¿Cómo se sentiría si fuera Carlos, un diabético al que no le dan la insulina hace 5 meses?.
¿Qué pensaría si fuera Daniel, un hombre que luego de sobrevivir una isquemia cerebral por una crisis de hipertensión se quedó sin pastillas hace 1 mes y no tiene dinero para comprarlas?
¿Le gustaría que te cancelaran la cita que está esperando hace 4 meses porque no hay agenda?
¿Cuál sería su reacción si luego de cuidar a su hijo con parálisis cerebral y epilepsia durante años, hoy tuviera que sentarse todo el día a esperar su próxima convulsión, porque no le han entregado su tratamiento?
¿Qué tal llegar a un hospital en Bogotá en pleno trabajo de parto y encontrarte con que cerraron las camas de ginecología?
Todos estos casos han ocurrido en los últimos 30 días gracias a que finalmente estamos llevando al limite un sistema de salud que lleva años acumulando deudas y recibiendo de forma intencional menos recursos en los últimos años; esa “crisis explicita” a la que la Ex Ministra de Salud Carolina Corcho se refería cuando dijo “Tiene que haber una crisis explícita, clara, que le permita a la sociedad entender que se requiere el cambio”, El chu, chu, chu, versión Soplaviento, Bolívar.
Para empeorar las cosas el 31 de diciembre pasó algo grave: Por decreto fijaron el aumento de la UPC en 5.3%. La Unidad de Pago por Capitación UPC, es la plata que el gobierno pone por persona para pagar por todo lo relacionado con su salud de ese individuo y 5.3% es solo la tercera parte de lo que se necesita aumentar para mantener el sistema a flote. Es como si usted necesitara para hacer el mercado en la tienda, pero además tiene una deuda con ellos; para cubrir ambas cosas usted necesita 150 pesos, pero solo de dan 50 para pagar mercado y lo adeudado. Bueno, en esas está nuestro sistema de salud hoy en Colombia y es insostenible.
Qué tan grave será que se aumente tan poco la UPC que la Asociación Colombiana de Transplantes de Órganos, advirtió en un comunicado que así no se va a poder garantizar la atención de los pacientes. La asociación colombiana de Neumología y Cirugía de Tórax advirtió que hay dificultades para conseguir tratamiento para los pacientes, las personas expertas en los aspectos técnicos de la salud pública también dicen que los recursos no alcanzan y que el sistema va al colapso, las asociaciones de pacientes dicen lo mismo, y las filas de personas que se empiezan a ver en las farmacias esperando por medicinas que no llegan son evidencia de que las cosas no van bien; esto es una tragedia con todas las letras, más en un país donde la salud es un derecho.
Cualquiera podría decir “Y es que eso no pasaba antes”, la respuesta es: No, hemos tenido crisis antes pero a este nivel no, nunca habíamos llegado a este punto en los últimos 30 años. Personalmente me indigna como se miente sin asco respecto a este tema y juegan con lo más sagrado que es la vida de las personas. Nuestro sistema de salud es nuestro logro social más grande de los últimos 30 años y tiene muchas cosas por mejorar, pero no esta esta destrucción orquestada intencionalmente en la que gente puede morir por culpa de la improvisación y la soberbia de unos cuantos, para la muestra está todo lo que han vivido los maestros con su cambio de atención y eso que se supone que ellos son la muestra de lo buena que sería la salud de todos en el nuevo modelo que propone la reforma a la salud. Apague y vámonos.
Todos somos pacientes potenciales y la verdad sea dicha cuando la enfermedad llega, no distingue de estrato, color ni de ideología política. Si a usted le da un infarto y llega en paro cardiaco a una urgencia, no importa por quién votó en elecciones, lo que importa es que tengamos adrenalina y un desfibrilador que sirva para poder reanimarlo. Nuestro sistema hoy, evita que las personas tengan que asumir lo que cuesta atender una enfermedad como sí pasa en otros países, para la muestra un botón:
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¿Alguien tuvo que salir a vender la casa para pagar la cuenta de la hospitalización en UCI en la pandemia?
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¿Acá alguien tiene que pagar de su bolsillo un órgano para que le trasplanten un riñón o tiene que pagar por una dialisis cada 3 dias?
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¿Alguien tiene que empeñar la nevera para cubrir el costo de una quimioterapia si le da cáncer?
La respuesta a las tres preguntas en NO, sin importar si usted pertenece al régimen contributivo o subsidiado y eso es posible gracias al sistema de salud que hoy dejan agonizar y que tratan de destruir.
No podemos ser indolentes ni indiferentes a la horrenda realidad que es que hoy en Colombia hay gente sufriendo por ésta crisis a merced de las circunstancias, pero mañana puede ser cualquiera de nosotros. Todos somos pacientes y hoy el silencio es cómplice.