Para nadie, o por lo menos para la mayoría de las personas que hacemos parte de este mundillo literario, es un secreto, que para la industria editorial, es una gran oportunidad, contar versiones de los hechos una vez finalizada la tragedia, o en algunos casos, durante la misma. Desde hace muchísimo tiempo, las casas editoriales se pelean los derechos por conocer de viva voz de los personajes envueltos en la trama real, su versión de la historia. Entonces, en ese orden de ideas, dentro de poco, lo más probable es que tendremos noticias editoriales sobre el más reciente, y terrible suceso, que sacudió a la opinión pública de nuestro país, me refiero, por supuesto, a la lamentable muerte del joven Luis Andres Colmenares, y el juicio a sus compañeras de universidad Jessy Quintero y Laura Moreno.
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Sobre este caso, ya se han escrito varios libros a la fecha, sobre la veracidad o no de los mismos, ya se será el lector quien lo decida de acuerdo a su criterio, sin embargo, es posible, que se escriban algunos otros, y si es el caso, de los libros se dé el salto a la pantalla chica o grande.
Dos de los libros escritos sobre el denominado Caso Colmenares es El Enigma Colmenares de Maureén Maya y Nadie Mató a Colmenares de José Monsalve.
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No tiene mucho tiempo que el país se escandalizó con la horrorosa tragedia de la niña Yuliana Samboni. Un angelito de apenas siete años que cayó en manos de la indigesta y retorcida mano de un miembro de la tristemente célebre familia de la oligarquía bogotana Uribe Noguera. No había pasado un año desde que sucedió este lamentable hecho, cuando ya se había escrito y publicado un libro al respecto. ¿Precipitado? Tal vez, a lo mejor el autor consideró que el país debía conocer más en detalle los sucesos de este escabroso crimen.
La cultura de escribir durante o después de la tragedia no es invento colombiano, ni más faltaba. Se trata de una “estrategia” universal que se evidencia en cualquier país.
El caso de O.J. Simpson, es quizás, uno sobre el cual más se haya escrito, y es que fue un caso que dio para todo. Desde libros, programas de televisión, películas y hasta documentales. Durante, después y mucho después del crimen, todavía es la hora y anuncian más estrenos de series inspiradas en este hecho de sangre.
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El escándalo de Amanda Knox, la chica americana que convivía con Meredith Kercher y cuyo cuerpo fue encontrado sin vida en el apartamento que compartían, se convirtió en uno de los casos más sonados de la primera década del 2000. Se han escrito cientos de libros, miles y miles de reportajes, documentales, películas, etc. La industria editorial y en general todas las industrias del entretenimiento generaron ingresos a partir de esta lamentable tragedia.
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El caso, en sí mismo, tuvo de todo. Sospechosos, confesiones, contradicciones, altercados internacionales entre Estados Unidos, y el gobierno italiano, mejor dicho, todavía hay quienes aseguran que Amanda y su novio son culpables, pero eso es harina de otro costal.
Y qué decir de Helter Skelter, el libro que se basa en los horripilantes asesinatos de la secta conocida como La Familia, Escritor por el investigador al cargo del caso de la “Familia” Manson. Es un libro horrible, si estas cosas te afectan, pasarás días sin dormir, imaginando que “La Familia” se cuela en tu casa. Bugliosi hace un trabajo excelente contando la brutalidad que la “Familia” desató sobre sus víctimas.
Esteban Cruz Niño, escritor nacional, relató en su libro, Los Monstruos en Colombia sí existen, la crueldad de varios homicidas nacionales cuyos crímenes fueron escandalosos, y se consideraron, al mejor estilo norteamericano, asesinos en serie.
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Ted Bundy cambió el mundo. Sobre todo cambió a Anne Rule, no porque intentase matarla, fueron compañeros de trabajo. Durante años, uno de los mayores asesinos en serie conocidos, se sentó a su lado. Día tras día. Ella no tenía ni idea, de que durante ese tiempo, su compañero de trabajo, estaba ocupado asesinando a 30 mujeres. Convirtió aquellos años en una novela sobre crímenes reales. Con ella despegó su carrera, a día de hoy ya ha escrito 20 novelas. Todas sobre crímenes reales.
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Y así, podemos seguir varios días y este post podría llegar a tener miles de hojas escritas, todas inspiradas en la tragedia, y no acabaríamos nunca, o por lo menos, nos demoraríamos mucho tiempo. En cualquier caso, para bien o para mal, este tipo de libros generan muchos ingresos para las compañías editoriales, y el propósito de este artículo no es estigmatizarlo, ni mucho menos atacarlo, simplemente, mostrarlo como una opción tanto para iniciarse en el mundo de la lectura, como para llenarse de ideas a la hora de construir un nuevo libro, una nueva historia.
C.J. Torres.
