Hablar del futuro no es cosa fácil, casi que estamos destinados a mirarlo en bolas de cristal o por ciertos gurús o brujos de la política local. Existen de todos los colores y matices, sin embargo, en esta ocasión el presidente de Colombia no es el mismo que hemos tenido en los últimos 200 años. Las realidades de hoy cambiaron, pero la política tradicional, sabiendo las cosas, cambian de colores como el camaleón y se reacomodan en un nuevo lugar estratégico que les permita seguir en el poder o volverlo alcanzar, esa es la dinámica de la política, y más aún cuando el gobernante anterior no hizo bien su tarea con las comunidades. Así de cruel es la democracia.
Cartagena es la joya de la corona, es una gran verdad, pero también, le ha tocado sufrir en carne propia administraciones improvisadas, atípicas y díscolas. Hoy sigue sumida en el atraso, y sus principales indicadores económicos, sociales, culturales y ambientales parecieran que estuvieran estancados, sólo me atrevo asegurar que ha habido avances significativos con la atención de las comunidades en sus territorios por el Plan de Emergencia Social Pedro Romero; es un trabajo silencioso y dispendioso por tantos pobres históricos que mantiene la ciudad.
El futuro de Cartagena en términos políticos, lo vamos a describir con tres posiciones tomadas de su vida republicana, pero, sin perder de vista su actuar en lo regional y nacional.
La primera, la ciudad siempre ha denotado ser política, por no decir, politiquera, la mayoría de sus líderes sociales han actuado al vaivén del que tiene el botín, la chequera, mejor dicho, “el que tenga la tula”. Sin importar disciplina política, los barones electorales han aprovechado en las comunidades y sus líderes debilidades económicas. Sin embargo, los últimos alcaldes aparentemente son los menos untados de política y el pueblo los ha elegido. ¿Será la constante en el próximo debate electoral? El tiempo lo dirá.
La segunda, como ya se dijo, hoy existe un gobierno de izquierda que tendrá sus intereses políticos en los territorios. Es lo más común del mundo, y tendrá poder de decisión o incidencia en las campañas políticas más significativas del país, y Cartagena es una de ellas. La ciudad le votó al Pacto Histórico, antecedente que debe ser tenido en cuenta al momento de armar cuadros políticos.
Y la tercera, que es lo más probable, ojalá esté equivocado, por lo menos no se oye ninguna noticia al respecto, que el actual gobierno distrital no haya sido capaz de sostener una decisión del pueblo soberano para seguir mantenido el cambio que se dio con la llegada de William Dau Chamat. Improvisaciones y desconexión con la esencia de la política, que es la armonía entre los poderes de la ciudad, situación entendible por su estado de corrupción. Lo que sí es seguro, este gobierno tendrá una importante participación en el nuevo alcalde de Cartagena y en el nuevo gobernador de Bolívar para el periodo 2024- 2027.
