"El hecho simple de
que mi perro me quiera más que yo a él, constituye una realidad tan innegable, que, cada vez que pienso en ella, me avergüenzo.
El perro está siempre dispuesto a dar su vida por mí.
Si yo hubiera sido atacado por un león o un tigre, Ali, Bully, Tito, Staci y todos los demás habrían afrontado la desigual batalla, sin titubear ni un instante, para defender mi vida, aunque sólo hubiera sido por unos momentos.
¿ Y yo? "
Konrad Lorenz
Premio Nobel de Medicina 1973