Posso tu siempre hablas de feeling ¿qué es eso? El feeling es esa química que se obtiene a través de las experiencias de vida y generan pasión en las apuestas creativas que usted produce día a día. Si se encuentra up o down, high o slow, úselo para crear y construya historias con las cuales su audiencia se pueda identificar.
Es sencillo en esta vida de irrealidades perfectas, la virtualidad de la felicidad se viste de publicidad y en el espejo disonante del super yo, se convierte en el inverosímil súperhéroe del éxito y la feliz perfección. Todos tenemos estados anímicos variados, a los cuales los creativos les denominan insights y se utilizan frecuentemente como herramientas para la elaboración de los storytellings que permiten la construcción de mensajes publicitarios; posicionar marcas a través de la alegría, la diversión y el amor son normalmente herramientas que se observan en el universo comercial que todos conocemos y a menudo motiva nuestras desiciones de compra, porque logra instalarse en nuestra mente no solo para saciar nuestro conciente lógico de necesidades básicas, sino para lograr persuadir en nuestro corazón de manera momentánea aquellos vacíos de alegría que como individuos perfectos tenemos.
Estas individualidades emotivas se agrupan en segmentos sociales facilmente identificables en las redes sociales y las herramientas de marketing digital, haga el sencillo ejercicio de analizar las publicaciones en los muros de facebook de sus amigos y se dará cuenta de sus estados anímicos, no analice textualmente los mensajes, porque nadie postea fielmente su vida, enfóquese en las páginas fuentes de donde sacan los mensajes, los horarios de publicación, en los manejos cromáticos, y en el número de veces que lo hace; quien se siente solo busca compañía en los likes, quien se siente deprimido encuentra en acción poética fuertes identificadores de vida, quien intenta mantenerse estable o salir de la tristeza busca en los mensajes de Dios y de autosuperación una salida a su existencialismo crónico, quien esta en el cuento del cambio se busca en la estética ya sea personal o expresiva. En su muro con tan solo y en promedio unos 400 amigos se sorprenderá de las curvas anímicas que reflejarán sus estadísticas empíricas, ahora imagine las curvas de emotividad y selección que pueden agrupar las herramientas de análisis tecnológicas alrededor de millones de usuarios de redes. A estos balances de identidad se les conocen con el nombre de Big Data, son métricas y estadísticas de los comportamientos, hábitos y tendencias de consumo, no solo de productos sino de contenidos que posee el predecible ser humano.
Una vez más la disciplina publicitaria cambia de piel y se inclina a niveles kinestésicos hacia lo que se conoce como brandstory, que no es otra cosa que la construcción de contenidos vivenciales que permiten un acercamiento entre los consumidores y la marca, un lazo de identidad emotiva en la cadena evolutiva de la comunicación creativa. A la publicidad ya no le interesa el branding –en donde usted es lo que consume-, tampoco el arquetipo –suministrarle a la marca una personalidad con la cual el cliente se identifique-, no está tampoco en la lucha del top of mind –ser el primero en la mente del usuario- y se cansó de intentar construir relaciones amorosas a nivel de top of heart. Hoy se presenta como ese ángel que usted encuentra en su vida, que le abre su corazón, le escucha, le entiende y tiene la experiencia para decirle que todo estará bien, que usted no es ni el primero ni el último, porque ya ella lo vivió.
Apreciado consumidor, es un momento terrorífico para usted, si sentía algunos visos de esquizofrenia alrededor de su privacidad como receptor, ahora debe correr porque no solo sabemos cuales son sus preferencias y habitos de compra, ahora sabemos como se siente, porque lo siente y hacia quien lo siente, mejor aún tenemos la capacidad de construir una campaña para una marca, en la cual usted verá reflejados todos sus sentimientos y la consumirá, esto es el resultado de su evolución prosumista.