La soberanía no se vende… y menos en Managua

EL MAR NO SE NEGOCIA, CARAJO LA SOBERANÍA SE VENDE … Y MENOS EN MANAGUA


🔥 EL MAR NO SE NEGOCIA, CARAJO

La soberanía no se vende… y menos en Managua

Por Gabriel Jaime Dávila Gómez –en modo alerta nacional

 

Hay decisiones de gobierno que huelen a improvisación… y otras que huelen a rendición.

La reunión que el Gobierno colombiano prepara con el régimen de Daniel Ortega —ese mismo que borró las elecciones, encarceló opositores y expulsó ciudadanos como si fueran desechos políticos— pertenece a la segunda categoría: un paso imprudente hacia el borde del abismo diplomático, donde lo único que puede caer es la soberanía de Colombia.

Sí, otra vez estamos ante la peligrosa inclinación del progresismo tropical por abrazar a sus pares ideológicos del Caribe, aunque estos destruyan democracias, silencien críticos y claven uñas dictatoriales sobre sus pueblos. Y en esa especie de devoción militante, al Gobierno le pareció buena idea viajar a Managua a “dialogar” sobre los fallos de La Haya.

Ese es el problema: dialogar implica que uno está dispuesto a ceder algo.

Y Colombia no tiene nada que ceder.

Nada.

Ni un centímetro de mar. Ni una gota de dignidad.

 

EL RECORDATORIO QUE EL GOBIERNO NECESITA (Y QUE LA LIGA MARÍTIMA LE TUVO QUE HACER)

El reciente comunicado de la Liga Marítima de Colombia —— es lo que uno esperaría escuchar de un Estado serio, pero que hoy nos toca leer desde la sociedad civil porque el Gobierno anda ocupado buscando aplausos en los salones de las autocracias.

La advertencia es clara como el agua del archipiélago:

1️⃣ Los límites de Colombia NO se negocian en mesas improvisadas.

Solo pueden modificarse mediante un tratado bilateral, aprobado por el Congreso y ratificado por el Presidente.

Eso no lo puede saltar ni la Cancillería, ni la Casa de Nariño, ni el espíritu revolucionario de turno.

2️⃣ El fallo de 2012 NO modificó nuestras fronteras marítimas.

Lo dijo la Corte Constitucional: hasta que no haya tratado, Colombia mantiene sus límites históricos.

Punto.

Pero parece que al Gobierno le encanta hacerse el olvidadizo cuando se trata de defender al país.

3️⃣ Ningún funcionario tiene permiso de regalar el mar en conversaciones “amistosas”.

La pesca ancestral del pueblo raizal, la Zona Económica Exclusiva, la plataforma continental…

Eso no es trueque diplomático.

Eso es patria.

Y la patria no se negocia con regímenes que persiguen obispos y apagan la luz de la democracia.

4️⃣ El Gobierno debe actuar con transparencia y rigor, dos virtudes que hoy brillan por su ausencia.

Si la Liga Marítima tiene que recordarle a la delegación oficial que viaja a Nicaragua que no representa a un “gobierno pasajero”, sino a la República entera…

…es porque alguien desconfía, y con razón.

 

LAS ADVERTENCIAS QUE EL PAÍS DEBE GRITAR HOY

⚠️ Advertencia 1: El progresismo está jugando con fuego… y el fuego puede quemar el mapa.

Los acercamientos ideológicos del Gobierno lo vuelven débil ante regímenes expertos en manipular “diálogos bilaterales”.

⚠️ Advertencia 2: Nicaragua no es un socio confiable.

Es un régimen que reprime, encarcela y desaparece la institucionalidad.

Pretender que ese gobierno actuará con buena fe es ingenuidad diplomática… o cálculo político.

⚠️ Advertencia 3: Cualquier concesión sin tratado es ilegal.

Así lo dice la Constitución.

Intentar disfrazarlo sería traición a la soberanía.

⚠️ Advertencia 4: El archipiélago no puede ser moneda de cambio.

San Andrés, Providencia, Santa Catalina y el pueblo raizal son Colombia.

Y Colombia no está en venta.

 

UNA VERDAD QUE EL GOBIERNO NO QUIERE ESCUCHAR

La soberanía es un acto de carácter, no un gesto folklórico en una cumbre diplomática.

No se hereda: se defiende.

No se declama: se protege.

No se firma a puerta cerrada en Managua: se honra ante todo el pueblo colombiano.

Hoy, cuando la brújula moral y jurídica del Gobierno parece perdida en la bruma del progresismo caribeño, hay que decirlo sin titubeo:

COLOMBIA NO VA A ENTREGAR SU MAR.

Y QUIEN LO INTENTE, SE ESTRELLARÁ CONTRA LA CONSTITUCIÓN Y CONTRA LA HISTORIA.

 

Si el Gobierno quiere tomarse fotos con dictadores, adelante.

Pero si pretende doblegar la soberanía, encontrará un país de pie.

Porque el Caribe no se negocia,

el pueblo raizal no se abandona,

y la dignidad nacional no se pone sobre la mesa de un régimen que ya ni elecciones tiene.

El mar se preserva.

La patria se defiende.

Y Colombia no se rinde.

 

Frente a lo anterior, y considerando la gravedad de los riesgos que entraña cualquier negociación que pueda afectar la integridad del territorio colombiano, se elevará una solicitud formal para que el Ministerio Público, en cabeza del señor Procurador General de la Nación, Gregorio Eljach, active de manera inmediata una intervención preventiva. Corresponde a la Procuraduría —como garante supremo de la legalidad, la soberanía y el interés nacional— vigilar cada actuación del Gobierno en este proceso, asegurar el estricto cumplimiento de la Constitución y evitar cualquier decisión que comprometa, sin la debida legitimidad institucional, el patrimonio marítimo de todos los colombianos.