Uno se sienta a analizar la situación actual y puede notar que uno de los tantos problemas de este gobierno radica en que les rinde más polarizar a la gente que unirla ya que no logran convencer a la mayoría de la ciudadanía de que sus propuestas y reformas son buenas, y les conviene hacer que nos veamos entre compatriotas como enemigos.
Si analizamos los acontecimientos más recientes, hablando de reformas, cualquier persona que las haya leído y que se sepa las tablas de sumar del uno al diez puede ver que no convencen por varias razones, pero me permitiré mencionar solo tres:
Primero, no logran convencer que sus reformas son buenas, porque no lo son, no son sostenibles en el tiempo, no solucionan nuestros problemas actuales y además crean otros problemas peores a largo plazo. La reforma pensional por ejemplo, fabrica una pirámide gigantesca de pensionados que es insostenible y castiga a los actuales jóvenes con una deuda enorme de la que no se van a librar.
Segundo: La mancha que cargarán estas reformas jamás se borrará. El tufo de corrupción, el manto de duda que estará sobre esta generación de parlamentarios, de supuestamente recibir plata, pero no cualquier plata, la plata del agua de la guajira y de la atención de los más pobres del país para comprar votos y apoyos a las reformas en el congreso, dudo que la podamos olvidar.
Tercero y más importante: porque este gobierno no ha dado muestras ni pruebas de ser un buen administrador y no logra pasar de una verborrea interminable de promesas a hechos concretos. Por mencionar solo algunos ejemplos: ministerios que se aprueban sin aval fiscal, que después no ejecutan sus programas y promesas de campaña y que finalmente se caen por inconstitucionales; nóminas que se pagan doble, o los mas recientes anuncios del ministro de hacienda de que tenemos un problema de plata creado por un desfase en las proyecciones de recaudo tributario (porque los videos de Tik Tok de Mr. Taxes no sirven para llenar las arcas del estado) y ahora toca recortar el gasto en 20 billones de pesos y mientras tanto los camiones del ejército están sin gasolina mientras el Cauca está más prendido que arbolito de navidad.
Si el estado ha demostrado que es incapaz de ser garante de una buena administración de los recursos públicos, de la plata de los más pobres, ¿cómo pretenden que les confíemos el manejo de los recursos que nos sostendrán en la vejez de forma digna? Están estatizando la salud de facto a punta de intervenciones y otras jugadas y ¿quieren que estemos tranquilos? Como dicen los cachacos: esta gente se dan garra, para no decir que mandan…. Los costeños me entenderán.
¿Cómo le vamos a explicar a nuestros hijos que se quedaron sin pensiones porque en el 2024, mientras el presidente del senado y de la cámara de representantes fueron acusados de recibir miles millones de pesos en sobornos, precisamente por la persona que se robó la plata, alfil de las entrañas del gobierno, el congreso seguía sesionando como si nada, y a la opinión pública el presidente nos tenía paniqueados con sus amenazas de hacer una constituyente en cada congreso que lo invitaban?
¿Cómo les vamos a explicar, que repitieron y repitieron la falacia de que le iban a dar pensión a los ancianos que estaban desprotegidos, pero que lo que aprobaron no era una pensión, sino un subsidio que no llega ni a un salario mínimo. Que a quienes alcanzaron a ahorrar alguito, pero que no le alcanzaba para pensionarse ya no se lo iban a devolver para que hiciera con su plata lo que quisiera, sino que se lo transformaban en una “renta vitalicia” de 70 mil pesitos mensuales y que eso era dignidad? A mi me suena más a limosna y en eso no hay dignidad. Pero aún así hay gente que la defiende.
Ser colombiano implica no perder nunca la capacidad de asombro; en mi caso particular me asombra la polarización que hemos tenido históricamente, pero en particular me asombra la polarización que le tocó a mi generación, una mezcolanza de lo peor que hemos recogido en nuestra historia republicana : corrupción, cinismo, guerra y mentiras, muchas mentiras.