LA FUERZA VIENE DE ADENTRO
CINDY MILENA PORRAS
¿Por ser mujer te llaman débil, te maltratan y hacen sentir menos?
Tranquila, eres mujer y la fuerza viene de adentro.
Eres mujer, eres fuerte y luchadora,
te enfrentas a las tormentas y te aferras a la libertad.
No te sientas nunca débil, aunque te lo digan mil veces,
Pues tú eres mujer y la fuerza viene de adentro,
De adentro del corazón, del amor de ser mujer,
madre, esposa, hermana y amiga.
La fuerza viene de tu grandiosa voluntad de que las cosas
cada vez sean más hermosas.
Viene de luchar contra todo el mundo
e intentar levantarte después de cada caída,
de sentirte cada vez más grande,
pues eres una mujer bendecida.
No creas que eres cobarde,
si de tus ojos, lágrimas brotan,
Pues son gotas de valentía, que te hacen ser más valiosa.
Tu fragilidad no te hace débil, simplemente más hermosa.
Con tu sonrisa divina, alegras las tardes lluviosas.
Por eso ten siempre presente, que la fuerza viene de adentro.
En honor a mi Florecita bella.
IMPERMANENCIA
ANA BERRIO
Habitar el paraíso
de tu cuerpo
navegar en tu alma
el cielo pintar
de tu ser
ver el ocaso
filtrarse en tu piel.
Contigo la impermanencia
más allá de la quietud
lejos del caos
descifrando tus silencios
tus nostalgia, miedos
y soledad.
Tu amor como una ola
se desvanece
con el paso implacable
del tiempo.
REMINISCENCIA
YASMIN DIAZ PÉREZ
Esa tarde de noviembre
sentada junto a la ventana,
te vi encender, la chimenea
temblaba un poco, no sé si de frío
por tu agitada respiración tan cerca.
Los matices de un sol decayendo
fueron testigos fieles de la magia,
nuestras copas de brandy se alzaron
y tu mirada se clavó en mis pupilas,
doblegando por completo mis fuerzas.
Sé bien que me recuerdas
pero tal vez finges ignorarme
cuando cruzo por tu memoria,
quizá pauses tu inquieto pensamiento
y te detengas un poco a contemplarme,
imagines mis besos con sabor a olvido
si aparezco en tus entrecortados sueños.
Ayer olía a deseo, hoy me parece fantasía
que tu cielo, ya no sea el nuestro
que tu rostro mire hacia otra dirección.
¿Ya floreció tu jacarandá
y la rosa que un día te regalé?
Preguntas aparecen en mi memoria
reposan moribundos en sus pétalos
fragmentos de aquel romance idílico.
Reminiscencias rebeldes afloran
gimen con el alma a la intemperie
en medio del silencio abrumador
divagan vacíos en el paraíso de la utopía.
¡Qué frío! ¡Qué nostalgia! ¡Qué ausencia!
ELY ZULUAGA
LA REINA DE AMORES
La revoltura de las almas latinoamericanas.
“Un viaje al corazon de la berraquera”
La revoltura de las almas latinoamericanas.
“Un viaje al corazon de la berraquera desde las abuelas, hasta las que hoy pusimos un pie en el viejo mundo.
