En términos geopolíticos para América Latina y el tercer mundo, cualquiera que gane de los candidatos Joe Biden y Donald Trump la presidencia de los Estados Unidos, seguirá igual. Sus políticas hacia estas regiones no van a cambiar, y sólo tendrán que esperar al son que los pongan a bailar.
¿Biden o Trump, cuál conviene? A la mayoría de los países del mundo y sus ciudadanos les conviene Joe Biden. Representa otra versión del capitalismo salvaje con menos exclusión social, mayor participación ciudadana, protección de los recursos naturales mundiales y sobre todo ayudar a los más pobres, resultado de esta pandemia universal. Trump desbarató la salud que dejó instalada Barack Obama y produjo efecto dominó en las multinacionales que ofrecen servicios de salud global.
El multimillonario Donald Trump no le alcanzarán sus influyentes poderes para seguir en la Casa Blanca. El periodo presidencial lo convirtió en un circo romano. Pelea e irrespeta a quien quiera. Rompió todos los protocolos de comportamiento como jefe de estado, creyéndose aún más el magnate del mundo. Sistemáticamente a vulnerando la diplomacia y el glamour que el representa como jefe del país más poderoso.
Al ciudadano norteamericano le gusta este comportamiento. El nacionalismo los engrandece y sentirse enaltecidos por un líder que le hace saber al mundo que ellos son primeros en todo. Que tiene el poder de ridiculizar a cualquier presidente y peor aún a algunas organizaciones internacionales, por el simple hecho de ser los mayores aportantes de recursos. El caso más reciente, el desplante que le hizo a la Organización Mundial de la Salud, OMS por el contagio del coronavirus y la alta curva de infectados en los Estados Unidos.
No lo veo reelecto. Y será el presidente en muchos años de historia que no se hace reelegir. Existen muchas razones. Sin embargo, tres han disminuido ostensiblemente su popularidad: la forma de afrontar la pandemia del covid-19, la injusticia racial que ha azotado bruscamente la sociedad norteamericana y la no atención al cambio climático. No ha sido diligente con estas tres problemáticas, y lo que ha hecho es burlarse de estos eventos sociales públicamente. Aunque, en la democracia de los Estados Unidos no gana el que obtenga más votos, sino el que logre alcanzar mayores delegados en los Colegios Electorales. Joe Biden ganará de eso no hay dudas, va primero en las encuestas y muchos delegados no les ha gustado la arrogancia de Donald Trump para gobernar.