Divide y vencerás.


Hoy comenzaré reconociendo que el gobierno tiene un gran talento, una capacidad impresionante de decepcionar incluso a quienes no esperamos nada de ellos; una realidad evidenciada en las más recientes encuestas que muestran como a pesar de iniciar su mandato con el 60% de aprobación ahora rondan  el 30% de percepción favorable, que si bien no es poco, significa que la mitad de las personas que depositaron su voto de confianza en las promesas del gobierno del cambio, hoy no los miran de la misma forma. Pienso que esa decepción generalizada es lo que ha llevado a que en la mitad del actual gobierno, pleno 2024 ya la gente se pregunte quien es el próximo candidato y que hasta el presidente, presa de su propio complejo mesiánico, se anime a hablar de si le ganan en el 2026 o no. La contienda electoral ya inicia y las estrategias no van a faltar. 

Una máxima de la historia que se le atribuye al dictador romano Julio Cesar, sentenció hace muchos años "Divide y Vencerás" y hay que reconocer que tiene mucho sentido; ¿qué mejor forma de debilitar al contrario que atomizando sus alianzas y acuerdos? Es más si lo pensamos un poco más veremos que esta aproximación nos permite hasta ahorrarnos el esfuerzo de plantear una estrategia que nos permita vencerles en franca lid a nuestros rivales y creo que veremos mucho de eso en los meses por venir. Hoy creo que al mejor estilo del líder militar Julio Cesar, el gobierno ha optado por sembrar la división entre la ciudadanía colombiana; convirtiendo los escenarios de opinión pública en un enorme cuadrilátero en el que caben todo tipos de contiendas: pobres contra empresarios, EPS contra pacientes,  blancos contra negros, mujeres contra hombres, lo cual yo tengo que reconocer que es muy inteligente, si partimos de la premisa de "divide y reinarás", al mantenernos peleando entre nosotros, es más fácil alcanzar la victoria. 

El problema es que ya la cosa va pasando de castaño a oscuro porque estamos pasando de la polarización al señalamiento y la criminalización; o como le decimos a que el presidente se atreva a tildar de asesinos a quien diga "Fuera Petro". Es un despropósito y muestra como a la política del amor le sale facilito el discurso de odio, o como dirían en los pueblos "Consejos vendo que pa´ mí no tengo".  Desde el punto de vista oficialista, todo lo que no repita como cotorro amen a lo que sale de la Casa de Nariño se convierte en el enemigo imaginario y ahí cabe todo el mundo.  Eso no le conviene a nadie. 

No me cansaré de decir que el principal obstáculo que este país ha enfrentado a lo largo de su historia republicana es la división,"Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá", nos vendría bien tener esas palabras presentes, pueden ser las palabras que ayuden a preservar  nuestra democracia. 

 


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