Pomposa una dia corrió y se monto a un arbol, vio mas allá de su propio pueblo, su propio sueño, en el corazon de la costa de Colombia, llena de miedo por los regaños de su madre, la cual era mi bisabuela, mujeres berracas desde su vientre, parieron otras mujeres visionarias, aún sin estudio o con poco de el, veian su vida trasendidas en ciudades, continentes que los profesores contaban en los libros de historia, desde el colegio de aquel pueblo olvidado hasta por el mismo olvido, pocos soñaban o perdian su sueño, mas ellas no, mi abuela y mi bisabuela, soñaban y soñaban, se bañaban en el rio y en plegaria pedian ancestralmente que sus hijas, nietas y las generaciones futuras nacieran sanas y fuertes,con la fuerza de una mujer que sale de su pueblo en un animal, llamados burros, en bus, carro o en barco, en esa epoca aun se sabia muy poco de los aviones, mi historia de migracion vino desde el alma, debo contarlo todo, para darle sentido, a amar, sanar y poner un pie en tierra firme, desde la sangre de mujeres, que contando, cantando iban a lavar al rio y desearon lo que nosotras hemos alcanzamos con solo tomar un avion, hoy es tan facil, en lo superficial mas en el fondo de las migraciones, hay tanto dolor, manos que dicen adios y lagrimas de mujeres que lo dejan todo para mejorar su familia, tanto por contar desde el corazon de la berraquera desde las abuelas que llego como una tromba marina hasta nuestros dias, primero dejame hablarte de ella, antes de contar mi historia, honrar su memoria, su fuerza, que hasta hoy se siente en mi vida en Madrid, España.
Siempre quise escribir de ella, como el inicio y pujanza de formar genealogicamente una migracion, ella si, La alegre, hermosa y dinámica, Pomposa Polo, algunos la llamaban así pero se llamaba Maria, Oh! Maria, vivió en un lugar olvidado, hasta por el mismo olvido, pues gracias a Gabriel Garcia Marquez, ese pueblo sin nombre lo asoció con los lugares olvidados, donde van las almas a vivir en la misma magia pura, las almas eternas, que trastornaron este planeta, las cuales vivieron ahí, murieron ahí, o mejor trascendieron a la dimensión del amor puro todo ahí mismo.
El corazon de mi abuela es el lugar elegido para hablar de Pomposa, que mejor que su propia hija llamada Ana, es decir mi mamá, Pomposa era mi abuela, siempre las impulso a moverse de el lugar de nacimiento, aun se hablaba del nuevo mundo y el viejo mundo, aun un sobrino de mi mama migro a España para hacerse medico en los tiempos que se viajaba en barco, era casi imposible pero ahi tambien se gestaban los sueños de las generaciones de dejar el olvido, aun la madre de ese sobrino, estudiante de medicina, se quedo llorando pues cuando llego a despedirlo, el barco ya habia zarpado, llanto y adios, tocar casi el el mismo cielo, en otro lugar del mundo.
Sin nunca haberla visto es como si nunca se hubiera ido de casa, sabemos todo, como es fisicamente, digo es, pues en Colombia nadie muere sin lograr mejorar su generacion, si no que queda encapsulado en la ultima risa, la ultima carcajada, la última pilatuna, porque ella era una loca por la vida, amó demasiado a todo, su pueblo, sus animales, incluidas sus gallinas, a los que les ponía nombre, antes de torcer el pescuezo y ponerlos en un sancocho delicioso, amó su vida al máximo como si supiera que se le iba de a pronto, amó tanto a sus hijos los cuales algunos ya están junto a ella, solo queda en este mundo, mi mamá Ana y otra hija llamada Adis mi tía que vive en su mente en Venezuela. Tambien esta aqui aun dando vueltas mi tia vita que no esta fisicamente en este mundo pero vive y arde en mi corazón.
No se como se llamaba su mamá la de Pomposa mi abuela, es decir mi bisabuela pero tuvo que ser alguien increíble, chistosa, hasta loca de remate, bailadora y gestora cultural, mi mama es todo eso, tambien, pues mi mama es increible y creo lo heredó de ella, bueno y sin ánimo de darme bombos yo soy asi, puedo reir de solo pensarlo, soy yo, mi mamá, mi abuela y mi bisa!! pues estuve en su vientre de todas al mismo tiempo, todo eso ocurre ayer, hoy y mañana, en tiempo presente, aquí y ahora, yo siempre recordé que desde niña mi mamá hablaba de su fuerza, de su valentía, de cómo los amó a todos sus hijos, más tuvo que irse de este mundo a temprana edad, en un momento de parto en un lugar que era difícil parir entre la pobreza y el olvido, aun su hermanita murio despues de ese triste evento.
Pero el tema no es ése, la tristeza, no puede ser el tema de una chispa de alegría que vivió en este mundo, es la alegría en todo su esplendor con que vivió Pomposa.
