Salsero que se respete tiene buen oído. Sólo basta escuchar las notas de alguna melodía para identificar quién la toca, el nombre del cantante, qué formato tiene la orquesta, el ritmo y hasta los nombres de los músicos. ¡Increible no!
Es sin duda el común denominador de este singular gremio que se congrega en los estaderos de cualquier ciudad. El plan es tomarse una que otra cerveza, pero el objetivo principal es saber si en ese sitio ponen o no buena música.
Existen muchos salseros que son muy selectos y exigentes. Lo primero que hacen cuando llegan a un sitio es saber cómo está la discoteca, mientras que otros más osados se hacen amigo del DJ para tenerlo de este lado y pedirle sus temas preferidos. Los incentivos son muchos para los DJ: cerveza o platica.
Basta con permanecer media o una hora para determinar si el sitio les llena las expectativas o no. Eso lo determinan por la selección musical que haga el programador.
En muchas ocasiones se presentan polémicas en torno a un tema de salsa sobre quién lo interpreta o si fue gradado en cierta fecha. Y qué decir cuando se programa un encuentro de salseros o cuando hay concursos de los que tengan discos exclusivos. Allí está en juego el honor. La idea es demostrar quién sabe más.
Pero volviendo al tema del oído del salsero tengo muchas anécdotas que contarles sobre este interesante tema.
Desde pequeño, cuando comencé a interesarme por la salsa, descubrí que tenía un gran oído. Conocí a un muchacho llamado Gary Vivero que es hijo de uno de los mejores DJ de Barranquilla, Ildefonso Vivero.
Gary trabajaba en un estadero y heredó el oficio de su padre. Una vez hablé con él y le dije que me grabara un cassette y le di una lista de temas con los nombres y sus respectivas orquestas. Gary vio la lista y sólo me corrigió en un tema. Yo había puesto por nombre “soy del monte” de la orquesta La Magnífica de Pete Rodríguez.
¿Cuál es ese disco?, dijo Gary y yo se lo canté: “soy del monte y traigo un ritmo para bailar”. Inmediatamente él me dijo ese tema se llama “descarga Latin Soul” y lo tocaba la Orquesta Latin Soul.
Yo quedé sorprendido porque juraba que era la orquesta de Pete Rodríguez (el de Micaela). El me mostró la carátula del LP y era verdad. Sin embargo, yo quedé con la duda porque mi oído y mi instinto musical me decía que Latin Souls no podía sonar tan parecido a Pete Rodríguez.
Pasó el tiempo y cuando llegó el fenómeno del Internet, buscando páginas de salsa me encontré con una entrevista que le hicieron a Tony Pabón, la primera trompeta de La Magnífica de Pete Rodríguez (autor de Micaela y el que canta en inglés el éxito de boogaloo, I Like That Like).
Pabón dijo en la entrevista que La Magnífica grabó con un grupo de cantantes puertorriqueños que se llamaron “Latin Souls”, pero que los arreglos y las composiciones fueron de él y Pete Rodríguez. Mi oído no me podía fallar. Era Latin Souls, pero la orquesta que los acompañó era de Pete Rodríguez.
Otra anécdota me sucedió con el músico venezolano Johnny Sedes. Los conocedores de salsa saben que él pegó varios temas, pero los más conocidos fueron “Doce cascabeles” y “La Verdad”.
Cuando yo escuché por primera vez estos temas pensé que era Richie Ray y Bobby Cruz por el sonido de sus trompetas y la percusión. Sin embargo, oyendo bien el sonido de Johnny Sedes aparece un instrumento clave que le da la originalidad: el saxofón que este venezolano ejecuta con maestría. Dije, no hay duda, es la orquesta de Johnny Sedes, pero quedó ahí una inquietud latente sobre esas trompetas tan parecidas a las de Richie Ray.
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Roberto Llanos es un periodista que es corresponsal de El Tiempo y le gusta mucho la salsa. Una vez me comentó que no creía que Johnny Sedes fuera venezolano porque el sabor que hay en “Doce cascabeles” y “La Verdad” es de gente puertorriqueña. Yo le corroboré a Llanos que Sedes nació en Caracas y desde pequeño se fue con su familia a vivir en Nueva York, donde estudió música.
Colsultando por Internet encontré una entrevista que le hicieron a Johnny Sedes donde despejó todas las dudas. Dijo que llegó al sello Fonseca y le presentó su proyecto musical al dueño de la disquera, quien lo conectó de inmediato con Ricardo Ray, que en ese entonces graba allí.
Sedes dijo que en la grabación participaron los músicos de Ricardo Ray y que incluso el mismo Ricardo Ray estuvo en varios temas tocando el piano, así como Bobby Cruz participó en los coros (dice “con salsa y con maña” en el tema la verdad). No era casualidad mi duda. Mi oído y mi instinto nuevamente me dieron la razón.
Tengo muchos ejemplos, pero los tocaré más adelante. Sólo quería hacerle un reconocimiento al oído de los salseros porque sé que muchos de ustedes le habrá pasado lo mismo.
Hasta luego.