Todo el mundo en Cartagena quiere un alcalde de verdad. Un alcalde por 4 años, un alcalde que no tenga ni una sola investigación en los entes de control. Un alcalde que quiera a la ciudad, que haya demostrado en sus actuaciones públicas el amor por Cartagena, el aprecio sincero y desinteresado por su desarrollo y bienestar de sus ciudadanos.
Cartagena y es y seguirá siendo la joya de la corona, es la ciudad alterna después de Bogotá para dirigir los destinos de Colombia. Pero también, ha sido la ciudad más inestable en sus proyecciones de desarrollo debido a la interinidad de los alcaldes elegidos en los últimos años. La historia se conoce, los resultados también se conocen y la cara que muestra hoy es de un alcalde apolítico en el poder, honrado y echado palante que no se dejó doblegar porque los que los acusan, sus opositores, todos tienen rabo de paja y les quedaba muy difícil ahondar las cosas para no terminar ellos investigados, como ha sucedido. Dau saneó al distrito, pero no se le conocen reales realizaciones en su gobierno, la gestión no fue la mejor, desconocimiento de lo público y un equipo asesor inexperto.
Quien llegue a ser alcalde 2024-2027 encontrará unas arcas llenas de dinero, los recaudos han sido excelentes, y como ya se dijo, la ejecución del gasto público ha sido lenta. En esas condiciones, Cartagena necesita un alcalde o alcaldesa de verdad. Nadie que venga a improvisar o a robarse sistemáticamente todos sus recursos, sin importarle la ciudad.
Y aunque parezca mentira, ser cartagenero(a) le da sentido de pertenencia por la ciudad, el forastero lo toma como un logro personal y de su familia, y lo más probable es que no le importe el futuro de su desarrollo sino sus intereses personales y colectivos en todo lo que hace o ejecuta en el distrito. Es una realidad inocultable en política, porque existe una regla de tres simple, entre más casas políticas apoyan, así también será la repartición de los recursos públicos. Así de fácil, y es el modus operandis de la política tradicional. Un ejemplo cercano, Dau lo eligió el pueblo, sus compromisos fueron mínimos con la política, nadie le impuso nada en su gobierno.
Y tampoco es un secreto, que la administración actual tendrá sus inclinaciones electorales. Y no es descubrir el agua tibia. Siempre es un comportamiento desde el nivel central y regional, así es la política. ¿O es que los vientos sólo soplan para apoyar la Mariamulata? Nada que ver, ¿y los vientos departamentales para dónde soplan? Puro cuento chino. La verdadera encuesta es el próximo 29 de octubre.