Según datos del DANE en las proyecciones de población para 2022, tomadas a partir del censo de 2018, Colombia tiene 15.904.623 niños, adolescentes y jóvenes entre 0 y 19 años, que equivalen al 30,8 % del censo nacional. Cualquiera pensaría que, con un potencial humano tan grande, el país estaría comprometido con su futuro al cuidar de esa niñez, pero lamentablemente no es así.
El DANE entregó el boletín de trabajo infantil en el que se evidenció el problema mayúsculo de explotación a menores que existe en el territorio nacional, en el último trimestre de 2022, para el total nacional la población de 5 a 17 años que trabaja fue de 369 mil personas. Dicho informe menciona que las principales razones por las que trabajan los menores son: le gusta trabajar para tener su propio dinero (37,1%), debe participar en la actividad económica de la familia (33,3%) y debe ayudar con los gastos de la casa, ayudar a costearse el estudio (15,7%).
Aún más lamentable, la explotación no es solo laboral, sino sexual. Según un informe del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), entre 2012 y 2019, 1.954 niñas, niños y adolescentes ingresaron al Proceso Administrativo de Restablecimiento de Derechos por ser víctimas de explotación sexual comercial en el país, siendo el 85% de los casos niñas y adolescentes mujeres, por lo cual lo consideran además como violencia de género; de dichos casos 84 ocurrieron en niñas, niños y adolescentes que se auto reconocieron como pertenecientes a comunidades étnicas.
Por otro lado la desnutrición infantil sigue cobrando víctimas, según lo reportado por el Instituto Nacional de Salud (INS), en lo corrido 2023 han fallecido 141 niños menores de 5 años por desnutrición y causas asociadas. Aproximadamente un fallecimiento diario por hambre. La Defensoría del Pueblo lanzó un duro pronunciamiento al respecto: "Es una vergüenza que como Estado sigamos registrando muertes de niñas y niños por desnutrición sin que se logre una estrategia que ponga fin a esta situación tan dolorosa, lo que muestra indolencia, indiferencia y desidia de los gobiernos nacional, departamentales y municipales”
Pero no es solo el hambre lo que los mata, el conflicto armado y sus actores siguen cobrando víctimas: solo en el primer trimestre del 2023 la defensoría del pueblo reportó 23 reclutamientos de menores por grupos ilegales, La Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana (Opiac) denunció el reclutamiento y posterior ejecución de 4 menores indígenas por parte de las disidencias de las FARC, sin olvidar el recientemente el doloroso asesinato de la niña en La Plata, Huila, en un enfrentamiento entre la guerrilla y el ejército. Es lamentable que estos hechos tan dolorosos pasen de agache como una noticia de sucesos judiciales más. Tal vez tantos años de guerra han logrado que las muertes por escabrosas que sean, hagan parte del paisaje y eso es algo que no deberíamos permitir.
Quien pensaría que ser niño fuera tan peligroso. Estas pocas observaciones de las otras muchas fallas que tenemos como país para con nuestros niños, son un llamado a la acción. Parece entonces, que la sociedad entera está en deuda con la niñez colombiana y por ende con el futuro del país. Tenemos 15 millones de niños, y todos debemos comprometernos a que se les garantice sus derechos si queremos ver un mañana, la indiferencia nos puede salir cara.
