Y más aún, el reciente escándalo sobre el viaje de los concejales al caribe, no está muy claro todavía. La CCC, a través de su filial World Trade Center asumió toda la operatividad para que el viaje se diera, pero lo que no sé sabe es ¿quién pagó los gastos? Es importante que lo sepa la ciudad, sino estaríamos frente a un conflicto de intereses.
A mí personalmente me gusta la nueva postura de la CCC. Por una simple razón, y es que estas acciones son la esencia de su existencia. Desde su fundación por allá en Europa y después en Colombia con la ley 27 de 1877 emanada de la asamblea de Cundinamarca, iniciativa de los comerciantes capitalinos, desde ese momento se convirtieron en órganos consultivos del gobierno. -Las cámaras de comercio tienen su lado público-
Ahora bien, su crecimiento se consolidó en virtud de la ley 28 de 1931 donde el gobierno nacional les confirió la función de administrar el registro público mercantil, quitándoselo a los juzgados de comercio. A partir de aquí sufrieron un profundo cambio, ya que son las responsables de administrar y gestionar la función pública mercantil. Llegó el dinero a montón y sin ninguna retribución a la vista. Se convirtieron en una caja fuerte para familias enteras en todas las regiones del país.
La cámara de comercio local es estratégica en la región. Debe ser líder en todos los procesos de desarrollo que se inicien y la mayor contribuyente con indicadores regionales y locales para la inversión nacional o extranjera. Debe tener actualizada bases de datos que son consultadas a diario por emprendedores empresarios. Debe ser una entidad moderna y abierta a los cambios que impone el mercado.
Su acercamiento a la junta directiva más importante de la ciudad es oportuno y apropiado, dadas las condiciones en que se encuentra Cartagena dentro del concierto internacional como centro de desarrollo para la aplicación y ejecución de las empresas nacionales y extranjeras con la entrada en vigencia de los TLC. -La mayor parte de las exportaciones de Colombia se realizan por el puerto de Cartagena- Muchos empresarios no se han dado cuenta de eso. Por eso las grandes inversiones en todos los campos.
La CCC es necesaria e indispensable para la armonización y congruencia de todos los empresarios de la ciudad. Pero, existe una admiración y exclamación en los ciudadanos sobre la atención repentina que le ha brindado el concejo distrital. – Quizás el concejo dimensiona lo actual-
A mi modo de ver las cosas, creo entender que el acercamiento lo buscó su presidente. Y eso no puede generar conjeturas o dudas. Lo que pasa es que hay tantas experiencias recientes con eso del manejo de lo público por lo privado, que la gente ha terminado por no creer y con razón. Siempre se piensa que hay algo más en el canto de la cabuya. Muchas empresas se arropan con el manto del gobierno para supuestamente servir a la sociedad.
Los tiempos en que engañaban a la gente con espejos y linternas ya pasó. La modernidad subvaloró el auge de las comunicaciones. No ha habido estrategia más eficaz de comunicación en la humanidad que el Internet. Todo se sabe en tiempo real. Un engaño comercial o una artimaña burocrática se filtran y lo sabe todo el mundo. La CCC y Concejo no pueden jugar la doble por que tarde que temprano se sabe y el castigo será enorme.
El distrito debe cogerle la caña a la CCC en su salto importante hacia el desarrollo de la ciudad. El ofrecer toda su experiencia inversionista al servicio del sector empresarial y público es una acción importantísima para el despegue de Cartagena como ciudad región que la posicione en altos niveles de competitividad regional y mundial.
La administración distrital no puede ser inferior a los retos que enfrenta Cartagena en los mercados internacionales. Ojo, esto es muy serio para su futuro. El alcalde y su equipo de asesores están en un momento histórico para que la ciudad tome el rumbo de progreso y bienestar de sus habitantes. Aquí es donde se debe concretizar la inclusión social y el acceso a las poblaciones menos favorecidas. Si no es así, no hemos hecho nada.