que puedan agradecérseles. Ellos moviendo un dedo tienen a su alcance la información requerida. Pero ¿Y de qué vale tener la información si no son capaces de re-crearla? ¿Dónde quedan la invención, el conocer, la ciencia, el pensamiento crítico?
La sociedad y a quienes les interesa mantener su hegemonía han hecho que la posesión y el consumismo de objetos y cosas materiales, sea una meta única y final entre las personas. Posesión materialista que identifica a algunas clases sociales en una sociedad consumista. No obstante, para mantenerse en el poder, se crean un discurso de homogenización de comportamientos y conductas sin importar raza, cultura o credos ideológicos y religiosos, rompiendo la estructura social y permitiendo que se viva en una burbuja de aparente felicidad y satisfacción pasajeras cuando mientras se descomponen la ética y la estética del ser humano y la sociedad.
Cabe destacar que esos artificios tecnológicos muy pocos son empleados para cosas trascendentales de la vida y la existencia. Sólo se emplean para la superficialidad y la inanición de las ideas. Su uso y abuso asesinan la existencia. Pues, la identidad humana la convierten en un vertedero de gases o en una colcha de retazos de estupideces. No han salido de su minoría de edad y su entendimiento se ha abotagado.
Tal vez existan muchas razones. Algunas pueden ser la poca exigencia que se les hace durante su proceso de formación intelectual o el poco interés por aprender, porque para ellos el conocimiento no es un “plus”, no hay que crearlo ni re-crearlo. Ideas que demuestran que sus endebles conocimientos no les permiten ser competentes cuando de decidir sobre su vida y la de los demás se trata. Para ellos el conocer que es poseer un caudal de información significativa de la realidad, del hombre y la sociedad guardado en la mente, que ha sido obtenido a través de la experiencia intersubjetiva o del aprendizaje experiencial y sistemático después de un proceso de discernimiento y reflexión detenida, para luego ser socializado con las características propias de quien las emite, es nada. No crea unas conexiones lógicas entre los datos e información que conforman el conocimiento y no les ofrece un valor para luego utilizarlo y apropiarse del mundo que le rodea, haciéndolo suyo y transformándolo sin perjudicarlo ni destruirlo.
¿Entonces, por qué no se ha hecho un pare para analizar la importancia del conocimiento y el uso y abuso de las tecnologías en esta sociedad?
La respuesta debe estudiarse desde el mismo momento en que se inicia el proceso de apropiación del conocimiento; es decir, durante el aprendizaje. Pues, cuando el ser humano analiza, comprende e interpreta la nueva información, asimilándola, acomodándola, equilibrándola a la ya existente en su memoria, haciéndola suya y aplicándola a su existencia y sus necesidades, comienza su periplo para salir de la minoría de edad ¿Se estará dando esto?
Se dice que el hombre aprende nuevas conductas y trasciende su presente, obligándose a demostrar lo aprendido en sus experiencias cotidiana con sus semejantes. Asimismo, que para aprender requiere observar, analizar críticamente, estudiar y practicar que le permiten actuar en consonancia con sus ideales ¿Cuáles serán los ideales de esas personas enajenadas que cotidianamente se sumergen en su realidad virtual sin observar los que sucede a su alrededor?
De lo anterior se desprende que el aprendizaje, para salir de esa minoría de edad, debe fundamentarse en la adquisición de conocimientos, habilidades, valores y actitudes posibilitadora de seres humanos sensibles que inicien su trascendencia para crear y re-crear ideales que vayan en beneficio de la humanidad; pues, no es concebible la falta de racionalidad y entendimiento de una especie que lleve al mundo a la auto destrucción y al parasitismo.
* Docente de Lengua castellana y literatura del Distrito de Cartagena en la Institución Educativa Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y de Comunicación Oral y escrita en la Fundación Universitaria Tecnológico Comfenalco.