De cabellos abundantes, rizados, largos, piel dorada por el inclemente sol, bulliciosa, más alegre de los que todos sabían, Increíble ella hasta se subia en los arboles a comer mangos, tiraba las hojas, los restos de mangos, volvían las risotadas , lo escribo y yo misma vuelvo a reir, de solo saber los vientres benditos en los que hemos estado, en mi caso solo puedo hablar de alegria envuelta en tristeza, jolgorio y fiesta desde las antiguas generaciones, que incluye a mi abuela Pomposa. nuevamente lo digo, la reina de la alegría y la fiesta.
Ella impuso a sus hijos si una de ellas es mi mama, que ahora sigue en educarme, casi obsesionarse con que sus hijos fuesen profesionales, ers su sueño su triunfo pues ellos no alcanzaron a estudiar por el olvido y la trampa de la pobreza.
Aun asi esa misma escasez, ese mismo olvido llevo a mi mama a impusarme en estudiar y llevar mi familia mas alla.
Ese sueño siguiio y sigue en mi corazon aqui viviendo el Madrid España, ahora quiero contarles como se gesto en mi, mi esposo e hija, movernos de Colombia a España.
Con esa inspiración que acabo de contarles siempre estuvo en el alma que mi hija estudiara aca en españa y tambien mi esposo queria espacialzarse aca, miramos las posibilidades en un viaje de turismo por los quince de mi hija en el año dos mil diez y siete, la gente, la vibra y la energia de Madrid nos cautivó, llegamos inicialmenmte al barrio Diego de leon, un barrio tradicional de la capital y nos conquistó todo, el parque del retiro, las iglesias, las edificaciones antiguas, tanta historia se nos fue en el viaje de regreso a Colombia y en el corazon quedó la semilla de volver y vivir aca, al principio por los costos lo veiamos poco probable mas el universo hace lo suyo y e destino ni se diga, mas en el finales del 2019 iniciamos la papeleria de migrar para aca con mi esposo e hija, pero entro la muy conocida pandemia del veinte veinte, un año que todo se detuvo, hasta este sueño de migrar, nos encerramos todo ese año, aprendimos, crecimos y esperamos la oportunidad de hacer vida aca en madrid españa.
Terminando la pandemia o la crisis de ese tiempo, e iniciando el veineveintiuo se nos fue abriendo el antiguo mundo para mi familia, aun los tiquetes no los aplazaron seis veces antes que los aeropuertos aceptaran volver a viajar, mas esperamos y esperamos, lloramos, nos desesperamos, volvimos a creer, nuevamente, se dio el viaje, viajemos en el primero vuelo de Colombia, hasta el aeropuerto de madrid barajas, mi esposo, mi hija de estudiantes y yo como acompañante de estudiantes, deje atras mi sueño y me trabajo en mi Pais para impulsar los
sueños de Alex y Ely, mi esposo e hija, el mismo amor y la experiencia migratoria, escribe esta nueva historia al año siguientte de la pandemia, cambios y mas cambios, llegamos esta segunda vez al barrio Chamberi, un barrio grande y muy conocido en Madrid.
Inicio
El olvido de la boda, quiero que vuelva esa chispa.
Estaban tan ilusionados en la idea de armar la boda, con la boda y lo que pasaría después de esa bendita boda, el y ella locos de amor, locos de toda la pasión que se desata desde que esos ojos se miraron, esa boca se deseó, era como si se quitaran la ropa en cada encuentro, solo con verse, saludarse, había tanta gente ahí, pero como si desaparecieran por ese momento, se adoraron, se idolatraron, aunque se prohibía sentir eso por alguien diferente a la divinidad, ellos lo sentían y lo exteriorizan, todo el mundo percibe a leguas, era amor, obsesión y todo lo que llega cuando la química rebasa.
Como la melodía que escuché, de inmediato recordé esa ilusión que nace una vez entre un millón de gentes, desde diferentes siglos, esa pasión e idolatría saltaba desde diferentes generaciones, estaba entre ellos.
