Cartagena acéfala de liderazgo


Para comenzar, seguimos eligiendo mal a nuestros dirigentes. Sólo ha habido tres alcaldes elegidos por voluntad popular realmente, Nicolás Curi, Judith Pinedo y Campo Elías. A todos se le sube el poder a la cabeza y se vuelven miopes, olvidadizos con sus luchas sociales desarrolladas para alcanzar tan alta dignidad. Les toca ceder ante los contubernios propios de la administración pública. Miti-miti, mordidas, corrupción, trampas, cheques o letras en blanco, inversionistas electorales, mejor dicho, cosas que uno ni alcanza a imaginar.

Es muy evidente que Cartagena está acéfala de liderazgo. No aparecen líderes. ¿Será que se los tragó el gran capital? ¿La ciudad está huérfana de líderes nativos? ¿Nadie la preparó para lo que venía? Se prepararon los inversionistas que siempre saben para dónde van los grandes proyectos de ciudad, entonces se adelantan a las inversiones, apareciendo como empresarios exitosos y ejemplo de emprendedores en la sociedad. Puro chiste, pura mentira. Hasta en esto sacan ventajas sin escrúpulos.

Hay que socializar, socializar con los ciudadanos y ciudadanas todos los planes, programas y proyectos que se vayan a ejecutar. De una manera real y abierta. Eso genera ambiente de confianza y gobernabilidad, construye ciudadanía; no como se viene haciendo, encuentros limitados y casi que a escondidas. Así no es. Hay que volver parte de la solución a sus habitantes.

Frases como estas de muchos líderes sociales: “Yo no voy más a esas reuniones, no quiero ser más convidado de piedra”, esta otra, “No hombre, lo ponen a uno a firmar una asistencia y lo que uno aporta no lo tienen en cuenta”, y esta otra, “Lo invitan a uno es para hacer bulto, le dan un refrigerio y el transporte” y una última y lapidaria, “ Siempre hablando de lo mismo” -No hay que realizar ningún estudio o investigación para comprobar por qué la desidia de los ciudadanos.

Listas de asistencia van y vienen formalizando las evidencias ante los entes de control. Nos quedamos con la formalidad y no con los productos. Con una lista de asistencia, unas fotos y un click legalizamos una cuenta de cobro -El informe puede esperar- Son nuevos escenarios involucrados en la memoria colectiva como un avance del conocimiento humano dentro de la administración, otro gran chiste.

Lo lamentable y hasta peligroso de todo esto, es que el ciudadano de a pie, el que inventa todos los días para solucionar sus necesidades recibe con beneficio de inventario, la dinámica de la ciudad y así actúa -Ve tan lejos las soluciones- Resuelve sus problemas a su manera. Muchas veces rayando con la dignidad humana. Y de ahí la pandemia social que se evidencia, altos niveles de pobreza extrema, pandillismo, mototaxismo y transcaribismo.

Cartagena tiene de todo y sirve para todo. Es el epicentro de foros, congresos, festivales, reinados y encuentros presidenciales a nivel internacional. Es el lugar más atractivo de Colombia. Sin embargo, es la ciudad más desigual en sus ámbitos sociales, económicos y políticos. Lo local es lo más cercano al ciudadano, pero en Cartagena no se siente así. Los beneficios de todos estos eventos no se ven capitalizados en las comunidades.

Se desvirtúa la responsabilidad social empresarial. Sus dinámicas deben contribuir más a su desarrollo. Tiene empresas muy pujantes que fácilmente pueden construir viviendas y regalarlas a muchas familias que no tienen un techo donde vivir, por ejemplo. -A veces hay que ser filántropo, como la cantante Shakira, los hermanos Cabrera, Bill Gates, Rentería, algunos futbolistas y hasta el mismo Pablo Escobar que construyó un barrio entero en Medellín- Es desprenderse un poco de la codicia y ser más solidario.


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