¡SOY TATIANA GONZÁLEZ CAICEDO!
Con absoluta fe supe que tener una enfermedad era muy diferente a estar enferma.
¡YO NUNCA ESTUVE ENFERMA!
A través de mi testimonio pude desarrollar dones que ante no me atrevía a trasmitir por miedo, pero hoy día me considero lideresa, una mujer que impacta y transforma vidas liderando un proyecto de educación y formación continua que van en beneficio de una transformación social, el objetivo principal es ese trabajo basado en la equidad e igualdad de género, convertirme en esa mujer referente en el marco de empoderamiento femenino y así ser agente de cambio, ese cambio que necesita nuestra Ciudad todo un país.
Soy la presidenta de la Fundación Transformando Vidas.
Los nuevos retos a los que me enfrento son significativos yo priorizo lo que es importante en este caso mi salud y mi vida en todo momento sin controlar absolutamente nada hago la parte que me corresponde desde mi recuperación a esta fecha hemos ayudado a hombres, mujeres, niños y hasta la tercera edad donde predomina es el medio y la indiferencia, la gente esta muriendo de Cáncer porque la atención no es oportuna , la ruta no es la correcta y la desigualdad en que vivimos hace que nos sentimos desesperanzados.
El camino no ha sido fácil y seguramente para ninguna persona lo es, pero aun así vale la pena seguir adelante SOÑANDO, CREYENDO Y CONFIANDO.
Que te digan “TIENES CÁNCER DE MAMA” es escalofriante, asombroso, temeroso, me imaginé lo peor, y lo peor muchas veces es ese fatal desenlace que descompone el cuerpo, la mente y el alma hasta llegar a la muerte.
Anécdotas: ✓Estaba sin empleo, y sin seguridad social. Vulnerabilidad al máximo.
Hacer vida:
Desde ese momento con mucho compromiso social, responsabilidad personal y común, me declaré embajadora de la lucha contra el Cáncer y más en mi Ciudad, fui conmemorada por el honorable Concejo Distrital de Cartagena en octubre del 2021 como una mujer ayudadora que realiza tareas y la ruta de prevención y detección precoz del Cáncer. Para evitar que aumenten los casos de cáncer en la Ciudad. Son muchos los factores inherentes al diagnóstico. Hay que crear pactos con las entidades de salud realizar campañas de prevención contra todo tipo de enfermedades estás deberían ser constantes, los estilos de vida saludable deben ser prioridad y enfatizar en el autocuidado es nuestra responsabilidad.
Objetivo: Prevención - Detección temprana y oportuna de la enfermedad.
Toda esta travesía fue compartida con mi parte espiritual, mi familia, mi hija, el personal médico, la ciencia Oncológica, los amigos, personas Orantes, llenas de amor y alegría, esas muy positivas que me acompañaron a caminar y hacer el recorrido por el mundo cruel de una enfermedad grave, el "CÁNCER DE MAMA".
Todo fue incierto, no sabíamos que sucedería yo decidí decirle al Cáncer "Quédate ahí en el seno- mientras vamos por ti" en nunca subió a mi mente, yo tenía claro que al cáncer vives o mueres... ¡Estoy viva! Soy un milagro.
Y fue así como hoy puedo contarte a ti, a todos los que me leen, que hay mucha vida después del CANCER, esté no es sinónimo de muerte. Hoy recuerdo mi historia con el Cáncer y sigue siendo mi maestro de vida para llenarme de más amor propio y saber que mi salud física y mental es primero.
"EL CÁNCER NO SOBREVIVIÓ A MÍ"
¡Ahora!
ME PERDONO
Por todas las veces que no confié en mi valor propio y dejé mi valorización en manos de otros.
Me perdono por descuidarme a mí misma y por haber rechazado cultivar mi belleza y mi espiritualidad, a favor de cultivar el intelecto y la cultura, características mejor vistas socialmente.
Me perdono por todas las veces que no escuché mi voz interior y cedí a las presiones sociales, amargándome, o llevándome a realizar acciones que realmente no deseaba.
Me perdono por negar la sabiduría de mi cuerpo y mi ser mujer. Ocasionándome enfermedades, y una relación literalmente "dolorosa" conmigo misma.
Me perdono por mi desconocimiento y desconexión de mi naturaleza cíclica, generando que me auto-considerara “loca” en más de una oportunidad.
Me perdono por las veces que no supe poner límites amorosos a situaciones que me estaban haciendo daño y terminé haciendo y haciéndome más daño.
Me perdono por las mil veces que me engañé a mi misma con falsas ilusiones.
Me perdono por toda la energía que perdí tratando de adaptarme a convenciones sociales que iban en contra de mi naturaleza.
Me perdono por toda la rabia, envidia, odio y violencia que me causé, por no saber ver que los demás son solamente mi reflejo, y no poder apreciar su propia vulnerabilidad, así como la esencia divina en su interior.
