Construcción de canales, ¿monumento a la corrupción?


El alcalde Dionisio Vélez actuando con base en informaciones técnicas, reclamos de asociaciones de ingenieros, gremios, veedores y comunidad en general, decidió liquidar este contrato leonino, al parecer, sin importarle las posibles demandas que les podría acarrear al distrito. Es una decisión por el bien de la ciudad, que ha estado sumida en los entramados de la ingobernabilidad.

Bien por el alcalde. Es su talante para generar confianza y gobernabilidad en la ciudadanía. Sin embargo, llama la atención las voces que han surgido en el concejo, desde el mismo nuevo presidente, alzó la voz por la liquidación del contrato. Aducen muchas cosas y en especial las demandas que tendrá que enfrentar el distrito.- Mejor dicho, dejemos que las cosas se hagan o no se hagan parar evitar demandas infundadas, es la lectura que se hace ante los cantos de sirenas-

Muy terrible, tenebroso que obras mal diseñadas y los contratistas ya hayan pasado cuentas de anticipo. Si es así, estaríamos frente a un raponazo directo al erario público, sin el más mínimo sonrojo. ¡Que locura Dios mío! Robarse el dinero sin asco, permitir que familias enteras lo pierdan todo y aparecer en carros de última gama como si nada hubiera pasado, hay que tener coraje para actuar de esta manera.

No son tres pesos. Son 20 mil millones de pesos. Cifra apreciable en épocas electorales. No hay derecho que mentes enfermas por el afán de cambiar su estatus social o atesorar dinero, tiran por la borda proyectos de desarrollo que van en beneficio de su ciudad. Y más aún, saber que les están quitando a familias pobres la posibilidad de pasar unas fiestas de noviembre y de fin de año en completa paz y armonía, al no tener que recoger los chócoros para que no se los dañe el agua lluvia.

Existen testimonios en la ciudad, sobre el sufrimiento ascendente de muchos pobladores por las inundaciones. Su resignación no tiene límite. Sufren mucho y los niños y niñas no disfrutan normalmente las vacaciones. La lluvia cae en cualquier momento. A estos sectores los llaman jocosamente, cielo roto.

Todos los años para esta época me mudo para donde mi hija, dijo una afligida señora. Encaramo todos mis enseres y abandono la casa. Casi siempre cuando regreso la encuentro vacía, todo me lo roban o está inservible. Y lo poquito que me queda, con eso vuelvo a iniciar una nueva vida. Esto es cíclico, todos los años es la misma situación. Lamentable y dilapidaría estas evidencias.

Con tanto años de vida republicana y siendo una ciudad pequeña, Cartagena ha sido negligente en la construcción de unos canales pluviales que permitan desarrollar todos sus sectores y embellecerla como Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad.

Y a propósito de construcciones. No estoy de acuerdo en que este fin de año le den mona a la “loma de bazurto” Es muy terrible para los comerciantes, los transportadores y peor para los usuarios de la plaza de mercado. Terminen bien las obras mitigadoras y dejen esa demolición para enero. Es por el bien de todos.

Alcalde, todo el mundo sabe su compromiso con transcaribe, pero reconsidere la decisión, es muy importante para la comunidad en general que bazurto esté abierto normalmente hasta fin de año. Son tiempos de lluvia, los avances no podrán ser significativos. No nos engañemos. Hay que controlar los monumentos a la corrupción. Ahí se las dejo.


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