Ni hablar de cuando llegó el día, tan soñado día, olía a nardo puro, perfume Obsession de Calvin y baño de novia, ella se casaba con todo lo que había soñado por varias vidas, el vestido perfecto, maquillaje perfecto, él de solo pensar en ella podía tener un éxtasis, aunque aún no la había visto, sabía que sería una noche multiorgasmica, interminable, la envidia de los que pierden todo eso por la monotonía y el no decir amor mio, se esta cansando el amor de tanto esperarte.
El ni se diga, en apariencia, parecia que se había salido de una caja del muñeco más bello, se había caído de la torta de vainilla y ron de un matrimonio elegante. Recordó que no puedes amar a más nadie por encima del creador, era un amor destinado a no ser, por el demasiado amor y olvido de las líneas de la vida.
Todo se sabía antes de la boda, que si no neutralizaba toda esa locura, esa pasión se perdería inmediatamente después y se podria justo después de la boda, aún en la misma fiesta, mientras se repartía entre la algarabía, entre gente que comía y bebía,, incluso hasta gente que no había sido invitada, los llamados colados.
Por un solo momento nos olvidamos de esto, para enfocarnos en el preludio del romance, ese perfume, ese vestido y labial, las miradas, ay! las miradas no se comparan con nada, la música, la comida, la gente es nada comparado con ir de camino de la luna de miel, es un espacio donde los dioses sonríen a carcajadas, las caricias y la vibra los hace descender en un solo instante. Besos y más besos interminables.
Quien no ama la energía de una boda donde los novios se aman y todo parece un verdadero cuento de hadas de tanto amor y tanta dulzura.
Más en corto tiempo, ocurrió algo que le pasan a la mayoría de las parejas y más después de la pandemia global, en donde el hastío, y la nuevamente mencionada monotonía matan el más hermoso de los amores, gota a gota. Si fué el tiempo, corrió, más de adentro, de la frialdad de la vida, el tiempo, los años y el olvido, le había quitado el llanto, la vibra, esa magia de todas las vidas juntas de amantes cómplices.
Se fué el cariño de tanto esperar y esperar, se hicieron todas las preguntas de la mayoría de las personas.
¿A dónde fuiste amor de tantos años, de tantas carcajadas, de cada vez que quería quedarme desnuda junto a ti?
No hubo duelo, murió en aquel tiempo, lo dicho en las calles del desamor, estaba sucediendo, faltaron pañuelos para secar tanta lágrima, una estrella pasó, las olas de la luna de miel, subían otra vez, podía escuchar el ruido, una y otra vez, nos vimos, nos cruzamos pero ya no había nada, un amor olvidado hasta por el mismo olvido, el vacío de un querer, la risa de un niño, una espina brotó en un rosal, donde vayas amor mio yo iré contigo en el pensamiento, en las ansias, en las historias vividas con café y vino tinto, olía a playa cada vez que te veía llegar con tu pelo alborotado, se llevó el olvido, se llevó el color de tu corona de rey, platinado era como un ángel, que llega y anuncia buenas noticias sobre el mundo.
Me duermo y espero al amor, ese que espere de niña cuanto mi padre se alejaba con un maletín y oía su risa cuando pasaba el viento, me cansaban los años tiernos jugando con las muñecas, muchas trenzas adornaron mi cabeza, añorando el patio de mi casa, los juegos de niña de cuando uno se quería casar y no sabía lo que era el amor, el desamor y el doloroso olvido.
ESPEJO
NACHA NEWBALL JIMENEZ
Mi reflejo cubre la extensión de tu cuerpo,
Ahí está la silueta que por años quiso ser guitarra,
Cuerdas de cristal que seducen al melódico ritmo del tacto
Castañuelas ruidosas son sus pasos,
Ellos avanzan, podan con decisión
Miedos ajenos apropiados
Temores prestados evocados
Angustias prendadas,
Albergadas en la penumbra en la gaveta del destino.
