Si bien es cierto Cuba y Puerto Rico son los países que más han contribuido con el desarrollo de la salsa en todo el mundo, nadie pude desconocer que Colombia ha sido un aliado importante para que este género se mantenga vigente en los corazones del salsero durante las cinco últimas décadas.
En Colombia, en las décadas de los 60 y 70, la salsa se definió como un elemento de identidad popular urbana de sectores sociales específicos.
En ciudades como Barranquilla, Cali, Cartagena y Buenaventura se adoptó como música propia. La presencia de la cultura afrocolombiana en la configuración social de esas ciudades, el surgimiento de barrios populares a raíz de los procesos de urbanización y el papel de los medios de comunicación en la difusión de la música afroantillana son algunas de las razones históricoculturales que permitieron el arraigo del nuevo ritmo en las urbes con mayor presencia de descendientes de africanos en el país. Los estaderos se volvieron un templo para los salseros, el sitio de reunión para disfrutar de esta música, mientras que las emisoras se convirtieron en el vehículo publicitario para su divulgación.
Y es que el aporte colombiano a la salsa ha sido completo: cantantes, arreglistas, músicos, compositores, productores y hasta bailarines. Este artículo hace un merecido homenaje a estos músicos y cantantes que durante décadas nos han hecho vivir momentos especiales por su talento.
Entre los precursores de la salsa colombiana tenemos que citar sin duda a una figura estelar, el cantante barranquillero Nelson Pinedo “el Almirante del Ritmo”, quien se paseó por los escenarios del mundo con la gran Sonora Matancera, Cortijo y su Combo y Tito Rodríguez, para citar a las más prestiogiosas orquestas con las cuales grabó en la década del 50 y 60.
Pinedo en la actualidad es el único cantante vivo de aquella constelación de estrellas que estuvieron con el decano de los conjuntos cubanos: la Sonora Matancera. Ya se fueron Daniel Santos, Carlos Argentino, Miguelito Valdez, Alberto Beltrán, Celio González, Bienvenido Granda, Celia Cruz, Vicentico Valdez, Leo Marini, Entanistalo Sureda “Laito”, Bobby Capó, Víctor Piñero, entre otros.
Luego siguieron otros músicos e intérpretes que se contagiaron del nuevo sonido que se implementó en Nueva York y que señaló el nuevo rumbo de la salsa.
Apareció un antioqueño que comenzó como mensajero en la disquera Fuentes y que por su empeño de triunfar llegó a ser el timbalero de los Corraleros de Manjagual: Julio Ernesto Estrada, más conocido en el ámbito de la salsa como “Fruko”.
En los viajes de los corraleros de Majagual a Estados Unidos, Fruko se percató del nuevo sonido que había aparecido en la “Gran Manzana” y quiso de inmediato ponerlo de moda en Colombia. Y fue cuando a su llegada a nuestro país creo la orquesta de Fruko y sus Tesos para este fin.
El legado de Fruko y sus Tesos en la salsa colombiana es innegable. Para muchos es la mejor orquesta de salsa de la historia de Colombia (otros señalan al grupo Niche). Fue la primera agrupación en tocar salsa dura, con arreglos agresivos, una sonoridad impecable y unos cantantes de calidad: Piper “Pimienta” Díaz, Joe Arroyo y Wilson Saoko. Latin Brothers, también bajo la batuta de Fruko, fue una orquesta de estudio que dejó un legado importante.
Más adelante, la dirección del movimiento salsero colombiano fue asumida por otras agrupaciones, siendo el grupo "Niche" y Guayacán, liderados por Jairo Varela y Alexis Lozano, los de mayor arraigo en el gusto del salsero. Ellos pusieron en marcha la idea de hacer salsa con elementos tradicionales del litoral Pacífico.
Esta iniciativa se dividió en dos estilos diferentes: Niche fomentó una línea de trabajo más próxima al formato puertorriqueño, con temáticas que giraron en torno a la gente y sus preocupaciones, y Guayacán, con Alexis Lozano, mantuvo la idea original e hizo una salsa colombiana con canciones que abordaban personajes y situaciones más regionales.
Llegaron otras agrupaciones: Grupo Galé, Sonora Dinamita, Grupo Clase, Grupo Melao, Grupo, Raíces, Los Tímidos, los Titanes, Son de Cali, la Misma Gente, la Suprema Corte, La Verdad, Grupo Caneo, y otros cantantes como Juan Carlos Coronel, Joseíto Martínez, Saulo Sánchez, Yuri Buenaventura, César Mora, Álvaro del Castillo, “Moncho” Santana, Hansel Camacho, Gustavo Rodríguez, Hugo Alandete, Gali Galeano y Checo Acosta, entre otros, pusieron su sello personal.
Saulo Sánchez, en la década de los ochotas, después de su éxito con los Titanes, grabó nada menos que con el arreglista y productor puertorriqueño Loui Ramírez, donde el tema "Discuplame" fue todo un éxito.
En cuanto a los músicos, Colombia no tiene que envidiarle a los mejores de Cuba, Puerto Rico y otros del área del Caribe. Joe Madrid, Diego Galé, Jorge Gaviria, Justo Armario, Eddie Martínez y Julio Ernesto Estrada, entre otros son unos maestros que tienen reconocimiento a nivel nacional.
El pianista cartagenero Joe Madrid se codeó con las mejores orquestas de salsa de Puerto Rico y Nueva York, y el percusionista antioqueño Diego Galé es en la actualidad el músico más cotizado del país.
Desafortunadamente se quedan en el tintero muchos nombres por citar, pero es poco el espacio para hablar de sus aportes a la salsa colombiana.
En la actualidad, Colombia se ha convertido en una especie de “meca” de la salsa mundial. Muchos cantantes del exterior han trasladado su residencia aquí para hacer trabajos musicales de calidad. Citamos los casos de Maelo Ruiz, David Pabón, Tito Nieves, Richie Ray-Bobby Cruz, Junior González, José Bello, Mark Antony y Alexander Basile, quienes han grabado o han hecho conciertos utilizando músicos colombianos.
Anteriormente, ya habían estado grabando en Colombia el fallecido Tito Gómez y Oswaldo Román (ex vocalista de la Puertorican Power), ambos con Niche.
Viva la salsa colombiana. Gracias por hacernos felices.
Hasta pronto.