¿Necesitamos una licencia menstrual?


En el debate a la reforma laboral, se aprueba lo siguiente en el artículo 36: “Conceder al trabajador y trabajadora las licencias necesarias … incluso cuando la trabajadora presente ciclos menstruantes incapacitantes, dismenorreas o cuadros de tensión abdominal por la menstruación, asociados a endometriosis ya diagnosticado”.

¿Cómo hacer que algo aparentemente bueno salga realmente mal? Bueno, redactando leyes como esa, por ejemplo. 

Primero un glosario rápido para los que no son médicos: 

  • Dismenorrea: dolor uterino en el momento de la menstruación. Lo que llamamos cólicos menstruales. 
  • Endometriosis: Crecimiento del tejido que produce la menstruacion por fuera del útero (en cualquier parte ovarios, intestinos, etc).

Ahora sí, entremos en materia. Endometriosis en la vida real significa: horas interminables de dolor abdominal que puede llegar a tal intensidad que no podrías levantarte de la cama, ansiedad, depresión, temor a que te venga el periodo, noches enteras en urgencias porque tu menstruación se quedó atrapada dentro de tu útero ocasionando un dolor indescriptible y la amenaza constante de la infertilidad. 

A pesar de esto creo que esa parte del artículo donde se habla de la menstruación se debe remover y procedo a dar mis razones: 

1-  En Colombia ya hay una ley de endometriosis. El pasado 12 de octubre de 2023 entró en vigencia la Ley 2338 de 2023 “por medio de la cual se establecen los lineamientos para la política pública en prevención, diagnóstico temprano y tratamiento integral de la endometriosis, para la promoción y sensibilización ante la enfermedad y se dictan otras disposiciones”. En lo relacionado con el ámbito laboral, el artículo 9º estableció que la trabajadora diagnosticada con endometriosis y el empleador podrán convenir un horario flexible sobre el horario de trabajo o habilitación de trabajo en casa, con el fin de contribuir en la mejor calidad de vida de ésta. Asimismo, se precisó que la trabajadora que padezca de este diagnóstico tendrá derecho a que se le reconozca las incapacidades o discapacidades que correspondan según lo dispuesto por el Ministerio de Salud. 

A esto debo agregar que si comenzamos a discriminar personas por sus diagnósticos tendremos que hacer una ley por cada enfermedad de lo contrario vamos en contravía al derecho a la igualdad y aún así jamás terminaríamos y nuestro legislativo quedaría saturado en cuanto abran el primer texto de medicina interna, sin contar que dudo demasiado que los congresistas entiendan la complejidad de algunas enfermedades. Adicionalmente lo que se exige en esa ley, que está muy bien, no debería ser para una enfermedades sí y para otras no, en cambio deberían existir las mismas garantías de acceso a diagnóstico temprano, atención de calidad y tratamientos con evidencia científica para todos los colombianos sin distingo de cuál sea  su diagnóstico. Hacerlo de forma diferente es discriminación.

2- Transmite el mensaje que la menstruación es incapacitante: Quiero iniciar dejando claro un punto que parece obvio: la menstruación no es una enfermedad y solo las mujeres menstrúan. Las patologías que se asocian al ciclo menstrual pueden ser incapacitantes. Eso no implica desde ningún punto de vista que por tener la menstruación estás enferma y esta moda de disfrazar de patológico lo que es meramente fisiológico hace mucho daño.

3- Es un incentivo perverso, que pone en peligro el acceso al trabajo de las mujeres.  Simple sentido común: que empresa que lee una ley que dice: “Conceder al trabajador y trabajadora las licencias necesarias … incluso cuando la trabajadora presente ciclos menstruantes incapacitantes” va querer emplear una población (nosotras) a la que le viene la regla cada 28 días (o menos en alguno casos) a sabiendas que mensualmente le puede decir que no va a trabajar y aún así deben seguirle pagando. Hacer eso en Colombia donde para febrero de 2023, según estadísticas del DANE la tasa desempleo a nivel nacional en mujeres fue 15,1% y la de los hombres 9,3%, con una brecha de 5,8% es ser bruto con ganas. 

Finalizo diciendo que si alguno de nosotros pasa por cualquier situación médica que comprometa su capacidad laboral, lo que necesita es atención de calidad y protección de sus derechos laborales, sin distingo de sexo, raza, credo, filiación política ni diagnóstico. Ni más ni menos. 

 


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