Mi reflejo es la mirada que regalo a
Sueños con alas que la vida cercena
Como el cabello que entre corto y largo
la brisa despeina,
pequeño caos que entre lágrimas y risas
es un tablero de ajedrez que poco a poco se organiza
La nieve ha dejado sus cenizas
Los surcos abonan su camino
Dan cuenta de años y años de curtidos calendarios
La fuerza de gravedad centra los pasos
Ella atrapa a su seno.
Caen las hojas del otoño
Bamboleándose en el viento clandestino
Entre la experiencia y la esperanza se debate
La voluntaria razón de mi destino
Es mi reflejo,
La imagen fiel y al revés en mi espejo.
LAGUNA DEL RECUERDO
ASTRID CARDENAS CABRERA
En la laguna de mi recuerdo
Abrazo el saber del camino recorrido,
Me sumerjo en el olvido
Y sano cicatrices de un pasado, Calmo la sed de paz interna Que reclama mi espíritu.
En la silenciosa corriente de sus aguas
Se tranquiliza el barullo de mis pensamientos,
Me desvisto de ropajes viejos y pesados
Que ya no sirven en el ahora.
Sus aguas me visten con ropajes nuevos
Aligerando el caminar,
Profundizo en sus aguas
Y pesco nuevas ideas,
Escudriño su profundidad,
Y encuentro aprendizajes
Que reposan como perlas incrustadas en su concha.
Entonces…
Emerjo de sus aguas con nuevas vestiduras,
Mis alas se extienden
Y el impulso vibracional surge
Iniciando un nuevo recorrido
Cargado de amor incondicional para irradiar
LAPIZ ROJO
JARMILA VANEGAS ECHENIQUE
Durazno es tu sabor,
espeso, brilloso,
de textura centellante,
Da movilidad enconante a mis labios.
Quien dice que, con 7 centímetros de labial
no se alegra una mirada, te vuelves más coqueta,
se lee la mente, se derriten corazones.
Un pequeño binomio dorado y rojo
son suficientes para
despertar un niño,
marcar territorio,
manchar la blusa del amante,
desatar bajas pasiones.
Ah, pero sí quiero verme alegre
un aroma para que no me olvides
y obvio, un pequeño labial rojo
que nunca deja de funcionar
si quiero alguno enamorar
GAITANA
DARA HINCAPIÉ
Las hojas de una palma ondean, aun sin viento. Arrastrada por su carga de plátanos, se ladea hasta caer a los pies desnudos, adornados en oro, de una mujer. A su alrededor se levanta el polvo, dislocado de la madre Tierra por las explosiones. Los disparos hacen coro a gritos desgarradores, a horcajadas entre el dolor y el odio, haciendo temblar el aire. Ella no se inmuta. Una gota roja y brillante resbala por su pierna hasta chocar con la serpiente dorada que se enrosca en su tobillo. Sangre propia que no le pertenece. La serpiente, piel de oro y entrañas de silicio, alza hacia ella sus ojos de alta definición. Los disparos se oyen cada vez más cerca. La serpiente espera paciente una orden que no llega. Ella continúa inmóvil.
De entre la espesura sale arrastrándose un soldado del ejército invasor. Es casi un niño, su escasa barba sobre la piel blanca no alcanza a detener el hilo de sangre que mana de su boca. Mira a la mujer con una mezcla de sorpresa y temor que se corta de repente bajo las garras de grafeno de una arpía. El ave inclina ante ella su metálica cabeza antes de retomar el vuelo hacia los drones enemigos. El soldado, de la edad de su hijo, levanta al cielo sus ojos sin vida. Ella no se conmueve.
Comienza a caminar. El peso de su hijo muerto se siente leve en sus brazos, como si con su alma también se hubiera llevado aquello que lo ataba a la tierra de los ancestros. Camina hacia el centro del combate, sus pasos marcando en rojo el suelo que se apresura a beberlos, las balas silbando cercanas sin atreverse a tocarla.
