Volver al futuro, versión Colombia.


”Estimado Dr. Brown. En la noche que viajó atrás en el tiempo, será atacado por terroristas. Por favor, tome las precauciones necesarias para prevenir este terrible desastre. Su amigo, Marty McFly.” 

 

En la película "Volver al futuro" estrenada en 1985, producida por Steven Spielberg se cuenta la historia de un adolescente de los años 80 que quiere triunfar en la música y quien gracias a su amistad con el Dr. Emmett Brown logra viajar 30 años en el tiempo hasta la época en que sus padres eran jóvenes. Al mejor estilo del clásico del cine ochentero, en nuestro país se vive una sensación de viajar al pasado y como dijo Marthy McFly: “Tuve una terrible pesadilla. Soñé que viajaba atrás en el tiempo. Era terrible.” 

En Colombia esto es posible gracias a los constantes esfuerzos que hace el gobierno del cambio por hacernos retroceder a una época de nuestra historia que muchos desearíamos olvidar. Todo lo que propone el gobierno tiene sabor a reencauchado, repite recetas viejas, con estrategias fracasadas de probada inutilidad y las disfraza de socialismo del siglo XXI para posar de novedoso, aunque nada nuevo hay bajo el sol.

En salud proponen devolvernos a un sistema estatizado: El seguro Social, el mismo que motivó la creación de la ley 100 por inoperante y corrupto. El entonces presidente del Seguro social, Carlos Wolff Isaza, afirmaba al diario El Tiempo en 1995 que las pérdidas ascendían a 600 mil millones de pesos anuales. Esta entidad se convirtió en la actual Nueva Eps,  que para junio del 2022 era la EPS que más recursos judiciales por tutela confrontaba,  con 10.240 casos, lo que representa 13 casos por cada 10.000 afiliados. Esta es la EPS en la que todos los colombianos terminaremos si el gobierno logra pasar su reforma.  

En tema de pensiones le propinan un golpe casi mortal a los fondos privados (AFP), con una apuesta “noble", de alcanzar a una población desprotegida, llevando a Colpensiones a quienes ganan menos de 4 salarios mínimos. Paradójicamente esto perjudica a los colombianos que tienen menos ingresos, dado que  en los AFP el número de semanas a cotizar es menor que en el fondo público, así que habrá personas a quienes les alcanzan sus semanas para pensionarse en un AFP, pero no en Colpensiones, y como diría la vice: “de malas”. El consuelo que les ofrecen es la llamada  renta vitalicia, que en los casos de personas con menos semanas cotizadas no llega ni a 100.000 pesos.  Por allá en el principio de los noventa, la gente hacía fila  precisamente en el Seguro Social para cobrar su pensión y en varias ocasiones se devolvía a su casa sin plata. 

Y en economía no escampa, el DANE presentó los resultados de las exportaciones, las cuales se redujeron en un 10.1% frente a mayo de 2022. La revista portafolio informa que a mayo de este año se ha dejado de exportar el equivalente a media reforma tributaria. Caen el sector construcción, la compra de vivienda de interés social y de automotores. Y cae también el dólar, pero no porque los mercados nos crean mucho, el dólar cae cuando se caen las reformas regresivas que propone el gobierno. Revise y verá.

En libertad de prensa, apague y vámonos: se ataca sistemáticamente al periodismo cuando ejerce su oficio de mostrar la información a la opinión pública y se busca activamente desacreditar a cualquier crítico. Colombia padeció a un señor llamado Pablo Escobar, que como no le gustaba lo que denunciaba un periódico, le puso una bomba. Solo eso nos falta. 

Pero todo esto pasaría de agache, si no viviéramos la peor de las regresiones: el recrudecimiento de la violencia en medio del más hipócrita “cese al fuego”. Quisiera decir que esto es lo no visto, pero no, esto ya lo habíamos visto y lo advertimos: secuestros, masacres, extorsiones, ataques a la fuerza pública, ejecuciones por grupos armados ilegales, fueron  precisamente lo que nos puso contra las cuerdas hace 20 años. Uno diría que duele Buenaventura, Arauca, Santander, pero en realidad duele todo el país.  El terror ha regresado y  creo que los amigos del cambio ahora entienden porqué se valoraba el poder viajar por carretera hace algunos años.  Ahora el ministro de defensa le dice a los militares sí que los secuestran al desplazarse por tierra es por su propia imprudencia, no por la incompetencia con la que maneja su cartera. Hágame el favor, si Pastrana le despejó el Caguán a la guerrilla, Petro les está despejando el país entero.

Once millones de colombianos le apostaron al cambio y recibe como recompensa un tiquete de viaje al pasado de la violencia, del terror, de la inflación, de la corrupción, de la inseguridad, del narcotráfico y del nepotismo, al mejor estilo de volver al futuro. Bien dijo Spinoza: “Si no quieres repetir el pasado, estúdialo”

 


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