Me perdono por haber depositado mi felicidad, tristeza y proyecciones en manos ajenas.
Hoy elijo perdonarme una y mil veces, y a través de este acto pido perdón.
Autor: Tatiana González Caicedo
Alguien que un día decidió perdonarse.
EL HAZ DE LOS OJOS AZULES
MAT LITTERE
Pasaba abriendo ropa, cocinando siempre mientras que la soledad y el sonido de sus hijos le cubrían sus espacios sin darle vía libre.
Las marcas en su piel de mujer alegre cuando lo fue en su mocedad; donde los besos furtivos de frívolos y señores sinvergüenzas le ensuciaron su cuerpo y alma.
Y aunque ella, muy efusiva vivía esos momentos, no contento en el fondo su corazón estaba.
La sabiduría de su cerebro le recordaba a cada instante que en cualquier pasaje de su vida, ésta se lo cobraba caro…sí, era consciente de ello, pero ahora, que se enfrenta sola a la soledad de su condición de mujer con tres chiquillos de diferentes sangre…no sabía cuan costoso era vivir así.
Ahora, mientras abría la ropa en los alambres del patio de la casucha donde vivía…su corazón arrugado por tanto llanto, se amalayaba en silencio y se arrepentía una y otra vez de lo vivido en su juventud.
Cansada y derrotada, pues, ya su emprendimiento no podía llevarlo a la cima de sus sueños, los puentes de sus metas, rotos por el estrés del día a día, mientras que su esencia de mujer seguía perdida.
Pero llegó una luz, una luz que empezó a iluminarla desde sus lugares más oscuros y llegó en el momento justo que escuchó tocar la puerta de su triste guarida. Al abrirla, unos apuestos ojos azules se quedaron en ella mirándola con ternura, como descubriendo la esencia de lo que era y esos ojazos, pudieron rescatar un poco de ella, por lo que ella, sonrió por sonreír, por ser cortes con aquel caballero que llegaba con el objetivo de hacer un consenso, una encuesta familiar.
Fue en ese momento, solo en ese momento; en que ella, despertó su ímpetu de mujer, se sintió amada sin conocer las intenciones de aquél, ya no sentía el fuego ardiente de cuando la miraban con deseo…ahora sentía la tranquilidad pura de sentirse virtuosa por primera vez.
Desde ese instante, ya su rumbo cambió; los mismos quehaceres ya no le sabían a rabia, ahora los disfrutaba minuto a minuto, ya acariciaba a sus pequeños, ya vestía de gala su cuerpo, cubriendo las viejas heridas, que en alma sanaban poco a poco, ya su cabello empezó a tintura de un castaño chocolate…fue así que su esencia nuevamente resplandecía, pero ya no para el placer…ahora era para encontrar el amor y vivir en él.
Ya espigada y lista para ser mamá y emprendedora a la vez, volvió a aparecer el galán de los ojos azules y dicen los que fueron testigos, que la amó para siempre y nunca le hizo heridas a su vida...Fue el haz de aquellos ojos azules, que llevaron a la mujer a ser amada.
KAREN A
KAREN VELÁSQUEZ
Era el momento perfecto para escribir sobre Karen.
Karen es mi viernes con lunes festivo,
El fin de una guerra sin destrozos, el sol saliendo siempre por el este, la fe.
Karen sabe muy bien cómo se maquilla la tristeza y encierra lágrimas en los párpados para
acompañar una escena de desamor.
A diario, se carga sobre sus 1.50 mis “momentos” y mis constantes ganas de tirar todo a la mierda.
Usualmente viste de negro adornada con pelos de perro y olor a hojas de limón con guanábana, y
asume como tarea ineludible la preparación del café por las mañanas antes de librar la batalla
constante entre el tráfico y un trabajo desgastante.
Karen distrae la monotonía que le he construido con un juego virtual de estrategias, siempre gana,
eso creo, pocas veces la he visto perder batallas.
Las líneas fluorescentes en los pisos de un avión siempre me recuerdan a ella, puede que esté
oscuro, pero Karen, ella tiene luz propia y como si fuera producto de una composición química de
esas de las que siempre me habla, su luz, enciende la mía.
Yo me clavo en sus ojos negros que combinan perfectamente con su pelo, y aprieto su blanca piel,
y vuelvo a verla, y espero que esta vez, de esto tan bueno, si deba merecer tanto.
Karen abre mis mañanas con su preocupación constante por mi inestabilidad de sueño y yo, suelo
mentir si no he dormido para evitar que se preocupe; si supiera que desde que duermo a su lado
por fin he sabido algunas noches el significado de descansar.
¿Quieren saber que es esperanza?
Yo solo podría definirla cada vez que limpia mis lágrimas y me dice que todo al final saldrá bien; y
es que no es mi intención adular, pero si el mundo tuviera una pizca de perfecto, cada ser en el
planeta tendría por lo menos una Karen a su lado.