La okama multicolor apenas cubre sus pechos que ya no alimentarán más, los patrones iridiscentes del collar cambian con comandos y estrategias que ella apenas necesita pensar y que sus generales obedecen, seguros en la competencia de su cacica: proteger la gente, el territorio, el agua; confundir al invasor, agotar sus recursos, localizar al líder.
Es en este último comando en el que ella centra su atención. En un futuro, si sobrevive a la batalla, mirará en su interior y se preguntará la diferencia entre estrategia y venganza. En medio de la furia y el dolor, prefiere no hacerlo. Cae de rodillas en medio del campo, los miembros flácidos de su hijo agitados en una parodia de la vida. Lanza un aullido a los cielos, al tiempo gemido e invocación; su okama destella, encegueciendo a defensores e invasores por igual. Por un breve instante, hay paz en la selva.
Cuando los combatientes apenas regresan a destrozarse unos a otros, un pequeño ejército se levanta casi desapercibido. Delicadas alas, láminas de oro tan delgadas que puede verse a través, llevan cientos de jais apenas más grandes que el ojo de aquella cuyas órdenes siguen. La tierra se agita y se abre, pariendo jais oscuros como el corazón del invasor, trozos de obsidiana desafiando la noche. De las quebradas cercanas, rojas con la sangre indistinguible, surgen jais translúcidos, lanzas de diamante. Como una nube se arremolinan en torno a la cacica, reciben sus instrucciones a través de la okama y se desbandan.
En una tienda en lo alto de la montaña, el capitán de los colonizadores observa la matanza con una pequeña sonrisa en los labios. Las proyecciones en la pared circular y el cambiante mapa a sus pies le brindan la cómoda sensación de estar inmerso en el combate sin temer por su integridad o esgrimir un arma. Prefiere pensar que él es el arma. Como el director de una orquesta de instrumentos de destrucción masiva, mueve los dedos y las órdenes se ejecutan. Órdenes, y personas también.
Gira la muñeca y parte de una colina desaparece en una explosión. Plantas de maíz y frijol arden en llamas. Fragmentos de calabaza llueven sobre el campo. El mapa a sus pies cambia su topografía. Perfecto. Mientras menos comida tengan, más pronto se rendirán. Si es que a esas cosas desabridas y pastosas se les puede llamar comida. Ya les enseñarán a las mujeres a cocinar de verdad.
Hablando de mujeres, se retuerce viendo cómo combaten en el campo junto con los hombres. Otro signo de debilidad de los salvajes que espera corregir pronto. Se acomoda el pantalón pensando en las guerreras derrotadas que llevará a su cama tan pronto termine este desagradable asunto. En el centro de la pared convertida en monitor, una de ellas, de rodillas en el suelo y con un cadáver en brazos, lo mira fijamente. O bien, mira al dron de reconocimiento como si su camuflaje se hubiera desactivado, como si a través de él pudiera llegar a la tienda, salir de la pared y saltarle al cuello. Incómodo, levanta la mano para cambiar de escena y dar la orden de que la conserven con vida; quitarle él mismo el desafío de la mirada. Antes de que pueda enviar el comando, la proyección falla y es rápidamente reemplazada por una nueva. Una pequeña luz de alarma titila en la posición correspondiente en el mapa.
El capitán resopla. No le gusta ver escapar una presa.
Estira la mano hacia la mesita de refrigerios que sabe que estará a su lado, sin importar la situación, a menos que algún soldado raso tenga un deseo ferviente de pasar a corte marcial. Se sirve un licor de naranja y le añade un par de hielos antes de regresar la vista a su pared de vigilancia y continuar su labor de mando. Da un par de sorbos mientras con la otra mano ordena redoblar la vigilancia en el área en la que se desactivó el dron. Tal vez todavía pueda encontrar a la hembra de mirada de fuego.
La mano se crispa en el aire sin entregar su instrucción. Las pupilas se dilatan y la respiración se agita. El vaso de licor cae al suelo y el único hielo que allí queda se desenrosca, lanza de diamante que se desliza junto con el resto. El capitán abre la boca para llamar a un subalterno pero de ella solo brota sangre. La tierra se abre y de ella nacen trozos de obsidiana que se amontonan en sus pies devorándolos con todo y botas antes de saltar a sus genitales. Sus pobres intentos de arrancar los jais de su cuerpo solo logran que sus manos sean devoradas también, guantes y todo. Alza desesperado la cabeza para encontrarse con una nube de láminas doradas, la última visión que ven sus ojos.
No hay compasión suficiente en el corazón de la cacica para dejar morir al capitán enemigo. Mutilado y sangrante es llevado ante ella por los jais, en medio de la desbandada de soldados invasores a quienes la ausencia de órdenes ha despertado el sentido de preservación. Ella se levanta y echa a andar, dejando a su hijo con la Tierra que lo vio nacer y ahora lo recibe al morir. Tras ella la nube de jais lleva la presa que aún se retuerce y gime. Sus pies descalzos, enmarcados en serpientes de oro, recorren los pueblos recordando a su gente que los invasores también pueden morir.
SIN COMPARACIONES
NENÚFAR DE CÓRDOBA
Las redes te atiborran de imágenes "ideales", insinuando que debes ser la del outfit impecable,
la que va a eventos extraordinarios, la que no envejece, porque cae en "las mejores manos",
la ejecutiva que sabe de "pe" a "pa" todo el parlamento, la mamá que sostiene hombro a hombro sus hijos sin despeinarse,
la despampanante youtuber o bloguera, que sabe exactamente cómo manejar el timón de la vida,
la que canta y baila como si no hubiese mañana.
Y estas tu frente a estas múltiples pantallas: saboreando días agrios,
correteando la víspera de un porvenir competitivo, esquivando un atrio de pringamosas,
adiestrando las caídas que te representan ojeras, probando nuevos métodos para acercarte a tus hijos, luchando por desintegrar patrones inculcados, reventando las burbujas que tropezaban tu cabeza, sigues tu, manteniendo la estancia,
tomando sorbos de café mientras la casa se incendia.
Te devuelves a ti,
y finalmente entiendes que la mejor forma de avanzar es dejar de compararte,
que son inevitables los pliegues marcados por el tiempo,
y que es importante mantener tu propio jardín,
ese que solo tu podrás conservar,
hasta lograr que la existencia ligera de un colibrí habite en tu regazo.
HABLA MUJER
LEILA TOBIAS
Tu voz tiene significado
Habla mujer
Tus manos tienen destreza
Habla mujer Tu corazón no se detiene
Y nunca soporatara las injusticias
Aplauso para Ti
Aplauso para mi
MASCARADA
GLADIS CASTRO
Otra mañana
el cuerpo llora en silencio
un filamento ardiente penetra cada parte osea de mi existencia
risas y juicios vuelan al compás de lágrimas ahogadas
una sonrisa ilegítima renace
las calles soportan falsos pasos firmes
los ojos esquivan llamaradas
la niebla no se disipa
ruido y agitación solo se percibe y la vida sigue
una bella dama
una máscara
un nuevo día
DESGAJO
CLAUDIA PATRICIA SILGADO VILLADIEGO
la infancia que ha quedado en el río
,
aquella casa abandonada de tejas y tablas
los mangos, la lluvia y las guanábanas
cayendo del árbol
desaprovechadas
Los años no demuelen la historia
la escriben
Su mezquindad le impedía compartir las frutas, sus flores
En esa época entrabamos para tomarlas sin permiso
Ruby, Elvis, mi hermana y yo para comer y jugar…
Corríamos cuando la puerta se abría.
Los gestos, las manos de esa mujer
blandiendo su escoba y sus palabras conjurándonos
a convertirnos en sapos
nos hacía trepidar en la noche
el mamón rozaba la ventana
la sombra de la ropa tendida en los cuartos
semejaba figuras fantasmales
era imposible dormitar
Un hechizo fermentaba
Concurro a esas aguas y a aquel patio.
Vuelvo a tirar el balón, a saltar la cerca
creer que el mohán nos vendrá a buscar
y que a las seis de la tarde
Eulalia sobrevolara nuestra casa
LAS NOCHES
ALEJANDRA PÉREZ MONTES
LAS NOCHES
¿De qué están hechas?
De puntos suspensivos, de maquillajes que mienten, de ruidos de autos y del silencio de los que arden,
del silencio de inocentes.
¿De quién son las noches?
De los asesinos de memorias, de los tragos amargos que emborrachan los olvidos y de las putas que recogen su ropa con olor a cigarro de cantina en cualquier rincón escondido.
Las noches...
De quién son las noches sino de los que la esperan para que el día termine y comience la tragedia...
ÁFRICA
ANGÉLICA MARÍA REBOLLEDO PÁJARO
Llego a África por amor.
Quiero conocer mi historia, mis orígenes y construir un nuevo legado.
En mi experiencia valoré la Teranga
esa amabilidad de Senegal.
Nunca me sentí extranjera.
Mi voz y mi presencia se hicieron fuertes.
Ahora Coumba, hija de Coumba
sostiene esta artesanía
que me regaló un artesano
y me dijo:
“Nunca te olvidarás de África”.
Del Libro:
Entre trenzas y turbantes Wolof: relatos y poemas inspirados en Senegal
MUJER
TATIANA GARCÍA ARENAS
Eres la luz en la oscuridad
Y no como dicen, la costilla de Adán
Tu vientre aloja al nuevo ser
¿Por qué entonces te maltratan y no te ven?
Silenciada y subvalorada
Durante siglos irrespetada y ultrajada
Prisionera del tiempo y del espacio
Es hora de habitar tu verdadero palacio
Musa de pintores y poetas
Siempre luchando por tapar tus grietas
Creadora de vida,
que danzas siempre con amor y alegría
Lucha por tu libertad,
ya es tiempo de no sufrir más
Enséñale al mundo quién realmente eres
y la gran sabiduría que tienes,
pues una misión debes cumplir,
despertar la conciencia en nuestro existir
Huye de tu gran prisión y
di no más a la exclusión
Es hora de amarte y valorarte
Escucha tu propia voz,
sal de tu caparazón
MUJER FUERTE E INQUEBRANTABLE
YURELYS CASTELLÓN MARTÍNEZ
Cálida como el sol de medio día
Dulce como aquel inocente que acaba de nacer
La llaman el sexo débil
Pero es capaz de soportar lo inimaginable
Más, sin embargo; solo merece lo mejor
Ser tratada con respeto y gran admiración
Su sonrisa es el reflejo de su corazón
A veces perversa, a veces tierna
Todo depende de lo que cultive el sembrador
Si un día titubeas de lo maravillosa que es la mujer
Recuerda que existen las que son madre y padre
Hermanas y al mismo tiempo madres
Trabajadoras y al mismo tiempo estudiantes
Amigas, novias, esposas, pero, sobre todo; apoyo incondicional
Aquellas incansables que jamás abandonan sus sueños
Y si tú, ¨mujer¨, te sientes insuficiente
Recuerda la voz de aquellas que lucharon
Y que hoy 8 de marzo conmemoramos con amor
Ten presente que siempre te has caracterizado por ser tú…
¡Mujer fuerte e inquebrantable!
DELIRIO DE TENERTE
SILVIA MARIA BOLAÑO 32776122
DELIRIO DE TENERTE
Este es mi delirio de tenerte
En Besarte a ti nuevamente….
Ayer... te vi ¡
Y al verte por ahí
No sabía que decir…
La lluvia mojaba mi ropa
Con Cada gota,
y en la radio de esa esquina
Que alegría, yo tendría
Sonaba justo la prosa
De aquella Estrofa.
Que me hizo recordar aquel dulce beso
Que me distes junto al viejo candelero
Y Rosando mis labios me dijiste: Carnosos ¡
Esos son los labios más hermosos
Ahí vienes otra vez
Pisando al compás de tus pies
Y digo
Este es mi delirio de tenerte
En Besarte a ti Nuevamente...